Los republicanos discuten su futuro tras la derrota
Sarah Palin toma posiciones para liderar a los conservadores de EE UU
Los republicanos est¨¢n derrotados pero no muertos. ?se es, al menos, el mensaje que el partido intenta transmitir en estos momentos de desasosiego y confusi¨®n tras la abultada victoria dem¨®crata del 4 de noviembre. "La factor¨ªa de ideas republicanas sigue muy activa", aseguraba ayer el gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, una de las estrellas en alza del conservadurismo, reunido estos d¨ªas con el resto de sus colegas del partido en una conferencia en Miami que intenta levantar los ¨¢nimos en las filas de la derecha.
La conferencia de gobernadores, en un partido sin liderazgo y sin una estructura organizativa r¨ªgida, representa algo as¨ª como una cumbre de barones. Entre ellos, la figura m¨¢s solicitada por la prensa es, sin duda, la gobernadora de Alaska. Sarah Palin no ha cedido ni un mil¨ªmetro de protagonismo desde que fue derrotada en las urnas. Su presencia en los medios es constante y su coqueteo con una futura candidatura presidencial, obvio.
Su intervenci¨®n ayer en la conferencia de Miami, en la que defendi¨® su experiencia en asuntos clave como la energ¨ªa, fue un paso m¨¢s en la misma direcci¨®n. Sus compa?eros de partido le reconocen algunos m¨¦ritos, como los de estimular a las bases conservadoras y atraer la atenci¨®n p¨²blica en un momento en que Barack Obama se la roba toda.
Pero tambi¨¦n son conocidas por los dirigentes republicanos algunas de las fuertes carencias de Palin, las mismas que, seg¨²n los sondeos, lastraron la candidatura presidencial de John McCain: su radicalismo derechista y su desconocimiento de la alta pol¨ªtica.
Palin lleg¨®, por tanto, a Miami rodeada de una gran atenci¨®n, pero es extraordinariamente prematuro deducir que sali¨® de all¨ª convertida en la promesa de futuro de los republicanos. De hecho, el partido est¨¢ lejos a¨²n de encontrar un l¨ªder y de definir una estrategia para la pr¨®xima legislatura.
Las divisiones entre quienes quieren reforzar los principios conservadores que han dominado en los ¨²ltimos a?os y quienes proponen un discreto viaje hacia el centro se han acentuado tras el fracaso de McCain. Pero no son las ¨²nicas. A ellas se unen las diferencias entre los llamados conservadores fiscales y los conservadores morales, los halcones y las palomas de la pol¨ªtica exterior.
"No podemos competir y ganar como partido mayoritario", ha advertido Pawlenty, "mientras tengamos un d¨¦ficit tan grande como el que tenemos entre las mujeres, entre los hispanos, entre los afroamericanos y entre la gente de modestos recursos".
En EE UU, el l¨ªder del partido es el presidente de la naci¨®n o el candidato a la presidencia. Cuando se carece de ambas figuras, el partido vive en un vac¨ªo que llenan las figuras m¨¢s destacadas. Palin es la celebridad reconocida. Pawlenty es el s¨ªmbolo de la modernizaci¨®n y el relevo generacional. Y es imprescindible mencionar en esta lista a Mitch McConnell, quien tras su sonora victoria en Kentucky se ha convertido en l¨ªder republicano en el Senado.
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