Imperecedero 'butoh'
M¨¢s sofisticado, con m¨¢s fragmentos coreografiados y con m¨¢s coqueteos con la cultura occidental vuelve a Barcelona, despu¨¦s de 26 a?os, Kinkan Shonen (La semilla del kumquat), del grupo japon¨¦s de butho Sankai Juku, sin duda uno de los mejores exponentes de este g¨¦nero de danza. Es la tercera vez que la formaci¨®n visita la ciudad.
El butoh, la danza contempor¨¢nea japonesa, que naci¨® como expresi¨®n del dolor colectivo tras la bomba de Hiroshima, cala profundamente en la sensibilidad del espectador barcelon¨¦s desde la visita, a finales de los a?os setenta, de otro de los iconos de este g¨¦nero, Kazuo Ohno. Le siguieron m¨¢s tarde Min Tanaka, Carlota Ikeda y el grupo Shizuku. Recientemente se ha celebrado el primer Festival de Butho organizado por la Casa As¨ªa. Entre los bailarines espa?oles, este estilo impregna la danza de Andr¨¦s Corchero.
KINKAN SHONEN (LA SEMILLA DEL KUMQUAT).
Compa?¨ªa Sankai Juku. Direcci¨®n y coreograf¨ªa de Ushio Amagatsu. M¨²sica de Yoichiro Yoshikawa. Mercat de les Flors. Barcelona, 27 de noviembre.
Kinkan Shonen es el primer espect¨¢culo de Ushio Amagatsu. Estrenado en 1978, fascin¨® al p¨²blico oriental y occidental, y fue en el a?o 2005 cuando decidi¨® retomarlo con algunos cambios. Esta versi¨®n es la que hasta ma?ana domingo se puede ver en el Mercat de les Flors. La noche de jueves entre el p¨²blico que llenaba el teatro se encontraban n¨²merosos espectadores que asistieron a la primera representaci¨®n de este espect¨¢culo en Barcelona. Entonces tuvo lugar en el teatro Romea, en merco del Memorial Xavier Reg¨¤s. Tanto los que repet¨ªan como los que asist¨ªan por primera vez a su representaci¨®n salieron hipnotizados por la belleza, el perverso erotismo y el dolor que destila esta imperecedera obra.
La escenograf¨ªa, formada por paneles cubiertos por numerosas colas de peces a las que acertados juegos de luces impregnan de mil tonalidades, cerca el espacio por el que su mueven el grupo de bailarines, calvos, cubiertos de polvos blancos y con un dominio del cuerpo sobrenatural. Son seres andr¨®ginos y sus caras muestran los efectos de la bomba at¨®mica. Su dolor, su ira, su angustia es un grito sordo, expresivo y ensordecedor que clava al espectador en la butaca hasta casi paralizarle el coraz¨®n.
Es un espect¨¢culo brillante en todas sus facetas, tambi¨¦n en la musical, con un excelente collage que mezcla diferentes estilos de m¨²sica, de la tradicional japonesa a la cl¨¢sica occidental, pasando por el jazz.
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