La homofobia divide a la ONU
La UE quiere que 60 pa¨ªses apoyen el fin de las condenas por orientaci¨®n sexual - El Vaticano se une al islamismo integrista contra una declaraci¨®n no vinculante
La declaraci¨®n para despenalizar la homosexualidad se cuece a fuego lento en las Naciones Unidas. Pero como indican fuentes diplom¨¢ticas metidas en la negociaci¨®n de este controvertido texto en Nueva York, el tiempo apremia, y aunque se producen avances, encontrar una zona de consenso no es f¨¢cil.
El objetivo es tenerla lista para el pr¨®ximo 18 de diciembre, un d¨ªa antes del receso de la Asamblea General. La iniciativa surgi¨® de Francia, como presidente de la Uni¨®n Europea. Pero ahora es asumida por sus 27 miembros. Adem¨¢s, es apoyada por otros tantos pa¨ªses latinoamericanos, asi¨¢ticos y africanos.
Las declaraciones de la Asamblea General no son jur¨ªdicamente vinculantes. Su valor es m¨¢s bien pol¨ªtico. Por eso, el prop¨®sito de la UE es conseguir el mayor n¨²mero de pa¨ªses firmantes, para darle peso. "Lo ideal ser¨ªa llegar a las 60 firmas" de 192 miembros, indican los negociadores europeos, que reconocen que ir m¨¢s all¨¢ en este momento complicado. Con ello se superar¨ªan los 54 apoyos que consigui¨® una propuesta llevada por Noruega el a?o pasado en la que se instaba a la Comisi¨®n de Derechos Humanos a que se "otorgue la debida atenci¨®n" a las discriminaciones por orientaci¨®n sexual.
El texto que est¨¢ sobre la mesa consta de 13 p¨¢rrafos, con los que pretenden "reafirmar los derechos de estas personas, dentro de mecanismos internacionales existentes". "Se trata de lanzar as¨ª un movimiento global contra una pr¨¢ctica intolerable", seg¨²n explican los relatores de la iniciativa, que reiteran que "la idea no es crear nuevos derechos, sino hacer la despenalizaci¨®n posible".
El coraz¨®n de la iniciativa es su p¨¢rrafo 11, y est¨¢ redactado para meter bajo el mismo paraguas a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Para ello se pide a los pa¨ªses que tomen "las medidas necesarias, administrativas y legislativas, para garantizar que la orientaci¨®n sexual y la identidad de g¨¦nero no sean bajo ninguna circunstancia causa de sanci¨®n penal, en particular ejecuci¨®n, arresto o detenci¨®n". La menci¨®n a la pena capital no es casual, ya que, seg¨²n el ¨²ltimo estudio de la Asociaci¨®n Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA, en ingl¨¦s), hay ocho pa¨ªses en los que los actos homosexuales est¨¢n castigados con la muerte: Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes, Ir¨¢n, Mauritania, Sud¨¢n,Yemen y algunos Estados del norte de Nigeria.
El asunto salta peri¨®dicamente a los medios de comunicaci¨®n, sobre todo cuando alg¨²n gay de uno de estos pa¨ªses intenta conseguir asilo en la UE. El ¨²ltimo ha sido el iran¨ª Abbas Bagherian Noveiri, a quien Chipre acaba de admitir, despu¨¦s de tres a?os de residencia ilegal. Bagherian afirma que desde los 15 a?os ha sido detenido al menos cinco veces por sus relaciones con otros hombres. Durante su estancia en la c¨¢rcel fue golpeado, seg¨²n recoge la ONG IRQR, dedicada a prestar amparo a los gays iran¨ªes.
La declaraci¨®n se completa con otro p¨¢rrafo en el que se hace menci¨®n a la no discriminaci¨®n de los pa¨ªses por orientaci¨®n sexual o identidad de g¨¦nero, por considerar que violan claramente los Derechos del Hombre. En casi 90 pa¨ªses hay legislaciones que castigan las relaciones homosexuales, por lo que no es de presumir que den su apoyo a la propuesta. Adem¨¢s, est¨¢ la cuesti¨®n de los grupos que act¨²an al margen de la ley, como los paramilitares colombianos, un pa¨ªs donde el debate de una ley de parejas de hecho intensific¨® los ataques contra los activistas homosexuales. Uno de ellos, Manuel Antonio Velandia, tuvo que huir en 2007 a Espa?a, despu¨¦s de que su casa fuera atacada con granadas y de recibir amenazas tanto ¨¦l como su familia. "Si hubiera sido yo s¨®lo no me importar¨ªa, pero me convert¨ª en un peligro para mis hermanos", declar¨® ayer Velandia.
Los negociadores no quieren entrar a polemizar sobre la posici¨®n que est¨¢n adoptando pa¨ªses concretos u organizaciones religiosas. Pero en los pasillos de Naciones Unidas en Nueva York advierten de que el Vaticano se encuentra en una situaci¨®n complicada, porque los pa¨ªses musulmanes m¨¢s extremos est¨¢n utilizando a la Santa Sede como escudo.
El Vaticano se opone a esta declaraci¨®n porque acaba a?adiendo "una nueva categor¨ªa" a los protegidos contra la discriminaci¨®n, y porque adem¨¢s teme que se cree una reacci¨®n en cadena a favor de las uniones entre personas del mismo sexo y revertir la discriminaci¨®n contra el matrimonio tradicional entre heterosexuales. ?ste es uno de los motivos por el que Estados Unidos no ha ofrecido su apoyo, ya que se trata de un asunto que divide al pa¨ªs. En el mundo s¨®lo es aceptado por cinco pa¨ªses: Espa?a, Holanda, B¨¦lgica, Canad¨¢ y Sur¨¢frica.
Pero, al mismo tiempo, en la Santa Sede no quieren que los miembros de este colectivo sean castigados con la pena de muerte, encarcelados o multados. El Vaticano pretende as¨ª tomar distancia de la posici¨®n de los pa¨ªses isl¨¢micos m¨¢s radicales, haciendo visible su posici¨®n. Pero en el recuerdo est¨¢ la alianza que forjaron en 1994 en El Cairo para tumbar una propuesta reconociendo el derecho al aborto.
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