Guardiola y la t¨¢ctica de la siesta
Para Pep Guardiola, el t¨¦cnico del Bar?a, nada es casual. Si el equipo no durmi¨® el d¨ªa antes en Sevilla como acostumbra fue por algo. "Porque as¨ª Keita y Alves no se me distra¨ªan", empez¨® a enumerar; "porque prefiero que est¨¦n m¨¢s tiempo en su casa que en los hoteles y porque han podido echarse una siesta de cuatro horas". Razones de peso.
Messi no se acaba y Guardiola sabe exprimirlo como nadie. En la banda se adivina que tirar¨¢ hacia dentro para perfilarse por su pierna buena. Es tan r¨¢pido que nadie le caza por mucho que se sepan sus intenciones. Queda, sin embargo, un poco limitado porque s¨®lo tiene la mitad del campo. Guardiola, aplicado y estudioso, se ha inventado la argucia de situarle en la punta del ataque. Se doblan las posibilidades de salida a sus regates y los centrales quedan descolocados. Ante el Sevilla, ninguneado por Fernando Navarro, se hart¨® de la banda. Guardiola lo puso de falso delantero y marc¨® dos goles a pases de Xavi y Hleb.
"Ha sido un partido en el que han destacado las individualidades. Y Messi es el mejor del mundo", dijo Joan Laporta, presidente azulgrana. "?Qu¨¦ quer¨¦is que os diga de Leo?", se plante¨® Guardiola. "Pues eso, que se lo pase bien y disfrute. Le gustan los partidos grandes y tiene fuerza y personalidad", respondi¨®.
Eto'o, su compa?ero ideal en esta temporada, tampoco fall¨® con su oportunismo al cazar un bal¨®n muerto en el ¨¢rea. Parece haber recuperado la gazuza de anta?o y la capacidad para abrir el tel¨®n. Vio una cartulina amarilla que le acarrear¨¢ la suspensi¨®n en el pr¨®ximo partido, frente al Valencia, pero que le permitir¨¢ jugar despu¨¦s contra el Real Madrid y el Villarreal. "Samu nos ha ayudado mucho en la banda derecha. Tanto en la defensa como en los problemas ofensivos que hemos padecido", concluy¨® un risue?o Guardiola.
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