La ca¨ªda espa?ola no es s¨®lo mala suerte
La suerte es un factor muy a tener en cuenta en la mayor¨ªa de los deportes y, por descontado, tambi¨¦n en el motociclismo, en el que, adem¨¢s de la habilidad que los pilotos deben demostrar a la hora de conducir, el elemento mec¨¢nico juega un papel decisivo en el ¨¦xito o el fracaso. Pero, al mismo tiempo, tambi¨¦n defiendo la teor¨ªa de que cada uno debe buscarse la vida para encontrar su propia suerte. Y eso viene de alguien que perdi¨® la posibilidad de ganar el t¨ªtulo de 500cc en cuatro ocasiones, y que nunca podr¨¢ saber lo que siente un campe¨®n del mundo. Dicho esto, creo que es importante analizar las causas que han hecho que el motociclismo espa?ol se haya ido de vac¨ªo en todas las categor¨ªas, algo que no ocurr¨ªa desde 2002, antes de que entraran en escena Pedrosa, Lorenzo y Bautista.
En un primer plano est¨¢ la MotoGP, en la que Valentino Rossi ha vuelto a ganar dos a?os despu¨¦s. Desde la perspectiva espa?ola, no creo que el no haber conseguido el t¨ªtulo pueda considerarse un fracaso si tenemos en cuenta que Espa?a s¨®lo tiene uno de 500cc (el de ?lex Crivill¨¦ en 1999). Hay que tener en cuenta que estamos hablando de Rossi, que, en mi opini¨®n, ha demostrado ser el mejor piloto de todos los tiempos. Si ¨¦l no estuviera, algo que tarde o temprano ocurrir¨¢, el panorama ser¨ªa muy distinto tanto para Pedrosa como para Lorenzo. El caso es que Rossi acumulaba dos a?os en blanco. ?se ha sido el elemento que le ha llevado a motivarse m¨¢s que nunca para recuperar el control de la MotoGP. Para conseguirlo se ha preparado a fondo a nivel f¨ªsico y, adem¨¢s, ha tenido que echarle a la Yamaha muchas m¨¢s horas de las habituales. Pero una cosa es evidente: cuando Rossi ya no est¨¦, Pedrosa, Lorenzo y Stoner ser¨¢n quienes deber¨¢n jugarse los campeonatos y, adem¨¢s, por bastante tiempo. Tambi¨¦n hay que prestar atenci¨®n a los cambios de ciclo que afectan al Mundial cada equis tiempo. De la hegemon¨ªa norteamericana de los a?os ochenta se pas¨® a la australiana, con Doohan, en los noventa mientras que ahora vivimos el reinado de un italiano. Me atrevo a decir que el momento de los espa?oles llegar¨¢ pronto.
En el dos y medio ha pasado algo extra?o. De entrada, todo el mundo pens¨® que la promoci¨®n de Jorge Lorenzo convertir¨ªa la categor¨ªa en un recreo para ?lvaro Bautista, que ten¨ªa que llevarse el campeonato de calle. Y result¨® que apareci¨® un outsider como Simoncelli y lo puso todo patas arriba gracias, en parte, a los problemas de fiabilidad que Bautista tuvo en su Aprilia en la primera mitad de la temporada. Pero, a la vez, tambi¨¦n es importante tener en cuenta que, en los momentos clave, cuando tuvo que medirse de frente a Simoncelli (Jap¨®n y Australia), ?lvaro no supo c¨®mo ganar. Con todo, la convulsi¨®n que hay en la categor¨ªa ha creado un clima muy enrarecido y, m¨¢s que un campeonato de marcas, los 250cc parecen una copa Aprilia. Juli¨¢n Sim¨®n nunca ha estado en condiciones de pelear por ganar porque su KTM no le ha dejado y ?lex Deb¨®n ha tenido bastantes problemas en el equipo y es normal que se haya descentrado un poco. En cuanto a H¨¦ctor Barber¨¢, sigue siendo demasiado poco racional, es muy impulsivo y tiene que seguir madurando como piloto.
Y despu¨¦s est¨¢n los ni?os de los 125cc. En esta categor¨ªa, lo que hay es un vac¨ªo que se llenar¨¢ con los m¨¢s j¨®venes (como Marc M¨¢rquez o Pol Espargar¨®) cuando den el salto de calidad definitivo que se supone. Cuando esto ocurra, los tiempos por vuelta volver¨¢n a bajar porque, cuando en la pista hay talento, los m¨¢s r¨¢pidos tiran de los que no lo son tanto, de manera que el nivel sube. Sin embargo, s¨ª hay una cosa que me preocupa: en las f¨®rmulas de promoci¨®n hay una falta de talento que, y espero equivocarme, pasar¨¢ factura en un futuro a las arcas espa?olas.
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