La calavera de Hirst inicia "gira mundial" en ?msterdam
Un cubo transparente iluminado por una decena de focos est¨¢ plantado en el Rijksmuseum de ?msterdam. Muy cerca de Ronda de noche, de Rembrandt. Probablemente equivalente en fama, al menos posmoderna, a la obra del genial artista holand¨¦s, se trata de otra, la ¨²ltima, de las ocurrencias del artista brit¨¢nico Damien Hirst. El pol¨¦mico escultor y eficaz economista ha iniciado una "gira mundial" con su pol¨¦mica calavera de platino. Y ha elegido precisamente este lugar.
Con 8.601 peque?os diamantes incrustados, uno m¨¢s grande en forma de pera en la frente, y en la boca todos los dientes del cr¨¢neo de hombre del siglo XVIII utilizado como molde, la obra se ha convertido en un inesperado im¨¢n tur¨ªstico de ?msterdam estos d¨ªas. Titulada Por el amor de Dios -tal y como exclam¨® la madre de Hirst al verla-, ha dividido tambi¨¦n a los cr¨ªticos holandeses. Para partidarios fascinados, como Rudi Fuchs, ex director del Museo de Arte Moderno, el cr¨¢neo es casi "sobrenatural en su belleza". Por el contrario, sus detractores la consideran desde "una obra de mal gusto" al "reflejo de la cultura obsesionada por los famosos".
Acostumbrado a la controversia desde que irrumpiera en el panorama internacional con sus animales sumergidos en formol, Hirst ha rodeado la calavera de cuadros de maestros holandeses del siglo XVII. Son bodegones y retratos que contraponen la muerte y la vida, a modo de acompa?amiento. El hecho de que haya sido vendida ya por 73 millones de euros, la mayor suma alcanzada por un artista vivo, le a?ade mayor magnetismo. La calavera podr¨¢ verse hasta el 15 de diciembre y luego viajar¨¢ a otras ciudades. Lugares a¨²n por decidir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.