Brown se refuerza con una victoria electoral en Escocia
El laborismo gana con holgura los comicios en un distrito
En julio, los laboristas perdieron uno de sus esca?os m¨¢s seguros en Escocia frente a los nacionalistas del Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP). Hace dos meses esperaban una espectacular derrota en las elecciones parciales para cubrir otro esca?o vacante en Escocia, en Glenrothes. El jueves, durante las votaciones, todos los partidos y los medios vaticinaban una victoria, ajustada pero clara, de los nacionalistas escoceses: la recuperaci¨®n del primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, en los dos ¨²ltimos meses parec¨ªa insuficiente. Pero los votantes acabaron manteniendo el esca?o en poder del Partido Laborista, que cosech¨® m¨¢s votos y m¨¢s porcentaje de votos que en las elecciones de 2005, algo que no se produc¨ªa en unas elecciones parciales desde los a?os 70.
La izquierda cosecha en la votaci¨®n para cubrir un esca?o m¨¢s votos que en 2005
Los conservadores, terceros en el recuento del jueves por la noche, atribuyen la victoria laborista a factores locales, pero Brown ha salido muy reforzado. El primer ministro puede apuntarse el ¨¦xito porque ¨¦l mismo viaj¨® dos veces a Glenrothes para hacer campa?a, algo poco habitual en un primer ministro. Cont¨® con la ayuda tambi¨¦n excepcional de su esposa, Sarah, una figura cada vez m¨¢s prominente en el Partido Laborista, que ha pasado dos semanas pidiendo el voto puerta a puerta. Sarah ya sorprendi¨® cuando, en el congreso de septiembre, presentando a su marido ante las bases del partido instantes antes de que ¨¦ste pronunciara un discurso capital para su futuro pol¨ªtico. Entonces, el laborismo estaba hundido en las encuestas y Brown era un primer ministro desprestigiado al que se buscaba sucesor y se especulaba con que no llegar¨ªa pol¨ªticamente vivo a la primavera de 2009 si las cosas no cambiaban.
Pero las cosas han cambiado. Brown consigui¨® el apoyo de las bases en aquel congreso y la opini¨®n p¨²blica ha empezado a verle de otra forma. La crisis financiera global ha cambiado radicalmente la percepci¨®n que los brit¨¢nicos ten¨ªan de su primer ministro. El pol¨ªtico indeciso y replegado sobre s¨ª mismo del ¨²ltimo a?o se ha convertido en un primer ministro capaz de tomar decisiones para salvar a la banca brit¨¢nica del colapso y capaz de convencer al resto de Europa y a Estados Unidos para que sigan sus recetas.
Brown se crece en los momentos de crisis en la misma medida que el l¨ªder conservador, David Cameron, se empeque?ece. El primer ministro arranc¨® su mandato en julio de 2007 afrontando dos intentos de atentados terroristas en Londres y Glasgow, unas graves inundaciones en el suroeste de Inglaterra y una nueva epidemia en la ganader¨ªa del pa¨ªs. Ahora ha ocurrido lo mismo con la crisis financiera. "Lo que he aprendido de estas elecciones es que la gente est¨¢ dispuesta a apoyar a los gobiernos que van a ayudar de verdad a la gente en estos momentos de baj¨®n econ¨®mico. Y que tienen menos voluntad de apoyar a la gente que no tiene ni idea de lo que hay que hacer para solventar los problemas que tenemos", declar¨® ayer un Brown euf¨®rico por el resultado de Glenrothes. Los laboristas consiguieron 19.946 votos, por delante de nacionalistas escoceses (13.209), conservadores (1.381) y liberales-dem¨®cratas (947).
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