"No soy ninguna hero¨ªna por vencer un c¨¢ncer"
Amanece en Madrid, en un hostal del centro, La Antigua Posada del Pez. Le guste o no, ¨¦sta ya es casi como su segunda ciudad, despu¨¦s de M¨¢laga. Porque va y viene sin cesar. Porque s¨®lo hace unas horas estaba en el Cardamomo, un garito de flamenco en la calle Echegaray, apoyando a sus m¨²sicos en un proyecto llamado M¨¦todo de caj¨®n. All¨ª, escondida entre la multitud y huyendo de todo protagonismo. Desde que Lamari (34 a?os) tom¨® sola las riendas de Chambao, su grupo de flamenco chill out o "flamenco de aquella manera", ha recorrido m¨¢s de medio mundo. No hace tanto de aquello. Unos cuatro a?os, desde Pokito a poko (2005), el disco que la encumbr¨®. Y poquito a poco es como ella se ha ido haciendo el hueco y dirigiendo su vida, cada vez con m¨¢s determinaci¨®n y acierto (discos de platino, nominaciones a los Grammy de este a?o, Premios de la M¨²sica...).
La cantante de Chambao renace tras su enfermedad y adem¨¢s compone
Hoy, mientras termina la gira de su ¨²ltimo disco, Con otro aire (2008), ¨¦ste ya s¨ª creado completamente en solitario, desayuna un caf¨¦ con tostadas de aceite y tomate, rodeada de los suyos. Caras de sue?o y de resaca tras una noche m¨¢s larga de lo previsto. Risas y an¨¦cdotas de bar. El desayuno es sagrado. A Lamari no le gusta que la interrumpan cuando est¨¢ comiendo y hoy se le atraganta un poco la sesi¨®n de fotos.
"Me ha costado no verme usurpadora de nada por quedarme aqu¨ª, en Chambao", dice cuando empieza a rememorar ese momento en que el grupo se desgajaba y dejaba atr¨¢s a sus componentes primigenios: Edy y Dani. "Les llamo, se echa de menos a la gente, sobre todo cuando empezaste una gran aventura con ellos, y siento ganas de contarles lo que me pasa en este camino que ahora hago sola". Pero ese conflicto lo ha resuelto: "Cada uno elige su senda y decide c¨®mo quiere vivir las oportunidades que le da la vida".
En estos a?os le han pasado muchas cosas. Lleg¨® el ¨¦xito y, parad¨®jicamente, junto a ¨¦l, una gran amenaza con nombre de c¨¢ncer. "Doctor, ?qu¨¦ hay que hacer?". Y lo hizo. Y se le cay¨® el pelo y le volvi¨® a crecer. Y escribi¨® un libro (Enamor¨¢ de la vida, aunque a veces duela), "para echarlo todo pa fuera, pa que se quedara ah¨ª, pa quitarme de encima esa historia y porque me dio la gana, no me siento ninguna hero¨ªna por haber vencido un c¨¢ncer", dice huyendo de todo drama y defendiendo una determinada manera de vivir la vida. Y viaj¨® de Inglaterra, a Turqu¨ªa, pasando por toda Latinoam¨¦rica, y trabaj¨® con Bebe, Elbicho, Jarabe de Palo, Ricky Martin... Y luego tambi¨¦n se enamor¨® y se cas¨® y se divor... "Pens¨¦ que ¨ªbamos a vivir la vida juntos pero...".
Todas esas vivencias la cambiaron, por dentro y por fuera. Y lleg¨® el momento de asumir un nuevo reto "de tirar pa lante". Y lleg¨® el miedo: "Ahora te toca a ti sola Mari, y yo no compon¨ªa, yo no s¨¦ de m¨²sica...". "?Te vas de aqu¨ª y chapas?, ?te apoyas en alg¨²n compositor o letrista? ?O te vas a lanzar?", se pregunt¨®. Y se lanz¨®.
En mayo de 2007 junt¨® las melod¨ªas tarareadas que hab¨ªa grabado en su m¨®vil, todas las ideas que hab¨ªa ido apuntando "por ah¨ª" y se sent¨® en su casa de M¨¢laga, "mi sitio, donde no soy Lamari de Chambao, sino la Mari, a secas". Y empez¨® a darle forma a esos recortes y sali¨® Con otro aire. ?Y ahora qu¨¦? "?Ahora? Mantenerme y seguir creciendo sin que eso signifique tener m¨¢s de lo que tengo".
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