"Pienso en ritmo, melod¨ªa y poes¨ªa"
Las letras de su ¨²ltimo disco, Mar¨¦, son de poetas brasile?os como Antonio C¨ªcero, Arnaldo Antunes, Waly Salom?o, Augusto de Campos o Ferreira Gullar, que suele decir que hay poes¨ªa porque la vida no basta. "Completamente de acuerdo. Tambi¨¦n dice, bueno, lo dijo Elliot, que el poeta escribe para librarse de las emociones. Ah¨ª el problema empieza a ser del otro", comenta riendo.
A Adriana Calcanhotto (Porto Alegre, 1965) le gusta mucho Joan Brossa. "Hay muchos poemas sin poes¨ªa y ¨¦l en cambio tiene mucha poes¨ªa en cosas que se llaman poemas visuales s¨®lo porque hay que llamarlos de alguna manera. Su obra es violenta, delicada, con mucho humor". El martes inaugur¨® en Madrid el Festival ?nicas, anoche cant¨® en Tenerife, hoy se presenta en Girona (Auditori) y ma?ana en Barcelona (Palau de la M¨²sica).
Mar¨¦, coproducido por Arto Lindsay, tiene que ver con el mar. "Me fascina el mar, ese mar de la literatura y las canciones, el mar como met¨¢fora de la condici¨®n humana", explica. Cuando hace 10 a?os grab¨® Maritmo no pensaba en t¨¦rminos de trilog¨ªa. "Lo hice y punto. Al darme cuenta de que las canciones que me iban gustando segu¨ªan siendo mar¨ªtimas decid¨ª asumir la idea de trilog¨ªa. Pero no necesariamente habr¨¢ un tercero".
Adriana Calcanhotto busca la sencillez. "Mi meta es llegar a lo esencial. Ir eliminando excesos. Refinando hasta quedarse s¨®lo con lo que es esencial lleva tiempo y da mucho trabajo. Pero es divertido porque es un proceso y los procesos siempre me interesan", confiesa. Dice que le ha influenciado el punk. La idea de "no s¨¦ hacer m¨²sica, pero la hago". Tambi¨¦n se identifica con John Cage: "Porque no pensamos en t¨¦rminos de armon¨ªa. Me identifico tambi¨¦n con el humor y con que trabajo con el azar, la pausa, el silencio. Yo pienso en ritmo, melod¨ªa y poes¨ªa. As¨ª construyo mi trabajo. Por eso me gust¨® el rap cuando lo o¨ª por primera vez".
En la m¨²sica brasile?a se est¨¢ produciendo un tr¨¢nsito libre entre estilos, y ya no hay movimientos como la bossa nova o el tropicalismo. "Me parece muy bueno que sea as¨ª. Por los medios de producci¨®n, al poder hacer tu disco en tu ordenador port¨¢til en casa, las personas trabajan m¨¢s aisladas", dice. "Hace unos a?os yo recib¨ªa material de compositores y cantantes en el que ve¨ªas muy n¨ªtidamente las influencias. Ya no. Hoy los m¨²sicos j¨®venes quieren ser ellos mismos. Creo que este cambio tan r¨¢pido tiene mucho que ver con Internet. La gente ahora escucha lo que quiere".
Acaba de publicar en Brasil Saga lusa, un libro en el que narra un mal viaje provocado por la ingesta de medicamentos. "Estaba de gira en Portugal y en el segundo concierto me sent¨ªa muy mal, con bastante fiebre. Un m¨¦dico dijo una cosa, otro otra, y en la confusi¨®n me tom¨¦ todo lo que me recetaron. Pas¨¦ cinco o seis noches sin dormir. Con alucinaciones y delirios. Estuve escribiendo en el port¨¢til para sobrevivir. Fue lo que me salv¨®. Ten¨ªa la guitarra a mi lado todo el tiempo y no la toqu¨¦. Comprendo que alguien en esa situaci¨®n se desespere y se tire por la ventana porque ya no controlas la mente".
Con el heter¨®nimo Adriana Partimpim grab¨® en 2004 un hermoso disco de canciones para los m¨¢s peque?os. De ni?a escuchaba con sus padres a Chet Baker, Miles Davis, Piazzolla, y le horrorizaban las canciones infantiles. "No entiendo por qu¨¦ tratan a los ni?os como si fuesen burros. En los espect¨¢culos de Partimpin era estupendo que los adultos no se aburrieran. Los ni?os son transparentes. Dicen lo que piensan. No tienen las cosas tan establecidas. Todo puede ser. Y eso no es poco".
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