Sin leyenda
A pesar del cansancio, Marianne Faithfull (Hampstead, Londres, 1946) se muestra contenta y satisfecha, asegura que no hab¨ªa hecho tanta promoci¨®n desde que sac¨® Broken english, el ¨¢lbum que en 1979 expandi¨® su influjo m¨¢s all¨¢ de los mitos de los sesenta, haci¨¦ndole un sitio en la era musical posterior al punk. Su nuevo ¨¢lbum, Easy come easy go (Na?ve), revalida con creces ese estatus, lo cual explica la expectaci¨®n a la que se enfrenta. Puede que est¨¦ agotada, pero tiene un buen apoyo en su ego. Su voz suena majestuosa incluso cuando da por obvios los comentarios entusiastas sobre su nueva obra. "Por varios motivos, ¨¦ste es un ¨¢lbum muy especial para m¨ª", explica por tel¨¦fono desde Par¨ªs, ciudad en la que reside desde hace a?os. "Uno de ellos es el repertorio. Decid¨ª elegir canciones ajenas porque esta vez no ten¨ªa ganas de componer. Me canso de mis propias canciones, me cansa estar pensando continuamente qu¨¦ hacer y en c¨®mo darles forma. Me apetec¨ªa m¨¢s disfrutar del proceso y para eso no existe nada mejor que grabar temas de otros artistas".
"No tengo una voz convencional, ¨¦sa es tambi¨¦n mi suerte: me permite apropiarme de canciones ajenas"
Otro motivo de regocijo inherente a Easy come easy go es que la int¨¦rprete de The ballad of Lucy Jordan ha vuelto a aliarse con el productor Hal Willner a lo largo de todo un ¨¢lbum (doble en su edici¨®n original de 18 temas; simple en la versi¨®n abreviada para los menos exigentes: "No estoy segura de que todo el mundo quiera escucharme durante tanto tiempo", bromea su art¨ªfice). Esta asociaci¨®n creativa se inici¨® en 1985 y dio su mejor fruto dos a?os despu¨¦s con el ¨¢lbum Strange weather, donde su voz rasposa cantaba viejas piezas de blues y jazz, y tambi¨¦n el tema de Tom Waits que daba nombre a la obra. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, la magia que produjo aquel ¨¢lbum se conjura de nuevo. "Nunca hab¨ªamos perdido el contacto, cada tanto grab¨¢bamos alguna canci¨®n juntos, a veces para discos homenaje como el de Gregory Corso, o para mi disco anterior. Present¨ª que hab¨ªa llegado el momento de intentarlo de nuevo. El instinto no me fall¨®. Hal y yo pensamos del mismo modo. Generamos una qu¨ªmica especial. Trabajar con ¨¦l me da mucha seguridad".
En el repertorio de Easy come easy go entran cl¨¢sicos del jazz y el soul, hay cabar¨¦, rock, temas de Smokey Robinson y de Morrissey, de The Decemberists y de Randy Newman, de Bernstein y de Ellington. "Sab¨ªa que era arriesgado, una propuesta as¨ª de amplia pod¨ªa no cuajar bien. Por un lado, yo quer¨ªa mostrar mis or¨ªgenes musicales, cantar canciones de artistas y autores que han contribuido a que sea mejor artista. Hal propuso un equilibrio entre el pasado y el presente. Creo que logramos reflejar ese equilibrio". Lo cierto es que el ¨¢lbum se ha revelado nada m¨¢s aparecer como uno de los t¨ªtulos clave de Faithfull, una de sus mejores obras en mucho tiempo. La simbiosis entre las composiciones, la m¨²sica y su voz es perfecta. La atm¨®sfera que crea supera con creces sus discos inmediatamente anteriores, trabajos en los que contaba con el apoyo de Beck o PJ Harvey. En Easy come easy go tampoco est¨¢ sola. Jarvis Cocker, Sean Lennon, Rufus Wainwright, Cat Power, Antony, Teddy Thompson, Nick Cave, Keith Richards la arropan con sus instrumentos o sus voces. "Todos ellos son maravillosos pero no busc¨¢bamos hacer un disco de duetos. Hacen coros, armon¨ªas. Jarvis Cocker canta algunas estrofas en Somewhere. El ¨²nico dueto lo hago con Antony. Tener una voz como la suya y no aprovecharla hubiese sido dejar pasar una ocasi¨®n ¨²nica".
Es el inconfundible car¨¢cter de su voz lo que le permite atreverse con temas tan dispares y lograr una obra homog¨¦nea. "S¨¦ que no tengo una voz convencional, pero ¨¦sa es tambi¨¦n mi suerte: me permite apropiarme de canciones ajenas, es un don con el que nac¨ª y que he ido perfeccionando con los a?os". As¨ª que lo mismo se sumerge en una canci¨®n de Brian Eno que en una de Merle Haggard. "Me apetec¨ªa mucho comprobar c¨®mo sonar¨ªa un tema de Brian hecho de una manera totalmente opuesta al modo en que las hace ¨¦l, con instrumentos reales, cuerdas. La canci¨®n de Haggard la propuse yo. Me la descubri¨® Keith en los sesenta, sol¨ªa tocarla con Gram Parsons. Por eso le invit¨¦ a que tocara la guitarra en mi versi¨®n. S¨¦ que acept¨® hacerlo porque se trata de m¨ª y se lo agradezco mucho".
Aunque hace a?os que Marianne Faithfull goza de ese halo especial, de personaje de culto, cada tanto lanza rotundas se?ales de vida creativa que le permiten seguir creciendo sin depender de su propia leyenda. Una leyenda que ella misma desgran¨® sin tapujos en su autobiograf¨ªa (Marianne Faithfull. Una autobiograf¨ªa, Ediciones Celeste, 1995) y a la que te remite si insistes en hablar de su vida. Una vida dura llena de contrastes, jalonada por la adicci¨®n a la hero¨ªna, su relaci¨®n sentimental con Mick Jagger y sus nexos con el clan de los Stones, una trayectoria que se consolid¨® en los ochenta gracias sobre todo a sus discos con Wilner. Alejada del lado salvaje desde hace tiempo, recientemente hubo de luchar contra un c¨¢ncer de mama. Y todo ello hace de ella una superviviente convertida en artista de culto. "Es muy halagador que la gente me vea como una referencia cultural. Cuando escucho ese tipo de cumplidos me doy cuenta de que he vivido lo suficiente como para constatar que se empieza a valorar lo que hago. He trabajado mucho pero cuando empiezas tan joven nadie te toma en serio. Ahora existe una perspectiva desde la cual juzgar mi trabajo y eso juega a mi favor".
Una de sus bazas fuera de la m¨²sica es su inquietud. Sus papeles cinematogr¨¢ficos fomentan esa imagen de artista que no hace las cosas porque s¨ª. "Me gust¨® mi papel en Mar¨ªa Antonieta y me encanta lo que pas¨® con Irina Palm, pero de momento no tengo planes para rodar m¨¢s. No me gustan los guiones que me ofrecen. Quiero algo que vaya conmigo y no proyectos en los que ¨²nicamente buscan un nombre con prestigio que quede bien en los cr¨¦ditos". De momento ser¨¢ m¨¢s factible verla en un teatro. "He estado recitando sonetos de Shakespeare con una chelista por Inglaterra. La idea es repetir la experiencia pero cambiando el instrumento de acompa?amiento. Y me gustar¨ªa hacer lo mismo con textos de Oscar Wilde". Para el a?o que viene tambi¨¦n planea llevar a los escenarios su nuevo disco, acompa?ada de m¨²sicos de rock y jazz. "Expresarme es algo vital para m¨ª. Estoy en una posici¨®n privilegiada que me permite hacerlo como yo quiero. No soy una int¨¦rprete que saque un disco cada dos a?os, y eso me deja espacio para hacer otras cosas". Y se despide contestando a la pregunta de c¨®mo se define a s¨ª misma. "Como una artista, creo que formo parte de una comunidad creativa. En otros tiempos quiz¨¢ habr¨ªa dicho que soy una marginada, aunque en realidad todos los genuinos creadores lo son. Nunca he ganado mucho dinero, he preferido hacer lo que quer¨ªa. Hay otras mujeres que se mueven en unos par¨¢metros similares a los m¨ªos, como Patti Smith. Mi trabajo tiene ese tipo de integridad. Estoy bien as¨ª. Hay quien vive siempre so?ando con ser artista. Yo lo soy y gracias a ello he creado un mundo extra?o que es m¨ªo". -
Easy come easy go. 10 temas. Easy come easy go+DVD (edici¨®n Deluxe). 18 temas y entrevista. Marianne Faithfull. Na?ve. www.mariannefaithfull.org.uk/
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