Los actores de Hollywood amenazan con ir a la huelga
120.000 int¨¦rpretes deber¨¢n decidir mediante votaci¨®n
Otra huelga amenaza seriamente a Hollywood. Pero esta vez no son los guionistas -como ocurri¨® el pasado invierno durante casi tres meses-, sino que podr¨ªa ser mucho m¨¢s grave porque paralizar¨ªa toda la industria: son los 120.000 actores asociados al Screen Actors Guild (SAG), el poderoso sindicato de int¨¦rpretes al que pertenecen desde extras an¨®nimos hasta Nicole Kidman o Sean Penn.
El contrato entre actores y productores expir¨® en junio y despu¨¦s de cuatro meses de negociaciones infructuosas entre el SAG y la Alliance of Motion Pictures and Television Producers (que agrupa a todos los grandes estudios), los representantes de los actores anunciaron el s¨¢bado que comenzar¨¢n una campa?a de concienciaci¨®n entre sus miembros para votar a favor de una huelga. Si se aprueba, entre sus v¨ªctimas podr¨ªan estar la ceremonia de entrega de los Globos de Oro -que el a?o pasado sucumbi¨® a la huelga de guionistas- y la de los Oscar -que se salv¨® in extremis con un acuerdo entre las partes-.
Sobre la mesa, una vez m¨¢s, el conflicto creado por la aparici¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas: los productores quieren que el SAG les permita utilizar a actores no sindicados para producciones creadas directamente para Internet y adem¨¢s les pide que renuncien a las ganancias residuales cuando su trabajo se distribuya online.
P¨¦rdidas de 2.000 millones
"Nos piden que bendigamos un sistema que podr¨ªa significar el principio del fin de los beneficios residuales y eso es una idea que asusta a muchos actores", afirm¨® Doug Allen, director ejecutivo del SAG y uno de los negociadores. Seg¨²n el sindicato, la mitad de sus miembros sobreviven precisamente gracias a esos beneficios y eliminarlos de Internet (cuando el futuro del cine y la televisi¨®n parece estar precisamente en esa plataforma) significar¨ªa su sentencia de muerte. Ese conflicto llev¨® a los guionistas a la huelga el pasado a?o y que origin¨® unas p¨¦rdidas de 2.000 millones de euros.
Cuando comenzaron las negociaciones con los actores el pasado verano, el comit¨¦ nacional de direcci¨®n del SAG aprob¨® convocar una huelga si no se avanzaba. Cuando el pasado s¨¢bado de madrugada se supo que, tras 27 horas de discusiones ininterrumpidas y pese a los esfuerzos del mediador, Juan Carlos Gonz¨¢lez, las conversaciones se hab¨ªan roto, el SAG habl¨® claro: vamos a la huelga. No obstante, la ¨²ltima palabra la tienen los actores, que ser¨¢n llamados a votar en las pr¨®ximas semanas y que tendr¨¢n que aprobar la protesta de forma mayoritaria: para que se haga efectiva se necesita el 75% de los votos.
Sin embargo, dado el catastr¨®fico clima econ¨®mico que se vive en EE UU, el SAG va a tener que hacer una muy buena campa?a si quiere convencer a sus miembros de la necesidad de una protesta que no s¨®lo les afectar¨ªa a ellos, sino a toda la industria. La crisis es una baza poderosa para los actores, conscientes de que los estudios no quieren hundir a¨²n m¨¢s sus finanzas, pero tambi¨¦n es un arma de doble filo puesto que dada la situaci¨®n es posible que otros sindicatos no quieran apoyarles.
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