Auras y juegos
Las fotograf¨ªas de Eug¨¨ne Atget, August Sander, Lewis Hine, Walker Evans, Edward Steichen, Berenice Abbott, Dorotea Lange u Ortiz Echag¨¹e, que se?alan el alt¨ªsimo nivel art¨ªstico de Archivo universal, est¨¢n rodeadas de aura, un fen¨®meno que se puede explicar en t¨¦rminos de t¨¦cnica: vemos la luz que lucha esforzadamente por salir de la oscuridad, la imperturbable quietud de los vol¨²menes, la suma precisi¨®n en el breve instante en que se captura la cohesi¨®n de las formas; el extra?amiento que produce cualquier detalle, la grandeza de una expresi¨®n, el experimento y la did¨¢ctica, los atlas humanos...
El aura, la "irrepetible aparici¨®n de una lejan¨ªa, por cerca que pueda encontrarse" (Benjamin) est¨¢ reservada s¨®lo para los "ojos solares"... Frente a esa trama invisible de espacio y tiempo, las im¨¢genes de Sandra Balsells, Patrick Faigenbaum, Ana Muller, Manolo Laguillo, Andrea Robins, Max Becher, Gilles Saussier, Jean Louis Schoelkopt o Ahlam Shibli carecen de misterio y sinton¨ªa con la realidad. No hay pensamiento, ni intuici¨®n. Y sin embargo, todas forman parte de la misma mnemosyne, ya que de la mano de Jorge Ribalta y Joan Roca luchan por compartir la condici¨®n de documento y utop¨ªa fotogr¨¢fica. Los comisarios de Archivo universal han reunido para el Macba cerca de 2.000 documentos -m¨¢s de la mitad son vintages- de 250 autores. El resultado es abrumador, ya desde las primeras salas, con algunos trabajos que marcan el nacimiento de la fotograf¨ªa y su constelaci¨®n de relatos sobre la genealog¨ªa de las misiones fotogr¨¢ficas hist¨®ricas, el documental reformista, el movimiento de la fotograf¨ªa obrera, las exposiciones de propaganda y los proyectos etnogr¨¢ficos y de documentaci¨®n de ciudades. La s¨ªntesis del recorrido lo marca el rastreo del documento y su relaci¨®n con el realismo en fotograf¨ªa y cine a lo largo del siglo XX.
Uno de los ¨¢mbitos m¨¢s interesantes de la muestra es el que describe la deriva fotogr¨¢fica del primer posmodernismo, resultado del impacto de las pr¨¢cticas conceptuales y del cine de vanguardia, cuando esta pr¨¢ctica dej¨® de ser un espejo fiel e inocente y se revel¨® como construcci¨®n discursiva e instrumento de manipulaci¨®n ideol¨®gica a trav¨¦s de los media. La cr¨ªtica al realismo fotogr¨¢fico tuvo en Allan Sekula, Martha Rosler y Chris Marker a algunos de los mejores des-articuladores del canon formalista moderno al introducir nuevas formas de narraci¨®n y textualidad.
Siguiendo el rastro de la autenticidad, descubrimos el trabajo de Joan Colom sobre el barrio chino barcelon¨¦s, una pieza entra?able que har¨ªa que algunos videoartistas que rellenan las bienales internacionales se sintieran como simples aficionados: se trata de una pel¨ªcula sin sonido, hecha all¨¢ por los sesenta, donde seguimos el deambular de un marinero entre las gentes ind¨®mitas, como un copo, lo mismo que la tormenta de nieve al agitar una bola de cristal.
Lo que viene despu¨¦s es, sencillamente, anecd¨®tico. S¨®lo los trabajos de David Goldblatt y Allan Sekula -los procesos de trabajo vinculados al transporte de mercanc¨ªas-, Xavier Ribas -el registro del ocio en las periferias- y Lothar Baumgarten -los monumentos de la arquitectura industrial en el cambio de siglo- cumplen con esa "alada cohesi¨®n" del momento capturado capaz de lleva esa aura a la misi¨®n fotogr¨¢fica para la que fueron llamados: retratar la Barcelona de hace dos d¨¦cadas, cuando ya "ha cruzado el l¨ªmite con lo que ya no es y se convierte en otra cosa, en una ciudad diferente".
Tras el Gran archivo, una locomotora con diferentes vagones aparece en escena. Unas calles m¨¢s abajo, en el Palau de la Virreina, Joan Fontcuberta despliega toda su artiller¨ªa pesada -y ligera-, propia del que sobreact¨²a -y teoriza- con pasmosa ingenuidad. Fontcuberta es un productor, un reproductor, un hiperproductor. Y puede que esto ¨²ltimo sea uno de sus puntos de flaqueza. En la exposici¨®n de La Rambla est¨¢ toda la obra -m¨¢s bien la teor¨ªa, a pesar del t¨ªtulo, De facto- "del menos literal y el m¨¢s literario de los fot¨®grafos", seg¨²n su comisario, Iv¨¢n de la Nuez.
Dieciocho proyectos articulan el recorrido como una mirada ir¨®nica a la funci¨®n de la imagen percibida como documento. M¨¢s que una muestra sobre fotograf¨ªa, lo que nos ofrece Fontcuberta es un gabinete de curiosidades de corte fant¨¢stico (?fantasioso?). Su "contravisi¨®n" es un modelo de cr¨ªtica de la representaci¨®n reconvertida en una entretenida clase de anatom¨ªa de la fotograf¨ªa. Sin complejos. Que todos los estudiantes vayan a verla. No es una exposici¨®n, son los juegos de un fil¨®sofo amateur en la oscuridad. -
Archivo universal. La condici¨®n del documento y la utop¨ªa fotogr¨¢fica moderna. Macba. Pla?a dels ?ngels, s/n. Barcelona. Hasta el 6 de enero. De facto. Joan Fontcuberta (1982-2008). Palau de la Virreina. La Rambla, 88. Barcelona. Hasta el 8 de febrero.
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