Desde Zalduondo, en busca de las alturas del monte Aratz
Reci¨¦n llegado de una larga estancia en Estados Unidos, donde ha disfrutado de la beca William Douglass de la Universidad de Reno (Nevada), Bernardo Atxaga (nacido Joseba Irazu en Asteasu, en 1951) recupera ahora sus paisajes privados alrededor de su casa de Zalduondo. De los desiertos de Nevada a la finitud en el horizonte que suponen los montes de Albaina, en direcci¨®n al Aratz, por donde gusta pasear el autor de Siete casas en Francia, su pr¨®xima novela que se publicar¨¢ simult¨¢neamente en euskera, castellano, catal¨¢n y gallego.
Justo detr¨¢s de la iglesia de Zalduondo se inicia el sendero que asciende hacia el monte Aratz (1.446 metros), a cuya cima el escritor no suele llegar, porque prefiere el paseo en llano a la ascensi¨®n a las cumbres. "Es m¨¢s, me gusta llegar hasta Araia por el camino que bordea la ladera de la sierra, en busca de la vieja f¨¢brica de Ajuria, la primera industria metal¨²rgica de Euskadi, que se mantiene en pie como un espl¨¦ndido resto de arqueolog¨ªa industrial", aclara.
El escritor considera las primarias de EEUU "una escuela de democracia"
Araia vivi¨® en un momento temprano la llegada de la industria a una zona rural y lo que pudo suponer en la transformaci¨®n de sus costumbres. Le vienen estas reflexiones a Atxaga a prop¨®sito de William Douglass, el investigador norteamericano que impuls¨® los estudios vascos en la Universidad de Reno y puso en marcha la beca de la que ha disfrutado en este ¨²ltimo a?o. Douglass escribi¨® Muerte en Murelaga, un estudio antropol¨®gico sobre los ritos funerarios que todav¨ªa se conservaban en la localidad vizca¨ªna.
"Douglass, desde los Estados Unidos, ha hecho mucho por el estudio de la inmigraci¨®n vasca y en estos meses he querido acercarme a la colonia vasca con ese inter¨¦s que mostraba ¨¦l". Atxaga ha aprovechado para escribir D¨ªas de Nevada, un libro que comenz¨® en forma de blog y en el que recoge apuntes reflexivos a partir de su estancia en EE UU. Mientras disfrutaba el pasado lunes de la cara amable del oto?o de Zalduondo, antes de que llegue la nieve, entre robles y casta?os, el autor de El hijo del acordeonista recordaba algunos momentos memorables de estos meses, como su presencia en reuniones con Barack Obama y Hillary Clinton.
Atxaga reconoce sus preferencias por la senadora dem¨®crata ("creo que se ha transmitido una percepci¨®n err¨®nea de ella", apunta), pero, sobre todo, elogia la calidad democr¨¢tica de las primarias estadounidenses. "Son una escuela de democracia, en la que la participaci¨®n est¨¢ abierta y se decide a mano alzada; se conserva el esp¨ªritu de los pioneros. Quiz¨¢s por ello, se mantiene como la democracia m¨¢s veterana del mundo", observa.
El recorrido afronta los primeros repechos, que se sienten en el ¨¢nimo de los paseantes que regresan a Zalduondo, mientras el escritor habla de su nueva novela. "Es un giro de 180 grados en mi narrativa que me ped¨ªa el cuerpo desde hace a?os, pero el ser un escritor biling¨¹e me ha llevado a retrasar el cambio". Atxaga acude al humor en Siete casas en Francia, una novela ambientada en el ?frica colonial de principios del siglo XX. En ella se incorporan an¨¦cdotas escuchadas en su infancia en Asteasu, como la de aquel general espa?ol en Sidi Ifni que todas las noches exig¨ªa una doncella virgen, hasta la obsesi¨®n literaria y conradiana por todo lo referente al r¨ªo Congo y al rey Leopoldo de B¨¦lgica.
El paseo llega a su fin, con un aperitivo en el bar Imaz, regentado por Cristina. "Una mujer notable", advierte Atxaga, mostrando que en Zalduondo antes que el escritor es el vecino.
Gu¨ªa para un plan
- Aperitivo. Sin ninguna duda, Bernardo Atxaga elige el bar Imaz, cercano a la casa donde reside en Zalduondo. All¨ª departe con los vecinos del pueblo a la hora del alterne.
- Comer: El autor de Obabakoak acostumbra a acudir a restaurantes de Agurain y Araia, seg¨²n cu¨¢l sea su humor y la compa?¨ªa de cada momento. Sus preferidos son, en la primera localidad, el Josemari (Mayor, 69; tlf. 945 300 042) y La Olla (junto a la gasolinera; tlf. 945 312 530). Y, en Araia, se hallan Umandi (945 314 615) y la sidrer¨ªa (945 304 763).
- Dormir:El escritor afincado en Zalduondo apuesta tambi¨¦n en este caso por sus vecinos. As¨ª que se decanta por las casas rurales Arkauz (Errotalde Kalea 5; tlf. 679 908 531) y Eikolara (barrio Arbinatea, 30; tlf. 945 304 332)
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