El mantra del Estado hebreo
Los primeros conatos de revuelta contra la empresa sionista datan de comienzos del siglo XX en la Palestina todav¨ªa Otomana. En los a?os veinte y treinta, se agravaron bajo el mandato brit¨¢nico. En 1948 se fund¨® el Estado de Israel y se desat¨® la primera guerra de Oriente Pr¨®ximo. En 1967, el Ej¨¦rcito ocup¨® Cisjordania y Gaza, adem¨¢s del Gol¨¢n sirio y el Sina¨ª egipcio. En 1988, la OLP reconoci¨® a Israel nada m¨¢s desatarse la primera Intifada. Explot¨® otra en 2000. Pero si se escucha estos d¨ªas a los l¨ªderes pol¨ªticos israel¨ªes, da la impresi¨®n de que el conflicto comenz¨® en septiembre de 2005, cuando un general israel¨ª cerr¨® el candado en el paso de Kisufim, en la frontera con la franja, tras la evacuaci¨®n de los colonos. "Nos retiramos de Gaza, y como respuesta nos disparan cohetes" es el mantra repetido hasta la saciedad. Una distorsi¨®n obvia.
Israel contin¨²a siendo la potencia ocupante. A la franja no se le permite abastecerse de cuadernos para las escuelas o de agujas de coser, por no hablar de materias primas imprescindibles para el desarrollo de cualquier econom¨ªa. Los pesqueros s¨®lo faenan a tres millas de la costa y la escasez de las capturas se aprecia en los restaurantes. Nadie -estudiantes con becas Fulbright concedidas por universidades estadounidenses, m¨¦dicos que pretenden asistir a conferencias en el extranjero, enfermos que no pueden ser tratados...- abandona el territorio sin permiso israel¨ª o, en ocasiones excepcionales, con la autorizaci¨®n egipcia. Resulta evidente estos d¨ªas qui¨¦n controla el espacio a¨¦reo. Y, adem¨¢s, las milicias comenzaron a disparar cohetes en 2001.
Pero la coletilla de la clase gobernante israel¨ª refleja una declaraci¨®n de intenciones. Si realmente la ocupaci¨®n hubiera concluido en Gaza, ?significa ello que los palestinos de ese territorio deber¨ªan permanecer indolentes ante lo que hoy d¨ªa sucede en Cisjordania? Ni el robo de tierras para la colonizaci¨®n jud¨ªa ni la construcci¨®n del muro se han detenido, los controles militares y cortes de carreteras crecen por mucho que florezcan procesos de paz, y los muertos, inocentes o no, ya no interesan a nadie. Lo expresaba rotundo hace meses Mark Regev, hoy portavoz del primer ministro: "Queremos que Cisjordania sea como la Rep¨²blica Federal de Alemania, y Gaza como la Rep¨²blica Democr¨¢tica". La lectura que hac¨ªa ayer en Bel¨¦n un parlamentario palestino de Al Fatah es bien diferente: "El objetivo de esta agresi¨®n es segregar pol¨ªticamente Cisjordania de Gaza para eliminar la posibilidad de crear un Estado palestino".
Ehud Barak, ministro de Defensa israel¨ª, afirmaba durante estos d¨ªas de violencia inusitada, mientras los cazabombarderos y la artiller¨ªa machacan sin contemplaciones: "Israel es un Estado que busca la paz". Otro mantra, tambi¨¦n proclamado por varios primeros ministros en d¨¦cadas pasadas. Hay cosas que no cambian. Lo afirm¨® Isaac Shamir hace m¨¢s de 20 a?os: "Israel quiere la paz, pero no cederemos un cent¨ªmetro de la tierra de Israel". Es decir, paz sin concesiones. Sin abandonar una pulgada de Cisjordania. Como si s¨®lo desearan la bandera blanca del enemigo.
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