Aprendizaje en 'modo esponja'
Seg¨²n los neur¨®logos, el aprendizaje se desplaza con la edad: en ni?os, se da en uno de los hemisferios; en adultos, aparece distribuido entre ambos. Esto determina en los ni?os un aprendizaje eficiente en modo esponja o nativo, pero supone, en cambio, un esfuerzo muy superior y una fijaci¨®n m¨¢s imperfecta en los adultos. Estamos presenciando la aparici¨®n de la primera generaci¨®n de seres humanos expuesta al uso de ordenadores conectados a Internet desde que tienen uso de raz¨®n, con los recursos de la Red fijados en su cerebro de forma nativa. ?Qu¨¦ sucede cuando comparamos los usos y costumbres tecnol¨®gicas de estos nativos digitales con los nuestros, y con los sesgos propios de nuestra condici¨®n de inmigrantes digitales, de personas nacidas en un pasado anal¨®gico y emigrados a un mundo digital?
El encuentro supone un choque cultural: lo que hacen nos parece extravagante, inexplicable, o hasta peligroso: tememos lo que desconocemos. Los imaginamos asociales, con cara cuadrada, tez mortecina y ojos llorosos por la permanente exposici¨®n a la pantalla, trastornados por contenidos inadecuados, o v¨ªctimas de los infinitos peligros que los medios cuentan de la Red. Mientras, ellos usan la tecnolog¨ªa de forma razonable, como complemento, no sustituto, de sus relaciones sociales, y se sorprenden por nuestra inexplicable alarma.
El nativo digital usa Internet como medio de relaci¨®n, como fuente de informaci¨®n, como pasatiempo, como juguete, como acceso a contenidos... como parte inseparable de su vida. Ordenador y m¨®vil son su nexo con el mundo. Cercenar su conexi¨®n como castigo es para ellos inexplicable, algo s¨®lo atribuible a unos padres provenientes del Paleol¨ªtico. Los temores de sus mayores son igualmente trasnochados: ellos saben moverse en una Red cuyos h¨¢bitos de uso evolucionan vertiginosamente sometidos a din¨¢micas virales, la evoluci¨®n vista como algo natural. Todos podemos usar Google, YouTube o mensajer¨ªa, pero no como ellos. Nuestro e-mail es para ellos un artefacto del pasado. No buscan en Google, sino directamente en YouTube, mientras escriben y suben fotos a Fotolog o a Tuenti y se comunican por mensajer¨ªa instant¨¢nea. Para ellos, son ap¨¦ndices naturales, parte de su anatom¨ªa. Son diferentes.
?Nuestra responsabilidad como padres? Prepararlos para el entorno en el que van a vivir. Un mundo con redes sociales, contenidos hiperabundantes, y ordenadores como parte fundamental de la vida. Manejarse hoy en la Red, mantener una presencia online es como saber idiomas, una habilidad esencial, que se aprende practic¨¢ndola. Los nativos digitales desarrollan sus habilidades para vivir en el futuro digital, un entorno al que ellos mismos est¨¢n dando forma. Y mientras, algunos padres los castigan sin ordenador.
Enrique Dans es profesor del Instituto de Empresa.
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