El triunfo de un negro deja en evidencia la divisi¨®n racial francesa

En Francia, el pa¨ªs multirracial de Europa por excelencia, la elecci¨®n de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos ha planteado de nuevo la nunca resuelta cuesti¨®n racial. Casi el 90% de los franceses se declara dispuesto, seg¨²n una reciente encuesta, a votar a un candidato negro.

Pero la verdad es que, con la excepci¨®n de los representantes de los territorios de ultramar, la Asamblea Nacional francesa no cuenta con un solo diputado negro, ni ¨¢rabe, ni de origen oriental. En cierto modo, ha tenido que ser el presidente Nicolas Sarkozy el primero que se atreviera a sentar en su Gobierno, en carteras de primera l¨ªnea, a miembros de las minor¨ªas ¨¦tnicas m¨¢s importantes del pa¨ªs.

En este sentido, lo sucedido ayer al otro lado del Atl¨¢ntico aviv¨® sin duda las brasas de las barriadas y record¨® a los franceses la discriminaci¨®n que padece una parte de la sociedad, que est¨¢ en el origen de los graves disturbios de 2005. La paradoja, en este caso, es que los franceses debieron someterse a una cura de humildad o, al menos, revisar el antiamericanismo que practican, tanto desde la izquierda como de la derecha.

En lo pol¨ªtico, s¨®lo se reclama obamista, el centrista Fran?ois Bayrou, que organiz¨® incluso una noche electoral en Par¨ªs. La derecha conservadora en el poder, pretende crear un modelo de militancia similar al que ha llevado al senador de Illinois a la Casa Blanca. Un proyecto, sin embargo, que parece olvidar que la ¨²nica persona que puede atribuirse una cierta cercan¨ªa a Obama en la pol¨ªtica francesa, es S¨¦gol¨¨ne Royal, la candidata socialista derrotada por Sarkozy en 2007, que acu?¨® en su momento el lema de la "democracia participativa" para escarnio de las ¨¦lites pol¨ªticas francesas.