Un Madrid desquiciado
Los silencios de Schuster irritan al vestuario, su intervencionismo le confunde - En Valladolid tuvo que rectificar su desesperada apuesta por Javi Garc¨ªa y Van der Vaart como extremo
A Bernd Schuster buena parte de su plantilla le recrimina en privado que no dialoga, que se escuda en largos silencios, que no debate nunca sobre cuestiones t¨¢cticas. Esta semana, a petici¨®n de los capitanes, intervino. Charl¨® durante dos horas y pidi¨® compartir las responsabilidades. Se le invit¨® a reaccionar y reaccion¨®. Pero lo hizo de la peor forma porque el equipo que jug¨® en Valladolid el s¨¢bado en nada mejor¨® al que se hab¨ªa visto contra el Almer¨ªa, el M¨¢laga, la Juve y el Real Uni¨®n de Ir¨²n. Est¨¢ tan angustiado con la imagen de t¨¦cnico ausente que transmite que en la sala de prensa de Pucela repiti¨® una y otra vez: "He estado de pie todo el partido".
Adem¨¢s de una reacci¨®n, el Madrid necesitaba un golpe de efecto el s¨¢bado y eso, en la cabeza del t¨¦cnico alem¨¢n, se tradujo en un ataque de nervios. Mir¨® al fondo del vestuario y coloc¨® a Javi Garc¨ªa en el centro del campo en perjuicio de Sneijder, el medio con m¨¢s gol de la plantilla. Sin Van Nistelrooy, no alter¨® el sistema (4-3-3), aunque para ello Higua¨ªn tuviera que purgar de nuevo como extremo, Van der Vaart situarse como winger postizo y Ra¨²l, que nunca ha sido ariete, enquistarse como tal. El holand¨¦s, que ha jugado de media punta toda su vida, se pas¨® el partido resoplando.
"Siempre lo mismo", exclam¨® el entrenador tras el gol de la derrota en Zorrilla
El planteamiento de Schuster era tan descabellado que ¨¦l mismo se dio cuenta. Y tuvo que recular. Primero quit¨® a Van der Vaart (por Sneijder), luego a Marcelo (por Drenthe) y, cuando quedaban diez minutos para el final, a Javi Garc¨ªa (por Saviola). En el banquillo s¨®lo quedaban Dudek, dos laterales y Bueno, un canterano. Pero el entrenador del Madrid, que sigue los partidos del filial por la tele, seg¨²n Miguel ?ngel Portugal, miembro de la secretar¨ªa t¨¦cnica, no cuenta con el vivero de Valdebebas. Ni en los momentos de extrema necesidad recurre a los j¨®venes, aunque sea como un reactivo. Bueno, media punta del Castilla, el ¨²nico jugador que no vive con el grupo a diario, que no se ha contagiado de la dejadez que sufre el equipo y que podr¨ªa haber aportado algo de frescura, permaneci¨® sentado en el banquillo. Y eso que el viernes Schuster dijo que el canterano era una "buena opci¨®n" para Valladolid.
La charla entre los jugadores y el t¨¦cnico y el ambiente de optimismo que todos se empe?aron en transmitir a lo largo de la semana no se vieron reflejados en el campo. Schuster lo advirti¨®: "Ya veremos si est¨¢n comprometidos". Lo que sonaba a mensaje para presionar a sus jugadores se tradujo en una especie de rendici¨®n. La prueba de que nada ha cambiado es la frase que exclam¨®, impotente, tras el gol de Canobbio: "Es siempre lo mismo". Y, efectivamente, Heinze entrega el carril izquierdo, los centrales y Gago acercan su trasero a la porter¨ªa de Casillas y el Canobbio de turno dispara libre de marcaje.
El equipo vive en un estado de desquiciamiento colectivo y el t¨¦cnico, que se supone deber¨ªa levantar el ¨¢nimo de la tropa, ha bajado los brazos desde hace meses. Por mucho que asegure al presidente, Ram¨®n Calder¨®n, que puede con todo, el d¨ªa a d¨ªa cuestiona su mensaje. Schuster lanz¨® una serie de quejas que ni el presidente ni la direcci¨®n deportiva quisieron ver. Primero fue en Irdning (Austria) durante la pretemporada. "Aqu¨ª nadie me dice nada en tema de fichajes", se quej¨® el t¨¦cnico. En el partido de ida de la Supercopa espa?ola, en Valencia, sent¨® a Ramos en el banquillo para demostrar que M¨ªchel Salgado, un veterano de 33 a?os, era el ¨²nico recambio en el lateral derecho. Dos semanas despu¨¦s, en A Coru?a, irrumpi¨® en la sala de prensa diciendo: "Yo mir¨¦ a la izquierda en el banquillo y no hab¨ªa nadie". Hab¨ªa sustituido a Ra¨²l por Drenthe.
Con Pepe y Van Nistelrooy en plenitud y algunos apuntes de Robben, el alem¨¢n ha aguantado. Eso s¨ª, a su manera, lament¨¢ndose por los arbitrajes, acusando a la prensa de malinterpretar sus palabras y haciendo cortes de manga. Ahora parece haber tocado fondo, sentirse impotente por la dejadez del club durante el pasado verano. Su malestar con la instituci¨®n le ha bloqueado y en la plantilla se observa un desquiciamiento general. En Valladolid fue elocuente: Casillas, el chico tranquilo, peg¨® un pu?etazo involuntario a Javi Garc¨ªa y un balonazo a Cannavaro; Higua¨ªn, el m¨¢s en forma de la plantilla, lleg¨® a pensar que iba a ser sustituido cuando el cuarto ¨¢rbitro mostr¨® el panel con el 20 (se refer¨ªa a Canobbio); Heinze se gan¨® dos tarjetas en dos minutos, y el Madrid acab¨® la faena con un centro de Saviola a la cabeza de Drenthe. Mayor confusi¨®n, imposible.
D¨ªa libre para el t¨¦cnico y se entrenan cuatro voluntarios
El d¨ªa despu¨¦s de la eliminaci¨®n de la Copa del Rey fue el Real Uni¨®n quien acudi¨® a entrenarse a los campos de Valdebebas. Ayer, tras la derrota en Valladolid, s¨®lo cuatro voluntarios asomaron por la ciudad deportiva en la jornada libre para el Madrid que hab¨ªa previsto de antemano Bernd Schuster. Tres jugadores lesionados, Pepe, Metzelder y Diarra, y el canterano Javi Garc¨ªa.
En la semana de amistosos internacionales, Schuster hab¨ªa decidido conceder dos d¨ªas libres a la plantilla. No contaba con la derrota contra el Valladolid, claro. A Pedja Mijatovic, director deportivo, no le pareci¨® una buena idea. Tanto que el s¨¢bado baj¨® a los vestuarios del equipo y pidi¨® al t¨¦cnico que cambiara de plan para los pr¨®ximos d¨ªas. Y ¨¦ste lo cambi¨® a medias. Habr¨ªa entrenamiento, s¨ª, pero voluntario.
A la cita acudieron cuatro jugadores y tres de ellos est¨¢n siguiendo un plan de recuperaci¨®n. Lo hicieron sin la presencia de Schuster. El alem¨¢n tambi¨¦n se tom¨® el d¨ªa libre.
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