La otra nevada

Madrid y media Espa?a amanecieron con un bonito y entra?able paisaje blanco. Los colegios echan el cierre, las facultades suspenden las clases y los parques y calles se llenan de ni?os y mayores que pasan la jornada jugando y riendo en la nieve. Tambi¨¦n los hay, que tienen que soportar largos atascos. Salen los pol¨ªticos, hablando de la nieve, de las medidas de seguridad adoptadas para evitar accidentes. Comparecen los se?ores pol¨ªticos a hablar de algo que es absolutamente natural, que, aunque peligroso, no representa mayores problemas si se pone la suficiente diligencia.

Sin embargo, a m¨ª me preocupa mucho m¨¢s la otra nevada, aqu¨¦lla de la cual los pol¨ªticos no quieren hablar, no quieren hacer valoraciones. Y es que, Espa?a amaneci¨® con una cifra tan r¨¦cord como triste y vergonzosa: 3.128.963 parados tienen que hacer colas en las oficinas del Inem. Una cifra, que hac¨ªa d¨¦cadas que no se recordaba, un 13,4% de tasa de desempleo poni¨¦ndonos a la cabeza de Europa.

?Qu¨¦ hace el presidente? No s¨®lo no hace nada, sino que sus ministros s¨®lo se limitan a decir que la situaci¨®n seguir¨¢ empeorando y, de vez en cuando, echan alguna cortina de humo alentando que en unos.... dos meses podr¨ªa de nuevo estabilizarse el paro, y empezar la recuperaci¨®n.

Mientras tanto, s¨®lo queda esperar que la ventisca pase y que amaine el temporal, que los ¨¢nimos se calmen y la nieve se derrita. Hasta que eso pase, yo me bajo a jugar con la blanca y divertida esperanza que ha cubierto el suelo de la capital.