Donald Westlake, prol¨ªfico autor de novela negra

La cr¨®nica de su muerte nos parece extra¨ªda, inevitablemente, de una novela de misterio. Donald Edwin Westlake, de 75 a?os, se hallaba en M¨¦xico y acud¨ªa con su esposa a la cena de Nochevieja cuando sufri¨® un fatal ataque al coraz¨®n. Otra paradoja: Westlake era un estajanovista que rara vez se permit¨ªa vacaciones.

Hab¨ªa nacido en Brooklyn el 12 de julio de 1933 y se mantuvo fiel a Nueva York como fondo de muchas de sus historias. A los 20 a?os, ya estaba publicando relatos en revistas comerciales pero el servicio militar en la Fuerza A¨¦rea retras¨® su estreno como novelista: Los mercenarios (1960) explicaba el conflicto de conciencia de un asesino de la Mafia; la mec¨¢nica social que empuja a la violencia ser¨ªa una de sus obsesiones.

Triunfante desde el principio, su principal problema fue disimular su voracidad creativa. Consciente de que se sospechaba de los escritores prol¨ªficos, public¨® en diferentes editoriales bajo una decena de seud¨®nimos. El m¨¢s difundido fue el de Richard Stark, que facturaba novelas duras sobre las andanzas de Parker, un ladr¨®n tan cerebral como atormentado, que a veces ten¨ªa como socio a Alan Grofield, actor a tiempo parcial.

Bastantes de las novelas de Parker fueron llevadas al cine. Los libros de Donald Westlake ten¨ªan valores cinematogr¨¢ficos -argumentos vigorosos, personajes cre¨ªbles, di¨¢logos frescos- y ¨¦l se adapt¨® r¨¢pidamente a las exigencias de Hollywood: en 1990, fue candidato al Oscar por su gui¨®n para Los timadores, pel¨ªcula de Stephen Frears basada en una novela de Jim Thompson. Celoso de su trabajo, dificult¨® la distribuci¨®n de Made in USA, una pel¨ªcula de Jean-Luc Godard que se apropi¨® sin permiso de una de las aventuras de Parker. Igualmente, estuvo en pleitos con el humorista Marty Feldman, al que acus¨® de plagio por su comedia El h¨¢bito no hace al monje.

Como Tucker Coe, desarroll¨® las peripecias de Mitch Tobin, un ex polic¨ªa cuyo sentido de la culpa -atra¨ªdo por el sexo, le hab¨ªa fallado a un compa?ero que muri¨® en acci¨®n- le convert¨ªa en deshacedor de entuertos y campe¨®n de minor¨ªas desvalidas. Con m¨¢s ¨¦xito, Westlake firm¨® novelas de tono ligero, como las protagonizadas por John Dortmunder, un delincuente especialmente patoso que fue encarnado por Robert Redford en Un diamante al rojo vivo (1971). Los personajes de John Dortmunder y Parker coincidieron en Jimmy the Kid (1974), que fue llevada al cine sucesivamente en Italia, Estados Unidos y Alemania. En 1995, uno de sus libros m¨¢s delirantes inspir¨® la pel¨ªcula Two much, de Fernando Trueba.

Mani¨¢tico, Westlake desconfiaba de la inform¨¢tica e insist¨ªa en usar m¨¢quinas de escribir el¨¦ctricas. En su medio siglo como profesional, nunca rechaz¨® la oportunidad de cambiar de registro: explor¨® la ciencia ficci¨®n, el erotismo, el western, la literatura infantil, el thriller pol¨ªtico y las parodias; hasta se le atribuye una biograf¨ªa sensacionalista sobre Elizabeth Taylor. Tambi¨¦n cre¨® el argumento para El ma?ana nunca muere, de la serie de James Bond.