Los esc¨¢ndalos ensombrecen el estreno de Obama
Las secuelas de la corrupci¨®n en Illinois, la renuncia de Richardson y la elecci¨®n del jefe de la CIA empa?an la fase final de la transici¨®n
El Congreso de Estados Unidos empez¨® el martes su nuevo curso pol¨ªtico, pero casi nadie habla de ello en Washington. En teor¨ªa, esta semana era el momento de recordar que desde 1993 los dem¨®cratas no contaban con una mayor¨ªa tan amplia (256 sobre 435) entre los Representantes y que entre los 100 esca?os del Senado, 59 pertenecer¨¢n a los dem¨®cratas si finalmente se arregla el caso de Minnesota, donde tras dos meses de recuento sobre 2,9 millones de votos, el senador dem¨®crata Al Franken gan¨® por s¨®lo 225 papeletas y su oponente republicano recurri¨® ante los tribunales.
Era incluso el momento de hablar del plan de rescate econ¨®mico valorado en unos 570.000 millones de euros, el programa sobre el que el equipo de transici¨®n del presidente electo, Barack Obama, ha trabajado durante las vacaciones navide?as intentando convencer sin ¨¦xito a los congresistas republicanos para que est¨¦ aprobado en cuanto ¨¦l asuma la presidencia. Obama present¨® ayer a Nancy Killefer como jefa de Cumplimiento de Objetivos, un cargo creado expresamente para supervisar que cada d¨®lar se asignar¨¢ de forma eficiente. Pero ni ese nombramiento, ni el anuncio de que las nuevas previsiones elevan el d¨¦ficit para 2009 a alrededor de 1,2 billones, ni su almuerzo con el presidente George W. Bush y los otros tres ex presidentes vivos -Jimmy Carter, Bill Clinton y Bush padre- en la Casa Blanca, lograron desviar la atenci¨®n de otros acuciantes problemas que se han cernido sobre Obama en los ¨²ltimos d¨ªas.
El gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, que afronta un juicio por corrupci¨®n y un proceso pol¨ªtico de expulsi¨®n (impeachment) en el Congreso de Illinois por el supuesto intento de subastar el esca?o vacante en el Senado, ha aguado la fiesta a Obama. En vez de dimitir como le pidi¨® el presidente electo, el gobernador nombr¨® para ocupar el esca?o vacante a Roland Burris, ex fiscal en Illinois.
Burris, de 71 a?os, disput¨® al menos cinco elecciones primarias y las perdi¨® todas para los puestos de senador (1984); alcalde de Chicago (1995), y gobernador de Illinois (1994, 1998 y 2002). No tiene carisma ni capacidad oratoria. Pero Burris es negro. Fue el primer fiscal negro de su Estado y el a?o pasado declar¨® que si no hubiese habido un Roland Burris, no habr¨ªa tampoco un Barack Obama. El presidente electo era el ¨²nico senador negro en un edificio que se levant¨® gracias a los esclavos negros, y el martes Burris acudi¨® acompa?ado de su abogado negro para tomar juramento como senador.
Sus compa?eros de partido se lo impidieron alegando que no ten¨ªan nada contra ¨¦l, pero que jam¨¢s podr¨ªa ocupar ese puesto una persona designada por Blagojevich. Sin embargo, ayer, el jefe de los senadores dem¨®cratas en el Senado, Harry Reid, dej¨® una puerta abierta a Burris. Reid dijo que si Burris consegu¨ªa la firma necesaria del Secretario de Estado de Illinois, Jesse White, quien es tambi¨¦n negro y se hab¨ªa opuesto a que Burris ocupara el cargo, y convenc¨ªa al comit¨¦ de parlamentarios de Illinois que lleva el proceso de expulsi¨®n de Blagojevich de que ¨¦l no ha tenido nada que ver en las corruptelas del Gobernador, el Senado aceptar¨ªa su nombramiento.
Obama, a pesar de que se hab¨ªa opuesto en principio a su designaci¨®n, declar¨® ayer que se adaptar¨ªa a lo que el Senado decidiese. A Burris se le conoce en Illinois por el elevad¨ªsimo concepto que tiene de s¨ª mismo. "Soy un mago", declar¨® la semana pasada en relaci¨®n a su capacidad para resolver problemas. Uno de sus mayores ¨¦xitos ha sido haber ostentado cargos p¨²blicos durante 16 a?os en una ciudad tan afectada por la corrupci¨®n como Chicago, y no haber sido procesado ni una sola vez.
A este caso se ha unido la renuncia de Bill Richardson, gobernador de Nuevo M¨¦xico, al cargo de secretario de Comercio, tras verse salpicado por un esc¨¢ndalo de tr¨¢fico de influencias. El otro gran problema al que ha tenido que hacer frente Obama es el de la designaci¨®n del antiguo jefe de Gabinete, Leo Panetta, como director de la CIA. Senadores dem¨®cratas han criticado que Panetta no tenga ninguna experiencia en el mundo del espionaje. Y hasta el vicepresidente electo, Joe Biden, dijo que ha sido "un error" nombrarlo sin consultar al comit¨¦ de Inteligencia del Senado, que preside la dem¨®crata Dianne Feinstein, quien tampoco apoy¨® a Panetta. Pero Obama se ha reafirmado en su decisi¨®n y ha elogiado la trayectoria pol¨ªtica de Panetta, quien el pasado julio critic¨® el uso de la tortura y los malos tratos contra los prisioneros.
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