El capit¨¢n Cesc y san Ars¨¨ne
- "Ganar un partido es m¨¢s importante para la gente que capturar un pueblo en el Este". Joseph Goebbels, jefe de propaganda de Adolf Hitler
Aficionados del Arsenal han empezado a cuestionar a su entrenador, Ars¨¨ne Wenger. Lo hacen con dolor, con remordimiento, como si fueran cat¨®licos practicantes a los que les han asaltado dudas de repente sobre la existencia de Dios. Pero quieren creer en ¨¦l, quieren que el hombre que llaman saint Ars¨¨ne, san Ars¨¨ne, siga d¨¢ndoles motivos para creer en la felicidad eterna. Porque desde que Wenger lleg¨®, en 1996, el Arsenal ha logrado la combinaci¨®n perfecta, nunca vista en su larga historia, de muchos trofeos acompa?ados de jogo bonito. Por eso para el fan del Arsenal la vida sin Wenger no es vida. Es algo inimaginable. Es el desamparo, el fin de la esperanza, la muerte.
Lo que nos da la medida de la angustia que tienen que estar viviendo hoy aqu¨¦llos que empiezan a preguntarse si el ciclo Wenger quiz¨¢ ha llegado a su fin. La raz¨®n ha irrumpido en la fe. Ven que el Arsenal no ha ganado nada en tres a?os, que lo mejor que ha hecho en este tiempo es perder en la final de la Champions contra el Barcelona en 2006. Y esta temporada ha empezado especialmente mal. Ya han perdido cinco partidos y est¨¢n a 10 puntos del Chelsea, que va primero y que ha concedido s¨®lo cuatro goles contra los 18 que ha recibido el Arsenal. Hoy [16.00, Teledeporte] se miden los dos en el estadio del Chelsea, Stamford Bridge. Pero hay mucho m¨¢s en juego para el Arsenal. Si pierde, se habr¨¢ esfumado la ¨²ltima oportunidad que le queda de efectuar una resurrecci¨®n, de mantenerse en la carrera por el t¨ªtulo de la Premier League. Sobre el papel, el Chelsea tiene que ganar. Pero, como dijo una vez Bruce Arena, antiguo seleccionador estadounidense, el f¨²tbol no se juega sobre el papel, se juega sobre la hierba.
El enigma del f¨²tbol se demuestra una vez m¨¢s en el hecho de que el Chelsea est¨¢ sufriendo para llegar a la segunda fase de la Champions (tiene que ganar su ¨²ltimo partido para pasar) mientras que el Arsenal ya lo ha hecho. Otro dato: mientras que el Arsenal pierde inexplicablemente un fin de semana contra el reci¨¦n ascendido Stoke City, siete d¨ªas despu¨¦s gana al Manchester United, campe¨®n de Inglaterra y de Europa, en el mejor partido que se ha visto en el planeta Tierra este a?o.
El partido de hoy representa un choque de filosof¨ªas. El Chelsea del ruso Roman Abramovich se ha construido a base de fichar a jugadores consagrados con enormes sumas de dinero. El Arsenal, sobre el que Wenger ejerce un control papal, es un club en el que la estrategia consiste en identificar a j¨®venes promesas y criarlas y educarlas en la escuela de san Ars¨¨ne. Pocas cosas le pueden haber dado m¨¢s satisfacci¨®n a Wenger que ver c¨®mo esta temporada su segundo equipo, con un promedio de edad de 19 a?os, ha demolido a rivales curtidos de la Premier en la Carling Cup (Copa de la Liga). El espect¨¢culo ha sido glorioso para cualquiera que ame el f¨²tbol.
Y, aunque en la Liga la nota la ha puesto la decepci¨®n, Wenger no abandona sus principios. Esta semana nombr¨® a su nuevo capit¨¢n. Tiene 21 a?os, se llama Cesc F¨¢bregas, es catal¨¢n y define como nadie la ortodoxia wengeriana. Cesc, que cay¨® en manos de Wenger a los 16 a?os, es el franc¨¦s en el campo en su m¨¢s pura expresi¨®n: prolijo con el bal¨®n, m¨¢s inteligente que nadie y con unas ganas locas de ganar. Ya era el l¨ªder de facto del equipo; ahora lo es por galones. Hoy le piden un milagro al primer espa?ol en ser nombrado capit¨¢n de un gran club ingl¨¦s. Si gana el Arsenal, los fans le beatificar¨¢n a ¨¦l tambi¨¦n. Primero, san Ars¨¦ne; luego, san Cesc.
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