Henry tambi¨¦n triunfa en el Bar?a

Acab¨® el tiro al blanco con Henry. Ya no hay burla que valga con Titi. El franc¨¦s abati¨® al Valencia con la misma elegancia con la que goleaba al Chelsea en sus buenos tiempos del Arsenal. Funciona tan bien el Bar?a que apenas se cuentan causas perdidas, no al menos por lo que respecta a Henry, elegido finalmente como el mejor en un partido importante, frente a uno de los equipos fuertes del torneo, la noche en que m¨¢s aficionados hab¨ªa en el Camp Nou. Necesitaba Henry una jornada como la de ayer despu¨¦s de muchos d¨ªas de polvo, cuando era el patito feo de un equipo hermoso, falto siempre de grandeza, sobrado de soberbia.

Al Valencia no le qued¨® m¨¢s remedio que aplaudir con rabia al Barcelona. Invicto en cancha ajena, anoche encaj¨® tantos goles en tres cuartos de hora como hab¨ªa tomado en todas sus salidas. Los azulgrana cuentan tres goles de media por partido y no distinguen entre rivales grandes y peque?os, amigos o enemigos, mejores o peores. Al Valencia, y sobre todo a Villa, no se les da mal el Barcelona. Ocurre que el de Guardiola no es un cualquiera, sino que se le va poniendo cara de m¨¢ximo favorito al t¨ªtulo cuando ni siquiera se lleva media Liga. A veces juega muy bien, otras bien y de vez en cuando s¨®lo regular. Ayer estuvo plet¨®rico.

A cada partido a?ade nuevos registros, sorpresas, situaciones que redundan en favor del colectivo, se?al de buena salud. El m¨¦rito de su triunfo de anoche no s¨®lo estuvo en la categor¨ªa del Valencia, sino en que no necesit¨® siquiera a Messi, superado por la feliz actuaci¨®n de Henry y tambi¨¦n de Hleb, desbordado el plantel de Unay Emery por el ritmo que impuso un Barcelona de f¨ªsico exuberante y depurada t¨¦cnica, siempre agresivo con la pelota.

A Guardiola le gusta Messi como 9, y el argentino acab¨® por jugar de delantero centro en Sevilla y Lisboa, as¨ª que ayer no sorprendi¨® que ocupara de salida el puesto del sancionado Eto'o por m¨¢s dolor que cause entre la hinchada sensible la suplencia de Bojan. Aunque aparentemente a Messi le da igual jugar en la banda que de ariete, anoche no daba pie con bola despu¨¦s que el Barcelona partiera con una endiablada velocidad. La intensidad se torn¨® muy pronto en atropello y el Valencia respiraba despu¨¦s de que Miguel concediera una ocasi¨®n de gol en un fuera de banda que Xavi remat¨® al palo izquierdo de Renan. Falsa impresi¨®n. La alineaci¨®n ten¨ªa truco y el tapado era Henry.

Incomunicado Messi y falto de precisi¨®n como estaba el equipo, los azulgrana atacaron con un f¨²tbol directo, r¨¢pido y al espacio, el terreno ideal para la verticalidad de Henry, que encar¨® siempre con ventaja al portero. El franc¨¦s marc¨® dos goles en menos de media hora despu¨¦s de un pase profundo de Tour¨¦ y de una asistencia de Hleb, convertido progresivamente en un futbolista capital en el ¨¢rea. Hleb se fue arrimando al punto de penalti mientras Messi se desplazaba hacia la banda derecha para que Henry se perfilara hasta quedar encarado a Renan.

Las diagonales de Henry resultaron imposibles para la zaga del Valencia, que extra?¨® la titularidad de Maduro como central y la capacidad de sorpresa de los delanteros barcelonistas. No cerraba bien el Valencia y, a cambio, se abr¨ªa estupendamente por las bandas con Joaqu¨ªn y Mata. Los extremos exigieron mucho a los laterales azulgrana. Los centrales, sin embargo, acudieron en su ayuda y los repliegues defensivos fueron disuasorios. El buen tono f¨ªsico del plantel permiti¨® tanto a Puyol corregir en el ¨¢rea como a M¨¢rquez sacar la pelota hasta terreno del Valencia.

La exhibici¨®n azulgrana era tan imperial que hasta Messi parec¨ªa empeque?ecido. La pulga apareci¨® de vez en cuando, como Villa, que carg¨® con una tarjeta por querer marcar con la mano tras estar negado con los pies. No bajaba el pist¨®n el Bar?a, que anot¨® su tercer tanto nada m¨¢s empezar la segunda parte en un remate cruzado de Alves que provoc¨® la ira del Valencia por entender que el auxiliar hab¨ªa marcado fuera de juego de Hleb. El ¨¢rbitro no le hizo ni caso, la contienda se puso bronca y hubo tiempo incluso para el reencuentro entre Del Horno y Messi, que no se ve¨ªan desde que el argentino revent¨® la funci¨®n del Chelsea en Stamford Bridge.

Los barcelonistas tambi¨¦n salieron ganadores en la rueda de cambios porque Bojan se marc¨® una jugada estupenda en la banda derecha para permitir que Henry firmara el hat-trick, el mejor broche posible para una actuaci¨®n tan solemne. La cosa se puso tan melosa que Guardiola se permiti¨® el lujo de retirar a Messi y Xavi para que la hinchada los aclamara como dioses mientras Titi aguardaba el final para quedarse con la pelota de su partido.