Los noviazgos, a salvo del coraz¨®n

Da igual que se tomen en lugares p¨²blicos. Emitir im¨¢genes de noviazgos o relaciones sentimentales de los famosos -algo que se hace a diario en los programas y la prensa del coraz¨®n- atenta contra los derechos fundamentales a la intimidad y la propia imagen de los afectados si ¨¦stos se niegan a hacer p¨²blica su relaci¨®n. As¨ª lo establece la Audiencia de Madrid, que ha condenado a Telecinco, la agencia de noticias Atlas y a la productora del programa Salsa Rosa (Boomerang) por reproducir grabaciones de la relaci¨®n entre Gonzalo Mir¨® y Eugenia Mart¨ªnez de Irujo. El tribunal obliga a esas empresas a indemnizar con 54.000 euros al copresentador de Las ma?anas de Cuatro.

La sentencia, redactada el pasado 2 de octubre, analiza im¨¢genes emitidas en agosto y septiembre de 2005, en los ya desaparecidos programas de Telecinco Aqu¨ª hay tomate, TNT y Salsa Rosa. En este ¨²ltimo aparece Mir¨® acompa?ando a su pareja a su domicilio de Madrid, en el palacio de Liria, y sacando bultos del coche. En TNT, del 19 de agosto de 2005, se ve¨ªa a ambos en una jaima en Marruecos y en una discoteca. Estas grabaciones fueron obtenidas con tel¨¦fonos m¨®viles o c¨¢maras ocultas, seg¨²n la sentencia.

"Las relaciones afectivas pertenecen al ¨¢mbito privado", apunta la sentencia

En Aqu¨ª hay tomate tambi¨¦n aparecieron im¨¢genes de Mir¨® llevando a Mart¨ªnez de Irujo a su casa, "con comentarios como 'le han pillado llevando a la duquesita al palacio de Liria" o especulaciones sobre si "la duquesa de Alba hab¨ªa dado el visto bueno a esta relaci¨®n". En otras ediciones, Mir¨® aparec¨ªa saliendo y entrando de veh¨ªculos y locales, en una gasolinera, y hasta se reprodujo un beso entre ambos. Siempre que Mir¨® fue preguntado por su relaci¨®n con Mart¨ªnez de Irujo, respondi¨® "que s¨®lo a ¨¦l y a su gente le importaba el tema".

"No podemos admitir", apuntan los magistrados en la resoluci¨®n, "que la aparici¨®n de im¨¢genes constantes [de Gonzalo Mir¨® y Eugenia Mart¨ªnez de Irujo], los comentarios d¨ªa a d¨ªa sobre el desarrollo de dicha relaci¨®n, lo que la misma pueda parecer a la familia de los afectados, las escenas de la pareja en actitud tierna o cari?osa, etc¨¦tera, al margen de la curiosidad generada por los programas en los que se han venido reproduciendo con sus anuncios y comentarios, pueda confundirse con un inter¨¦s p¨²blico digno de protecci¨®n".

La sentencia establece que "no cabe duda que las relaciones afectivas y sentimentales de las personas pertenecen al ¨¢mbito privado de las mismas, sin que pierdan ese car¨¢cter las posibles relaciones que pudieran entablarse entre personas con proyecci¨®n p¨²blica, ya que ¨¦sta no elimina su derecho a la intimidad". "Si tales personas deciden mantener estas relaciones al margen del conocimiento p¨²blico", tal y como repiti¨® reiteradamente Mir¨® a los distintos reporteros de los programas del coraz¨®n que le preguntaron, "tal l¨ªmite no puede ser traspasado". Y a?ade: "No importa que las im¨¢genes capturadas lo fueran en lugares p¨²blicos", ya que "fueron obtenidas en el c¨ªrculo ¨ªntimo de las personas afectadas".

El tribunal da la raz¨®n a Mir¨®, que hab¨ªa recurrido una sentencia anterior del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 1 de Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid). Esta primera resoluci¨®n s¨®lo reconoc¨ªa vulnerada la intimidad y la imagen del presentador por las im¨¢genes de TNT y Aqu¨ª hay tomate en las que aparec¨ªa la pareja en una jaima y en una discoteca, pero no las dem¨¢s, ni las de Salsa Rosa, por lo que dejaba la indemnizaci¨®n en 6.000 euros.