Las bases de ETA descartan el ataque frontal a Francia
La militancia etarra dice que no tiene capacidad para "sostener esa l¨ªnea"
Aunque persiste como tentaci¨®n latente en el seno de ETA, la posibilidad de atacar frontalmente al Estado franc¨¦s ha sido nuevamente descartada por la organizaci¨®n terrorista. En un debate interno celebrado recientemente, la mayor¨ªa de los activistas consultados, tanto los operativos como los encarcelados, ha rechazado, y no por falta de ganas, la opci¨®n de extender el terrorismo a territorio franc¨¦s. "Es un paso que no se deber¨ªa llevar a cabo mientras tengamos las bases estructurales en el Estado franc¨¦s. Hoy por hoy, no tenemos capacidad para sostener esa l¨ªnea", se indica, a modo de s¨ªntesis, en la "aportaci¨®n" de un grupo de militantes.
Por muchas ampollas que le produzca la colaboraci¨®n judicial y policial francesa, reflejada en los 40.000 carteles que muestran a los etarras m¨¢s buscados, ETA sabe muy bien que la apertura del "frente franc¨¦s" llevar¨ªa al Gobierno de Par¨ªs a multiplicar los efectivos que dedica hoy a su persecuci¨®n. Y teme tambi¨¦n que se precipitar¨ªa la ilegalizaci¨®n de Batasuna y se desbaratar¨ªa la estrategia de la "acumulaci¨®n de fuerzas soberanistas" concretada actualmente en la coalici¨®n Euskal Herria Bai, formada por Abertzaleen Batasuna (AB), Euskal Alkartasuna (EA) y Batasuna.
"?Qu¨¦ sucede para que haya tantas detenciones?", se pregunta la banda
Estas cautelas son compatibles con el apoyo un¨¢nime al despliegue en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s de grupos de kale borroka (violencia callejera) del estilo de Irrintzi y Euskal Herria ez da Salgai (Euskal Herria no se vende), destinados a chantajear al Gobierno de Par¨ªs. En las bases militantes no faltan quienes alertan del riesgo de asumir en nombre de ETA las acciones de estos grupos ni los que respaldan los asesinatos de los dos guardias civiles de Capbreton, atribuidos a Txeroki.
?stos proponen que sea secundada la iniciativa del hasta ahora jefe militar de ETA y que se "ejecute" a los polic¨ªas espa?oles que trabajan en suelo franc¨¦s. En la casi totalidad de los escritos subyace la idea, obsesiva, de que ETA y Batasuna deben fortalecerse como colectivo armado a trav¨¦s de la "acumulaci¨®n de fuerzas" pol¨ªticas para obligar al Estado espa?ol a negociar. Se subraya, as¨ª, la necesidad de incrementar de "forma cualitativa" la actividad terrorista con atentados que "resulten imprevisibles" para el Estado y que "tengan capacidad de condicionar la situaci¨®n pol¨ªtica".
Sin embargo, una parte significativa de las bases muestra grandes dudas sobre la capacidad real de la Organizaci¨®n. "El enemigo es capaz mediante la represi¨®n de condicionar nuestra actividad armada" (...) "?Qu¨¦ sucede para que haya tantas detenciones? ?Est¨¢ comida la Organizaci¨®n?" (...) "Si no es suficiente con lo que hacemos, tenemos que pensar en cambiar". (...) "No estamos en Irlanda del Norte, ni en la selva latinoamericana", son algunas de las aportaciones al debate.

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