Una divisi¨®n artificiosa

Es una "situaci¨®n insostenible" que miembros de un partido declarado ilegal por el Tribunal Supremo e incluido en la lista de organizaciones terroristas de la UE puedan gobernar en 42 ayuntamientos vascos y navarros, dijo ayer la diputada Rosa D¨ªez en su defensa de una moci¨®n instando la disoluci¨®n de esas corporaciones. Esa situaci¨®n insostenible pudo haberse evitado si, antes de la ilegalizaci¨®n de ANV, el Gobierno hubiera instado la suspensi¨®n cautelar de todas sus candidaturas (y no s¨®lo la mitad) para las municipales de 2007.

Pero no se hizo, y la posterior ilegalizaci¨®n, de acuerdo con la Ley de Partidos, se produjo cuando muchos miembros de esas candidaturas ya hab¨ªan sido elegidos. Los tribunales han establecido el principio de que, una vez elegidos, no es posible retirarles el acta. No es cierto, por tanto, que una vez ilegalizada ANV, lo que corresponde es disolver los ayuntamientos que gobierna. No es posible corregir a posteriori el error de autorizar la mitad de sus listas. Lo que s¨ª se puede y debe hacer es presentar mociones de censura en los municipios en que exista una mayor¨ªa alternativa, como en Mondrag¨®n o en Azpeitia, localidades en que se han producido sendos asesinatos de ETA no condenados por los ediles de ANV.

Dejar en minor¨ªa y sustituir a alcaldes en esa situaci¨®n es, adem¨¢s, la forma m¨¢s clara de contribuir a deslegitimar a ETA, funci¨®n que muy especialmente viene reclam¨¢ndose de los partidos nacionalistas. El mismo d¨ªa del atentado, EA rompi¨® su alianza con ANV en Azpeitia por considerar imposible la colaboraci¨®n con quienes "aceptan en silencio" el crimen. Y tras pens¨¢rselo, ha aceptado votar la moci¨®n de censura para sustituir al alcalde de ANV.

Eso es contribuir, de palabra y hecho, a la deslegitimaci¨®n de ETA en un pueblo en el que todos sus concejales son nacionalistas. Es absurdo que, en lugar de felicitarse por ello y exigir que lo mismo ocurra en los otros municipios en que hay una mayor¨ªa alternativa, el PP se haya dedicado a desviar el foco hacia una posibilidad dudosa: la de la disoluci¨®n por decreto de los ayuntamientos gobernados por ANV en aplicaci¨®n de un art¨ªculo de la Ley de R¨¦gimen Local que contempla tal posibilidad ante acuerdos que de forma reiterada y grave supongan apoyo o enaltecimiento del terrorismo. El propio ejemplo de Azpeitia demuestra lo cuestionable de una medida que inevitablemente afectar¨¢ a los derechos de ediles que nada tienen que ver con los que no condenan el crimen.

Pese a ello, Rosa D¨ªez, de UPyD, plante¨® ayer una moci¨®n, que el PP apoy¨® a sabiendas de que supon¨ªa dividir la C¨¢mara en dos de la manera m¨¢s artificial. La menci¨®n de Zapatero al "bistur¨ª" que conviene manejar con cuidado por respeto al pluralismo fue interpretada por D¨ªaz como consideraci¨®n hacia quienes defienden sus ideas con la violencia. Pero la disoluci¨®n afectar¨ªa tambi¨¦n a quienes lo hacen pac¨ªficamente. Por eso es m¨¢s inteligente la v¨ªa de las mociones, e irresponsable desviarla hacia iniciativas que permitan desentenderse a los nacionalistas.