Estrategia de seguridad

La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, present¨® ayer ante la Comisi¨®n correspondiente del Congreso la directiva de defensa nacional que regir¨¢ la actuaci¨®n de su departamento durante la legislatura. El texto contiene 26 directrices y un compromiso: la elaboraci¨®n de una estrategia de seguridad que integre actuaciones civiles, militares, diplom¨¢ticas y hasta tecnol¨®gicas que permitan dar una respuesta global a los problemas de seguridad: tanto los propiamente b¨¦licos como los de terrorismo de masas del mundo actual. E incluso a formas nuevas de delincuencia internacional como la pirater¨ªa naval, sobre la que tambi¨¦n inform¨® ayer Chac¨®n.

La ministra cumpli¨® con su compromiso de presentar y someter a debate la directiva en el Parlamento, aunque es un documento que aprueba el presidente del Gobierno (y no el Parlamento) tras su paso por el Consejo de Defensa Nacional, ¨®rgano asesor del presidente que se re¨²ne el 15 de diciembre bajo la presidencia del Rey.

En la directiva hay una menci¨®n a la "potenciaci¨®n de una relaci¨®n s¨®lida y equilibrada de cooperaci¨®n con Estados Unidos". El relevo en la Casa Blanca ofrece una oportunidad para asentar sobre bases menos movedizas los compromisos de Espa?a en misiones internacionales en las que el peso de Estados Unidos es decisivo. Obama considera una prioridad actuar en Afganist¨¢n, y es muy probable que solicite un compromiso suplementario de los aliados presentes en aquella regi¨®n.

No es casual que la directiva contenga una menci¨®n espec¨ªfica a Afganist¨¢n. Si esa solicitud se plantea, ser¨¢ necesario redefinir los objetivos de la intervenci¨®n que, en medio de la creciente ofensiva talib¨¢n, ya no ser¨ªa, o no s¨®lo, de "reconstrucci¨®n" del devastado pa¨ªs. Y que requerir¨ªa seguramente de una autorizaci¨®n expresa del Congreso, de acuerdo con lo establecido en la nueva Ley de Defensa Nacional, y un desbordamiento del tope m¨¢ximo de 3.000 soldados desplazados en el exterior.

La referencia de la directiva a "una relaci¨®n m¨¢s equilibrada" con Estados Unidos est¨¢ relacionada tambi¨¦n con la asimetr¨ªa del convenio de defensa entre ambos pa¨ªses, cuya vigencia finaliza en 2010: mientras que para Espa?a tiene rango de tratado (lo que implica el aval del Congreso) para Estados Unidos es un convenio entre Gobiernos; ese desequilibrio ha tenido efectos pr¨¢cticos a la hora de concretar ciertos compromisos que requerir¨ªan el acuerdo del Congreso estadounidense.