El ¨²ltimo viaje de Vicente Blasco Ib¨¢?ez
Exposici¨®n sobre el traslado de los restos en el 75 aniversario
Entre 300.000 y 400.000 personas llegadas de toda Espa?a, seg¨²n las cr¨®nicas de la ¨¦poca, acudieron el 29 de octubre de 1933 al puerto de Valencia para ver c¨®mo atracaba el acorazado Jaime I, escoltado por una escuadra de la armada francesa, que tra¨ªa a Espa?a un f¨¦retro. La llegada de los restos mortales del escritor, periodista y pol¨ªtico Vicente Blasco Ib¨¢?ez, cinco a?os despu¨¦s de su muerte en Menton, en la Costa Azul francesa, supuso un acontecimiento en su ¨¦poca, durante el apogeo de la Segunda Rep¨²blica. Un traslado que se convirti¨® casi en un entierro de Estado, puesto que asistieron el presidente de la Rep¨²blica, Niceto Alcal¨¢ Zamora, el del Consejo de Ministros, Alejandro Lerroux, el de la Generalitat de Catalunya, Francesc Maci¨¤, media docena de ministros, embajadores, diputados y una representaci¨®n del Gobierno franc¨¦s.
Por todo esto, 75 a?os despu¨¦s de aquel acontecimiento, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), dependiente del Gobierno, organiza y financia, en colaboraci¨®n con Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y Correos, una exposici¨®n que rememora aquel traslado. La muestra tendr¨¢ dos sedes, el edificio de Correos en la plaza del Ayuntamiento, y, a escasos metros, la Estaci¨®n del Norte, tanto en los andenes como en la sala modernista reci¨¦n restaurada. Asimismo, se editar¨¢ para la ocasi¨®n un facs¨ªmil de tres n¨²meros del diario El Pueblo, fundado por el escritor valenciano, correspondientes al d¨ªa del traslado y a las fechas anterior y posterior.
El multitudinario recibimiento de los restos del escritor reflej¨® el fervor y el orgullo que los valencianos profesaban a su compatriota m¨¢s popular, que en la ¨¦poca gozaba de un reconocimiento internacional equiparable a las estrellas medi¨¢ticas actuales. De hecho, Vicente Blasco Ib¨¢?ez, nacido en Valencia el 29 de enero de 1867, se convirti¨® en el primer tercio del siglo pasado en lo m¨¢s parecido a lo que ahora se conoce como un escritor de best-sellers. Es m¨¢s, quiz¨¢ fue el primer escritor que se podr¨ªa acoger a esa categor¨ªa de creadores que, independientemente de su calidad literaria (en su caso apenas cuestionada salvo por los escritores de la Generaci¨®n del 98), se convierten en un ¨¦xito de ventas en todo el mundo.
Novelas como Sangre y arena o Los cuatro jinetes del apocalipsis hicieron de Blasco Ib¨¢?ez, que tambi¨¦n novel¨® historias de car¨¢cter m¨¢s aut¨®ctono en libros como Arroz y tartana, Ca?as y barro o La barraca, uno de los autores m¨¢s reconocidos, y ricos, de su ¨¦poca. Sus obras incluso se llevaron al cine con gran ¨¦xito y repercusi¨®n, y en Francia hasta se le distingui¨® con la Legi¨®n de Honor.
Pero en Espa?a su figura gozaba adem¨¢s de otras connotaciones. Fundador de El Pueblo en 1893, diputado en el Congreso entre 1898 y 1907, opuesto a las instituciones mon¨¢rquicas y gran defensor de las ideas republicanas durante toda su vida, la llegada de los restos de Blasco Ib¨¢?ez, que antes de su muerte en Francia el 28 de enero de 1928 se opuso con contundencia a la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), supusieron un s¨ªmbolo en una ¨¦poca en que la Segunda Rep¨²blica intentaba consolidarse como sistema pol¨ªtico ante las amenazas totalitarias de los sectores m¨¢s reaccionarios de la sociedad.
Bajo este prisma hist¨®rico, la Oficina Parlament¨¤ria d'Atenci¨® Ciutadana del PSPV-PSOE, a instancias del diputado Ferran Bono, y el secretario de la Fundaci¨®n Centro de Estudios Blasco Ib¨¢?ez, ?ngel Garc¨ªa, decidieron impulsar una muestra sobre aquellos d¨ªas. La exposici¨®n recoge numerosas fotograf¨ªas y testimonios period¨ªsticos de la ¨¦poca. Tambi¨¦n se exhibir¨¢n documentales cinematogr¨¢ficos que reflejan las dimensiones del cortejo que acompa?¨® los restos del escritor aquel d¨ªa del oto?o de 1933. Un regreso triunfal en blanco y negro que 75 a?os despu¨¦s no ha perdido esplendor.
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