Los juguetes de la muerte
El furor ser¨¢n los videojuegos y las playstation. Pero los nuevos juguetes y entretenimientos -ya no s¨®lo de la infancia y adolescencia- enlazan con un fondo oscuro del ser humano, de preferencia, var¨®n: la violencia. Las armas fascinan a los ni?os de todas las edades. En Europa parece que hay la distancia cr¨ªtica suficiente para no confundir sue?os con realidades. Pero en algunos pa¨ªses con unos ¨ªndices de violencia ciudadana muy altos como M¨¦xico, con cerca de 40 homicidios por 100.000 habitantes y a?o -Espa?a, menos de tres-, hay un fuerte movimiento pol¨ªtico y popular contra los juguetes b¨¦licos y la imitaci¨®n de armas cortas.
El congresista Ot¨®n Cuevas C¨®rdova, del izquierdista PRD y padre de dos hijas, present¨® la semana pasada un proyecto de ley que proh¨ªbe la fabricaci¨®n, venta e importaci¨®n de ese tipo de juguetes. En 2002 ya se aprob¨® una ley que ilegalizaba el comercio con juguetes de guerra o delincuencia muy parecidos al original, pero la norma no preve¨ªa sanci¨®n, lo que era como fruncir el ce?o a guisa de castigo. Cuevas C¨®rdova se ha cuidado de introducir multas para endurecer la medida.
R¨¦plicas muy bien hechas del rifle de asalto norteamericano AK-47, pistolas Luger alemanas y Berettas como las de James Bond se venden en mercadillos y por la ambulancia callejera. Tanto que no pocas veces los delincuentes prefer¨ªan las armas de imitaci¨®n a las aut¨¦nticas, por su precio y porque, de ser cogidos, la pena ser¨ªa siempre menor.
Los ?ngeles ya prohibi¨® la venta de toda clase de juguetes para delincuentes en 1987.
La medida no se generaliz¨® en el pa¨ªs porque son los Estados y las municipalidades los que tienen las competencias sobre esa clase de actividades.
Nadie sabe exactamente qu¨¦ influencia tiene sobre el ni?o, luego adulto, haber crecido rodeado de armas de fuego de imitaci¨®n tan realista. Tal vez la peor consecuencia sea la banalizaci¨®n del asesinato; tomarlo por un juego sin m¨¢s trascendencia; como si los muertos reales fueran a levantarse del mismo modo que se incorporaban los muertos de mentira al finalizar las fases del juego.
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