Perplejidad

Se?or ex ministro Javier G¨®mez-Navarro, ?no cree que le enga?an? Leemos, con m¨¢s perplejidad que indignaci¨®n (y ¨¦sa es mucha), la noticia seg¨²n la cual, al parecer, usted, en su intervenci¨®n en el F¨®rum Nueva Econom¨ªa, tratando algo tan t¨¦cnico y que deber¨ªa ser tambi¨¦n tan serio como es el caso de los d¨¦ficit competitivos a los que se enfrenta Espa?a, se permiti¨® la incalificable machotada de afirmar que las madres con hijos homosexuales prefieren que ¨¦stos, entre todas las profesiones posibles, se dediquen a la diplomacia y sean destinados al extranjero "porque as¨ª les ven poco", consiguiendo con ello obtener algunas carcajadas entre su auditorio.

Nos defrauda que una persona como usted se ponga a la altura de la casposa e ignorante concepci¨®n de la realidad y verdadera naturaleza de la diversidad sexual, m¨¢xime cuando no le consider¨¢bamos afecto a mandatos sociales o pastorales y ten¨ªamos que presuponerle una visi¨®n m¨¢s human¨ªstica del mundo y libre de oscuros prejuicios.

Y nos insulta cuando se atreve a afirmar la bajeza de sentimientos de las madres de homosexuales. ?C¨®mo lo sabe que prefieren no ver a sus hijos? ?Es que se lo han contado amigos o conocidos? En este caso, ?no cree que le enga?an? ?De verdad cree que las madres aborrecen a sus hijos?

No sabe cu¨¢nto nos alegrar¨ªa que la noticia no fuera cierta o que se hubiera tratado de un lapsus por su parte. Y, por supuesto, c¨®mo nos complacer¨ªa que, de no ser as¨ª, tuviera la valent¨ªa de reflexionarlo con calma y la gallard¨ªa de una p¨²blica rectificaci¨®n.