Entra?able y terrible viaje documental al planeta Bu?uel
Su hijo Juan Luis y Jean-Claude Carri¨¨re recuerdan al maestro en 'El ¨²ltimo gui¨®n'
Un d¨ªa, a?os setenta, los responsables de marketing del agua mineral Evian le avisaron al tal Bu?uel de que quer¨ªan hacer una campa?a publicitaria con ¨¦l como imagen. "Bien, se me ocurre lo siguiente", les dijo. "Yo soy Jesucristo y estoy en la cruz; digo que me estoy muriendo de sed y entonces me alcanz¨¢is una de vuestras botellitas, yo la pruebo y digo: 'Puajjj, qu¨¦ mala'. ?Os parece bien?".
No les pareci¨®, claro. La campa?a no se hizo. Y, como casi siempre, Bu?uel y sus amigos acabaron delante de una mesa y de un buen vino carcaje¨¢ndose del mundo mundial. Y este episodio, relatado ayer en Valladolid por Juan Luis Bu?uel, hijo primog¨¦nito de ya saben qui¨¦n, sirve para enmarcar la personalidad del creador de pel¨ªculas como Un perro andaluz o Viridiana, a quien la Seminci rindi¨® homenaje ayer, en la v¨ªspera de su arranque, con tambores de Calanda y todo. Bu?uel, el mismo tipo genial que solt¨®: "Soy ateo, gracias a Dios"... Eso s¨ª, despu¨¦s de que antes lo hubiera dicho George Bernard Shaw.
La pel¨ªcula es un viaje sard¨®nico y sentimental al universo del cineasta
Tambi¨¦n el documental El ¨²ltimo gui¨®n, codirigido por Gaizka Urresti y Javier Espada (director de la Fundaci¨®n Bu?uel de Calanda), sirve para intentar poner coto -desde posiciones equidistantes entre lo entra?able y lo terrible- al magma humano y art¨ªstico en que consisti¨® este se?or, cineasta capital, surrealista militante, genio de la truculencia, vividor empedernido, artista, aragon¨¦s y sordo como Goya, uno de los cineastas capitales del siglo XX.
Pero poner coto a esto, a Bu?uel, es tonter¨ªa. Sobre todo despu¨¦s de que hace 35 a?os Max Aub, en las p¨¢ginas de ?nsula, ya estableciera lo que muy bien pudiera considerarse el retrato total del amigo de Lorca y Dal¨ª: "Ni cr¨¦dulo ni incr¨¦dulo, ni religioso ni irreligioso, ni comunista ni burgu¨¦s, ni anarquista ni totalmente en contra, ni creyente ni increyente. Esc¨¦ptico sin serlo, ni ateo del todo, tal vez -no lo creo- descre¨ªdo, materialista hasta cierto punto, fiel e infiel, hereje sin saber de qu¨¦... Descatolizado hasta el punto en que puede serlo un espa?ol... que no es demasiado".
Pero El ¨²ltimo gui¨®n, un viaje sard¨®nico / sentimental al universo Bu?uel protagonizado por su hijo Juan Luis y por su guionista y viejo amigo Jean-Claude Carri¨¨re (con quien escribi¨®, entre otras pel¨ªculas, Ese oscuro objeto del deseo y El discreto encanto de la burgues¨ªa), s¨ª sirve para contemplar en imagen y palabra momentos, fases, alegr¨ªas y tristezas del genio. En palabras de Carri¨¨re, "es la pel¨ªcula del fantasma de Luis, que me sigue hablando".
La panoplia de im¨¢genes in¨¦ditas o muy poco conocidas es abrumadora: Calanda, Zaragoza, Madrid, Toledo, Par¨ªs, Los ?ngeles, Nueva York o M¨¦xico sirven de escenario evocador. Un escenario que arranca con el recuerdo de ni?os pobres con moscas en la cara escuchando a Bach y a Beethoven junto a Bu?uel, en el patio de la casa familiar de la Zaragoza de los a?os veinte, y se cierra con un paseo del hijo y del amigo por la casa del cineasta en M¨¦xico DF, la ciudad que le vio morir un 29 de julio de 1983. En medio, Bu?uel vestido de cura, de monja, Bu?uel perdido en la multitud de Cannes, o borracho en Toledo, o piropeando a Marilyn en los estudios Churubusco de M¨¦xico, o siendo entrevistado sin saber qu¨¦ decir por desidia, o en la Residencia de Estudiantes fabricando una amistad eterna con Garc¨ªa Lorca ("?No te consiento que hables as¨ª de mi amigo!", le grit¨® a Ricardo Mu?oz Suay cuando ¨¦ste llam¨® al poeta "Ese maric¨®n amigo tuyo"...
La pregunta es: ?le habr¨ªa gustado al interesado esta pel¨ªcula? Y la respuesta la daban ayer mismo en Valladolid, al un¨ªsono y mientras devoraban un plato de jam¨®n con pan y tomate, Carri¨¨re y Juan Luis: "?Ni hablar, odiaba cualquier homenaje!". Poco m¨¢s dijo Carlos Saura, a quien la Seminci dedicar¨¢ una gran retrospectiva el a?o que viene y que acudi¨® ayer al Museo Patio Herreriano de Valladolid para inaugurar una exposici¨®n de fotograf¨ªas sobre Bu?uel (seis de ellas, retratos suyos): "Es triste que tuviera que morir para que se le subiera poco menos que a los altares, a ¨¦l, que cuando yo le conoc¨ª casi se le insultaba en este pa¨ªs".
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