Las empresas empujan al Consell a crear macropuertos deportivos

La demanda de las grandes empresas n¨¢uticas ha originado que el Consell impulse en los ¨²ltimos tiempos nuevos proyectos para crear macropuertos en el litoral, convencido de que el sector no se ver¨¢ afectado por la crisis y de que la construcci¨®n de zonas comerciales en las nuevas d¨¢rsenas crear¨¢ importantes beneficios econ¨®micos. De hecho, ya tramita la ampliaci¨®n de los puertos de D¨¦nia y de X¨¤bia y estudia la creaci¨®n de nuevas instalaciones en Altea y El Campello. "El hecho de que en los ¨²ltimos a?os haya habido empresas que apuesten por ampliar el puerto de D¨¦nia ha supuesto un acicate para que redactemos el proyecto", afirma el director general de Puertos, Carlos Eleno.

Son incontables en la provincia de Alicante los proyectos de firmas privadas para crear nuevos recintos portuarios. La patronal cree incluso que "hay un serio d¨¦ficit de amarres que es necesario solucionar junto al desarrollo de zonas l¨²dicas, palacios de congresos e incluso nuevos hoteles en los puertos", sostiene Juan Riera, miembro de la C¨¢mara de Comercio de Alicante y vicepresidente de los empresarios de La Marina Alta.

Ayuntamientos, ecologistas y vecinos recelan de estos proyectos

El Consell aboga por este modelo sin haber aprobado la Ley de Puertos

Con la misma filosof¨ªa, la Generalitat ha apostado por obras de notable magnitud: en X¨¤bia, ya ha destinado en sus presupuestos para 2009 m¨¢s de 22 millones para crear una nueva escollera que disparar¨¢ a 1.500 los amarres; en D¨¦nia, presentar¨¢ en breve una ampliaci¨®n para construir mil nuevos atraques, doblar la superficie del espejo de agua y dise?ar una nueva bocana; y en Altea mantiene viva la posibilidad de destinar m¨¢s de 6 millones a 1.214 amarres y un espig¨®n de 300 metros cuya superficie equivaldr¨ªa a 14 campos de f¨²tbol. Todos ellos incluyen la posibilidad de crear ¨¢reas de ocio de gesti¨®n privada.

Sin embargo, el Consell ha abogado por este modelo sin aprobar a¨²n la Ley de Puertos, que debe establecer las necesidades reales de nuevos pantalanes bajo criterios econ¨®micos, sociales y deportivos. De ah¨ª que se haya generado un hondo debate social. En D¨¦nia, PP y PSPV advierten de que primero es necesario reordenar la fachada mar¨ªtima y exigen que ninguna actuaci¨®n se realice sin el consenso de la ciudad. Tienen precedentes nada halag¨¹e?os cerca: el Consell quiere ampliar el puerto de X¨¤bia pese a la oposici¨®n del alcalde, del BNV, que considera que las obras hipotecar¨¢n el futuro tur¨ªstico al degradar el paisaje. Y en Altea, la Generalitat tampoco ha respondido a la petici¨®n del gobierno local socialista de parar el proyecto, que adem¨¢s supondr¨ªa la desaparici¨®n de su Club N¨¢utico, cuyo presidente, Joaqu¨ªn Such, sostiene: "Existe una lucha eterna entre las marinas, que buscan un negocio econ¨®mico y los clubs n¨¢uticos que promovemos la pr¨¢ctica del deporte sin ¨¢nimo del lucro". Such a?ade que esta avalancha de propuestas supone una amenaza para los clubes.

En ocasiones, existen tambi¨¦n vinculaciones entre los proyectos portuarios y los urban¨ªsticos: en La Vila, la firma urbanizadora del plan parcial El Xarco negocia con el Ayuntamiento otro puerto. La moci¨®n de censura del 19 de noviembre interrumpi¨® las negociaciones, pero el cuatripartito que perdi¨® el poder se?al¨® que una de las razones de la moci¨®n resid¨ªa en los intereses urban¨ªsticos de ese plan parcial.

Tambi¨¦n hay preocupaci¨®n por los efectos medioambientales. Emblem¨¢tico es ya el caso de la ampliaci¨®n del puerto Campomanes de Altea, cuyas obras para duplicar los amarres est¨¢n paralizadas por una sentencia judicial que constat¨® el fracaso del traslado de las praderas de posidonea para preservarlas. Adena se opone, por su parte, a un nuevo puerto de cien amarres en El Campello al considerar que degradar¨¢ un litoral sometido ya a la especulaci¨®n urban¨ªstica, y en X¨¤bia una plataforma social ha recogido m¨¢s de mil firmas contra las obras por su impacto negativo sobre la reserva mar¨ªtima protegida del cabo de Sant Antoni.

El Consell mantiene que garantizar¨¢ el cumplimiento de la normativa medioambiental tanto en este ¨²ltimo proyecto como en otros de menor calado que prev¨¦ en Calp, Moraira o Benissa. Mientras, las empresas siguen presentando proyectos, algunos de ellos muy controvertidos, como el que una firma pretende realizar en Benitatxell, en una zona de acantilados protegida por la Uni¨®n Europea. Sorprendentemente, el gobierno local ha aprobado el proyecto mientras la oposici¨®n ya lo ha denunciado ante Bruselas. Y en Els Poblets, otra plataforma rechaza el plan de una mercantil para habilitar una marina de 600 amarres en la desembocadura del r¨ªo Girona, zona con un alto riesgo de riadas como la acaecida en 2007.