Camino de oto?o puro
Un sendero salpicado de arroyos y esculturas en la provincia de Salamanca
Todos los colores de la naturaleza: amarillos en sus infinitas variedades, dorados, ocres, verdes, c¨¢rdenos. Los frutos de la tierra: casta?as, uvas, manzanas, moras, madro?os, setas. Y el silencio. La umbr¨ªa. El azul del cielo abri¨¦ndose paso entre la mara?a de troncos, hojas y ramas. La soledad. O la compa?¨ªa, si es lo que buscamos.
Y los bancales, los huertos, las vi?as, los puentes de piedra, el musgo, el verd¨ªn, la yedra. Y el monte, cuando asoma. Y el agua. Por algo se llama Camino del Agua.
Un camino circular que enlaza Mogarraz con Monforte de la Sierra, Monforte de la Sierra con Mogarraz, sin soluci¨®n de continuidad. En parte, siguiendo viejas rutas de arrieros -oficio muy popular en la comarca- que atraviesan este parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, en Salamanca; en parte, utilizando el trazado del sendero GR-10, que une Valencia con Lisboa.
01 En oto?o
El oto?o es una de las mejores ¨¦pocas para recorrerlo. El suelo cuajado de hojas, apenas holladas, de los ¨¢rboles que jalonan el itinerario: casta?os, robles, alisos, nogales, acebos. El aire, limpio como siempre, pero tal vez un poquito m¨¢s por las lluvias que se derraman cada tanto. La atm¨®sfera, transparente. La temperatura, grata y tan amable que hasta nos permite abrigarnos. Y la luz, ideal para fotografiar o simplemente para mirar.
Por esta vez, la mano del hombre no ha ca¨ªdo como una zarpa, como una garra sobre la naturaleza. Todo lo contrario. La ha ido salpicando de obras de arte, seis propuestas que son s¨®lo el inicio de un proyecto de largo alcance que busca, seg¨²n Francisca S¨¢nchez, diputada de turismo y patrimonio de la Diputaci¨®n de Salamanca, "convertir la Sierra de Francia en una referencia nacional de Land art". Desde ah¨ª, desde esa combinaci¨®n arte-tierra, desde ese objetivo de conjugar creaci¨®n art¨ªstica y naturaleza, hay que entender los trabajos que enriquecen el Camino del Agua.
Eso, por lo que se refiere al ¨¢mbito de la comprensi¨®n racional. El otro, el de las emociones, el de los sentidos, no necesita demasiadas explicaciones. Basta con descubrir (y sorprenderse y dejarse sorprender) al lado de piedras ¨²tiles y centenarias, sobre unas pe?as, en un quiebro del sendero, de repente o vislumbrado desde lejos, esculturas e intervenciones art¨ªsticas que nos hablan de seres mitol¨®gicos como Serena, de Virginia Calvo, junto al puente de Monforte y al lado del charco de la Mora, con su leyenda incluida; o de la desaparici¨®n (tragadas, tras su abandono, de nuevo por el bosque) de arraigadas formas de cultivo, como esos escalones ganados a la sierra para convertirlos en bancales, que aqu¨ª llaman paredones, cuya esforzada creaci¨®n homenajea Florencio Ma¨ªllo con su Cruz de Mingo Molino, situada en el mirador de Mogarraz.
02 El camino
En cuanto al camino, son unos siete kil¨®metros de escasa dificultad; un paseo, con calma, de unas dos horas y media, que se puede extender a voluntad hasta el infinito. En el sentido de la marcha o en direcci¨®n contraria, familias con ni?os activos, parejas tranquilas, alguien que ajusta el paso al de su perro, o viceversa; grupos de amigos que van recogiendo casta?as, tratando de identificar hongos y setas, juntando hojas (a cual m¨¢s bella, ?y gratis!). La buena se?alizaci¨®n y los paneles informativos, mapas y planos de situaci¨®n facilitan la grata tarea.
Desde Mogarraz, el camino viejo de Monforte, usado secularmente, adentra al senderista en la naturaleza hasta sentirse totalmente envuelto por ella. Bajadas espectaculares, puentes, cascadas, leve crujido de hojas secas, rumor del agua. Hermosos nombres: Pasaeras del Bocino, puente de Las Tizneras, arroyo Milano. En medio del silencio se escucha toda la vida pasada, todas las labores, el tr¨¢nsito, la mudanza; pero tambi¨¦n las enraizadas creencias, los mitos colectivos, muchos de los cuales todav¨ªa perviven en esta Sierra de Francia.
En un momento, el camino emerge de la umbr¨ªa, de lo profundo, se encarama levemente hacia el asfalto en un peque?o tramo de la carretera y sale al encuentro de un mirador desde el que se disfruta una magn¨ªfica vista del arm¨®nico y monumental caser¨ªo de Mogarraz. La afilada escultura en bronce de Alfredo S¨¢nchez S/T se clava en el mirador como una flecha de paz.
03 El pueblo
La ortodoxia del recorrido puede, y debe, romperse en un peque?o desv¨ªo hasta Monforte, que se deja caer suavemente por una ladera, mientras la poderosa torre de la iglesia de San Miguel emerge sobre el conjunto, bien conservado. Con 97 habitantes, las gentes de Monforte de la Sierra lanzan desde su p¨¢gina web una esperanzada llamada: "Si sabe algo sobre la talla robada, por favor, contacte con nosotros para poder recuperarla. Nos gustar¨ªa encontrarla y devolverla a su altar". Una aciaga noche de 28 de diciembre, en los a?os noventa, el Cristo de la Agon¨ªa, talla policromada del siglo XIV, pas¨®, por desgracia, a llamarse Cristo Robado.
De nuevo en esta senda de vida y agua, vi?as, puentes, valle, descanso junto al arroyo (los tres que surcan la ruta confluyen bajo la piedra del Pont¨®n) y el c¨ªrculo perfecto que se cierra sobre s¨ª mismo para volver a asomarse a Mogarraz.
"Esto es el para¨ªso", dicen, al pasar, unos caminantes.
Si no lo es, merecer¨ªa serlo.
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Gu¨ªa
Dormir
? El Balc¨®n de Mogarraz (923 41 81 04; www.elbalcondemogarraz.com). Plaza Mayor, s/n. La doble, desde 45 euros. Sorprendente cocina.
? Hotel SPA Villa de Mogarraz (923 41 81 80; www.hotelspamogarraz.com). Carretera de La Alberca, s/n. Mogarraz. Hotel de cuatro estrellas. La doble, 100 euros. Tiene restaurante, el Asador Don Mauro.
Comer
? Bar San Miguel (923 41 81 88). Monforte de la Sierra.
? Mirasierra (923 41 81 44, www.restaurantemirasierra.com). Miguel ?ngel Maillo, 58. Mogarraz. Unos 30 euros.
Informaci¨®n
? Ayuntamiento de Mogarraz (923 41 81 09; www.mogarraz.es).
? Ayuntamiento de Monforte de la Sierra (923 41 80 01; www.dipsanet.es/usr/monforte).
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