Los 'tories' repescan a Kenneth Clarke para ganar credibilidad
El ex ministro del Tesoro es un convencido europe¨ªsta
La crisis econ¨®mica sigue marcando la agenda pol¨ªtica brit¨¢nica. No s¨®lo en el sentido de la macro-pol¨ªtica: Gordon Brown debe su recuperaci¨®n en los sondeos a su vigoroso papel al frente del pa¨ªs desde que estall¨® la crisis, aunque es probable que acabe perdiendo las elecciones precisamente por el enorme calado que est¨¢ tomando la situaci¨®n econ¨®mica. Tambi¨¦n en la micro-pol¨ªtica: Brown se escud¨® en la econom¨ªa para explicar el inesperado retorno de Peter Mandelson, hasta entonces enemigo jurado; David Cameron ha dado la misma explicaci¨®n sobre el retorno, ayer, del veterano Kenneth Clarke, uno de los pol¨ªticos tories m¨¢s lejanos al actual l¨ªder conservador.
Clarke, de 68 a?os, eterno desali?ado, obeso, fumador de puros (y muy vinculado al negocio como alto cargo de la British American Tobacco), europe¨ªsta, ha sido derrotado tres veces en sus intentos por liderar el Partido Conservador: siempre era el favorito de las encuestas pero nunca consigui¨® el apoyo del grupo parlamentario conservador. Su europe¨ªsmo -es uno de los pocos pol¨ªticos conservadores que apoya el ingreso de la libra en el euro- ha sido siempre un obst¨¢culo infranqueable.
Lleva m¨¢s de 10 a?os retirado de la pol¨ªtica activa, desde que dej¨® de ser canciller del Exchequer al perder los conservadores las elecciones de 1997. ?Por qu¨¦, pues, Cameron ha recurrido a ¨¦l?
Aunque el aparato propagandista conservador asegura que nadie est¨¢ m¨¢s contento por el retorno de Clarke que el portavoz conservador del Tesoro y canciller del Exchequer en la sombra, George Osborne, la realidad es que el orondo Clarke vuelve para dar credibilidad a las propuestas econ¨®micas de los tories. Su funci¨®n espec¨ªfica ser¨¢ marcar a Peter Mandelson, ministro de Negocios y Empresas. Por desgracia no habr¨¢ rifirrafes parlamentarios entre los dos: Mandelson era comisario europeo cuando fue rescatado por Gordon Brown y no ten¨ªa esca?o parlamentario, por lo que fue nombrado lord. Como tal, no tiene derecho a participar en los debates de la C¨¢mara de los Comunes. Clarke, como diputado, no puede intervenir "en el otro lugar", como se denomina en la jerga parlamentaria de los Comunes a la C¨¢mara de los Lores.
El retorno de Clarke ser¨¢ bienvenido por los ciudadanos que siguen la pol¨ªtica, pero amenaza con provocar contradicciones en el Partido Conservador. Clarke no s¨®lo no es un pol¨ªtico reformista obsesionado por la modernidad y las formas, como Cameron. Es un hombre que ha defendido opciones opuestas a las de la direcci¨®n del partido en esta crisis econ¨®mica: sugiri¨® reducir el IVA antes de que as¨ª lo hiciera el Gobierno y ha defendido pol¨ªticas keynesianas en contradicci¨®n con la oposici¨®n de David Cameron y George Osborne a aumentar el d¨¦ficit p¨²blico.
Y, sobre todo, es europe¨ªsta. Clarke ha aceptado no atacar la pol¨ªtica "claramente establecida" del partido sobre Europa. Eso es f¨¢cil ahora, cuando el tema europeo est¨¢ fuera de la agenda. Pero el debate sobre el euro est¨¢ renaciendo y la cuesti¨®n del nuevo Tratado europeo puede volver a plantearse si Irlanda lo ratifica.
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