Los restos del naufragio de don V¨ªctor y do?a Pepita
Una exposici¨®n rememora el hundimiento del 'Titanic' en 1912
Aqu¨¦l iba a ser un viaje inolvidable. V¨ªctor y Pepita eran una pareja deslumbrante. J¨®venes, apuestos e inmensamente ricos. ?l, don V¨ªctor Pe?asco y Castellana, de 24 a?os, nieto de un poderoso comerciante y sobrino de Jos¨¦ Canalejas, primer ministro de Alfonso XIII. Ella, do?a Mar¨ªa Josefa P¨¦rez de Soto y Vallejo, nieta de uno de los grandes financieros de Espa?a. Se acababan de casar, el 8 de diciembre de 1910, uniendo una fortuna de bancos, acciones y fincas en Madrid. Como luna de miel recorrieron la Europa m¨¢s exclusiva durante un a?o y medio: el casino de Montecarlo, la ?pera de Viena, el Gran Hotel de Biarritz, el Covent Garden, en Londres, y el Maxim's en Par¨ªs. Una gira de lujo de 290.000 pesetas de 1912 (unos 670.000 euros de ahora). En la Ciudad de la Luz les llam¨® la atenci¨®n la publicidad de un nuevo transatl¨¢ntico que iba a zarpar de Southampton a Nueva York. Era una maravilla. El m¨¢s grande, r¨¢pido y seguro, seg¨²n se dec¨ªa. El colof¨®n perfecto para su luna de miel.
El itinerario recrea algunas dependencias del transatl¨¢ntico
Aquel buque se llamaba Royal Mail Steamship Titanic. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 15 de abril de 1912, choc¨® contra un iceberg y, en cuesti¨®n de tres horas, se hundi¨® en el Atl¨¢ntico. Pepita se salv¨®, pero V¨ªctor no. "Cedi¨® su sitio en el bote salvavidas a una mujer con un ni?o en brazos y se qued¨® en el barco", recuerda por tel¨¦fono desde Huelva Elena Ugarte, sobrina nieta de V¨ªctor Pe?asco. El pasaje sumaba 2.228 personas; fallecieron m¨¢s de 1.500. De las pertenencias de don V¨ªctor y do?a Pepita no se ha recuperado nada, pero de algunos otros s¨ª.
La tragedia se rememora en la exposici¨®n Titanic. Objetos reales, historias reales, que re¨²ne 230 objetos recuperados del fondo del oc¨¦ano por la compa?¨ªa RMS Titanic Inc. "Lo m¨¢s importante del naufragio fue la historia de los pasajeros y la tripulaci¨®n, y nada lo cuenta mejor que sus pertenencias", se?al¨® Cheryl Mur¨¦, directora de educaci¨®n de la compa?¨ªa, durante la presentaci¨®n.
As¨ª, la muestra se detiene en los frascos de esencias del perfumista ingl¨¦s Adolphe Saalfeld, que sobrevivi¨® al hundimiento. Sus recipientes a¨²n desprenden parte de olor, a pesar de haber pasado casi 90 a?os sumergidos. Tambi¨¦n se exhiben un billetero de piel, una pitillera, billetes, chaquetas, bolsos y monedas internacionales. Incluso los naipes del pasajero Howard A. Irwin y la partitura que tocaba la orquesta mientras todo se iba a pique. Son el testimonio de las vidas perdidas.
El itinerario, que recrea algunas de las dependencias del transatl¨¢ntico, se complementa con los restos de la maquinaria y el mobiliario del buque. Desde el tel¨¦grafo para transmitir las ¨®rdenes de mando a las baldosas de las ba?eras de primera clase y el lavabo basculante de segunda clase (sin agua corriente). Impresiona el conjunto de fuentes de horno encontradas en el fondo marino perfectamente alineadas. La madera del armario en que se hallaban se pudri¨® y desapareci¨® con el tiempo, dejando las fuentes en orden.
En una de las salas centrales se expone el submarino Ifremer, que ha participado en algunas de las siete expediciones que ha llevado a cabo la compa?¨ªa desde 1994. En total, se han recuperado cerca de 5.500 objetos. Un legado que testimonia la experiencia personal de las v¨ªctimas de uno de los mayores naufragios de la historia.
Titanic. Objetos reales, historias reales. A partir del 20 de noviembre. Plaza de Col¨®n, esquina calle de Goya, 5-7. Abierto todos los d¨ªas. Entrada: 14,50 euros (16,50, fines de semana y festivos)
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