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El lunes y el martes de la pr¨®xima semana se va a celebrar en Madrid una reuni¨®n internacional de alto nivel sobre seguridad alimentaria. Que es, justamente, uno de los asuntos m¨¢s clamorosamente inseguros que existen en el mundo. Seg¨²n la FAO, hay 963 millones de personas desnutridas, casi un sexto de la poblaci¨®n mundial. De hecho, en los ¨²ltimos 12 meses se sumaron 75 millones de fam¨¦licos; y se calcula que en el pr¨®ximo a?o habr¨¢ entre 100 y 130 millones m¨¢s. Ya s¨¦ que todas estas cifras nos bailan en la cabeza, que las escuchamos como quien oye un zumbido molesto; pero te ruego que hagas un esfuerzo y procures entender los pr¨®ximos n¨²meros: hay 55 millones de ni?os peque?os con desnutrici¨®n severa, y cinco millones de ellos mueren cada a?o. Y, los que no mueren, quedan tocados para siempre en su desarrollo, en su maduraci¨®n intelectual. Ser¨¢n adultos destrozados y disminuidos. Intenta visualizar a esos ni?os, intenta imaginar tan s¨®lo a uno: esquel¨¦tico y con la piel pegada como una momia pero a¨²n vivo, o bien hinchado como uno de esos animales ahogados que el r¨ªo arrastra. Son las dos versiones de la carencia, los dos destrozos que puede provocar el hambre feroz. Y ahora escucha:

Bastar¨ªan 3.000 millones de euros para frenar la desnutrici¨®n aguda infantil en todo el mundo.

Lo dice un informe de Acci¨®n contra el Hambre, que propone un plan de ayuda domiciliario que costar¨ªa menos de 40 euros por cada cr¨ªo. Por todos los santos, ?si s¨®lo en Espa?a se est¨¢ dando una ayuda a los bancos de 150.000 millones de euros! ?Qu¨¦ son 3.000 millones entre los pa¨ªses ricos? S¨¦ que la crisis econ¨®mica fomenta el ensimismamiento y la taca?er¨ªa. Pero es una indecencia permitir que contin¨²e la agon¨ªa de esos ni?os sabiendo que existe una soluci¨®n barata y sencilla.