La Mandela birmana, todav¨ªa presa

Ni el cicl¨®n que la primavera pasada sembr¨® de cad¨¢veres el sur de Myanmar (la antigua Birmania) sirvi¨® para aliviar la tenaza con que la Junta Militar reprime a la absoluta mayor¨ªa de los 53 millones de birmanos. Mientras, Aung San Suu Kyi, la dirigente que goza de mayor apoyo entre la poblaci¨®n, cumpli¨® ayer 13 a?os de arresto domiciliario sin que se vislumbre el fin de su martirio. Aislada de las voces que tanto dentro como fuera exigen su liberaci¨®n, la premio Nobel de la Paz de 1991 insiste en buscar una soluci¨®n negociada para su pa¨ªs.

"Es fundamental que los vecinos de Birmania y sus aliados, como China, India y la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (Asean), renueven y refuercen sus esfuerzos por conseguir la inmediata e incondicional liberaci¨®n de Aung San Suu Kyi y sus colegas", se?ala el comunicado emitido por Altsean-Birmania, un movimiento de ONG y activistas exiliados o de los pa¨ªses del entorno que luchan por la democracia y el respeto a los derechos humanos en Myanmar.

Pese a la represi¨®n, la premio Nobel insiste en una soluci¨®n negociada

La represi¨®n y el absoluto desprecio hacia las v¨ªctimas con que la actual Junta, que gobierna el pa¨ªs desde 1990, ha organizado la ayuda internacional por el hurac¨¢n Nargis revela, seg¨²n las principales organizaciones humanitarias internacionales, el peligro de que Birmania se convierta en un "Estado fallido". Esto puede acarrear una conflictiva inestabilidad en una zona del sur de Asia en la que China e India compiten para extender su influencia.

Suu Kyi, de 63 a?os, se ha convertido en el icono mundial de la resistencia civil por llevar desde 1989 sufriendo condenas que intermitentemente la encierran tras los barrotes de las c¨¢rceles birmanas o de su casa. Hija del general Aung San -h¨¦roe de la independencia birmana, aunque no lleg¨® a disfrutarla-, Suu Kyi, que volvi¨® a su pa¨ªs en 1988, se puso al frente de quienes luchaban por la democracia y fue nombrada l¨ªder de la Liga Nacional para la Democracia (LND). Al frente de la LND en las ¨²nicas elecciones libres habidas en Birmania desde el golpe de 1962, Suu Kyi logr¨® hacerse con el 82% de los esca?os del Parlamento, pero los militares jam¨¢s reconocieron los resultados y un nuevo golpe acab¨® con el m¨¢s m¨ªnimo resquicio de libertad.

El martes pasado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un informe a la Asamblea General destac¨® la urgente necesidad de impulsar el di¨¢logo con Birmania y promover la paz, la prosperidad y la democracia en el pa¨ªs, uno de los m¨¢s pobres del mundo pese a sus enormes recursos naturales. "La liberaci¨®n de la l¨ªder opositora Aung San Suu Kyi y de otros presos pol¨ªticos ser¨¢ fundamental para reanudar un di¨¢logo m¨¢s amplio, sustantivo y con plazos precisos", se?al¨® Ban.

Seg¨²n Altsean-Birmania, la Junta Militar que dirige el general Than Shwe mantiene bajo su bota, adem¨¢s de a la llamada la Mandela de Asia, a "otras 178 mujeres prisioneras de conciencia que est¨¢n detenidas bajo las intolerables condiciones de las prisiones birmanas por sus actividades pol¨ªticas y su liderazgo".

"Continuaremos con nuestros esfuerzos de traer democracia a Birmania bajo todas las circunstancias. No hay que olvidar que en Sur¨¢frica, el Congreso Nacional Africano fue declarado una organizaci¨®n ilegal por d¨¦cadas", declar¨® Suu Kyi en uno de sus cortos periodos de libertad para insuflar ¨¢nimos a la poblaci¨®n y a los numerosos miembros de la LND perseguidos. Nelson Mandela permaneci¨® 27 a?os en la c¨¢rcel pero logr¨® acabar con el apartheid. Suu Kyi est¨¢ convencida de que Birmania ser¨¢ alg¨²n d¨ªa libre y democr¨¢tica.

La ONU se?ala que en los ¨²ltimos meses "ha mejorado la cooperaci¨®n" con el Gobierno birmano, pero sostiene que las autoridades no han respondido "de manera tangible" a los esfuerzos de Naciones Unidas para promover el di¨¢logo. Asimismo, se?ala que persisten los informes sobre conflictos armados y violaciones de los derechos humanos.

Suu Kyi est¨¢ recluida desde el 24 de octubre de 1995. Tres meses antes, la Junta Militar la hab¨ªa puesto en libertad y la l¨ªder de la LND, m¨¢s resuelta que nunca a acabar pac¨ªficamente con el r¨¦gimen, recorri¨® el pa¨ªs alentando manifestaciones y campa?as de desobediencia civil para exigir la puesta en marcha del Parlamento democr¨¢ticamente elegido y la liberaci¨®n de los cientos de presos pol¨ªticos. La Junta reaccion¨® con fiereza ante la voluntad de hierro de esta mujer de aspecto fr¨¢gil por sus escasos 48 kilos de peso. "?Traici¨®n!", clamaron los uniformados y cerraron de un portazo su casa, situada en el centro de Rang¨²n, la antigua capital.