El primero de cien d¨ªas de v¨¦rtigo

Mientras Barack Obama pronunciaba su discurso en el Capitolio, un primer grupo de sus asesores comenzaba literalmente a tomar posiciones en los despachos de la Casa Blanca, conectar sus ordenadores, habilitar sus correos electr¨®nicos y preparar los papeles que hoy mismo empezar¨¢ a firmar el nuevo presidente en lo que ser¨¢ un arranque fren¨¦tico del cambio.

Entre el ruido de los carpinteros y el desfile de decoradores que completaban la transformaci¨®n del que fue hogar de los Bush en el hogar de los Obama, los nuevos responsables pol¨ªticos redactaban las primeras ¨®rdenes presidenciales y los primeros mensajes al Congreso que ser¨¢n hechos p¨²blicos esta semana.

Obama quiere imponer un estilo de Gobierno en el que predominen las decisiones de gran consenso bipartidista. Por esa raz¨®n, va a reservar el mecanismo del decreto para lo m¨¢s urgente -la orden de cierre de Guant¨¢namo est¨¢ en esta categor¨ªa-, mientras que, probablemente, buscar¨¢ respaldo parlamentario para todo aquello que pueda y merezca esperar un tiempo para la negociaci¨®n, como es el caso de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias.

El art¨ªfice de la paz del Ulster se perfila como enviado a Oriente Pr¨®ximo

?sos son algunos de los asuntos que Obama va a encontrar hoy sobre su mesa del Despacho Oval. Pero los dos grandes temas que van a consumir la mayor parte del tiempo durante los primeros meses de la nueva Administraci¨®n ser¨¢n, por este orden, la crisis econ¨®mica y el repliegue de Irak.

El presidente va a abordar hoy ambos asuntos en sendas reuniones con sus equipos econ¨®mico -el secretario del Tesoro, Tim Geithner, est¨¢ a¨²n pendiente de la confirmaci¨®n por parte del Senado- y de seguridad. A estos ¨²ltimos les va a dar la orden de poner en marcha el dispositivo que permita la salida de las tropas de Irak en un plazo de 16 meses, siempre que las circunstancias lo permitan.

Con los responsables de la econom¨ªa, Obama va a dar los primeros pasos para la aprobaci¨®n por el Congreso de un plan de est¨ªmulo calculado en 825.000 millones de d¨®lares (627.000 millones de euros). No va a ser una negociaci¨®n f¨¢cil. En el Capitolio hay, pese a la mayor¨ªa dem¨®crata, serias reticencias a poner en manos del presidente tan gigantesca suma. Pero se conf¨ªa en que la Casa Blanca obtendr¨¢ luz verde para esa cantidad u otra similar antes de mediados de febrero.

Obama va a ser el presidente con m¨¢s dinero en su caja que se recuerda desde Roosevelt. Adem¨¢s de esos 825.000 millones que tiene previsto dedicar a alivios fiscales -unos 275.000 millones- e inversi¨®n p¨²blica en infraestructura -los 550.000 millones de d¨®lares restantes- para promover el empleo y acelerar el crecimiento, esta Administraci¨®n tiene tambi¨¦n que decidir c¨®mo gastar los 350.000 millones de d¨®lares que quedan del paquete de rescate financiero que aprob¨® el oto?o pasado el anterior Congreso.

Tambi¨¦n sobre ese ¨²ltimo cheque pueden anunciarse decisiones a partir de hoy. En primer lugar, en relaci¨®n con la transparencia del gasto. El Congreso est¨¢ molesto por la forma algo opaca en que la anterior Administraci¨®n emple¨® los 350.000 millones liberados primeramente y ahora, al aprobar la pasada semana la segunda remesa, ha exigido mayores garant¨ªas de que ¨¦sta servir¨¢, no s¨®lo para tapar los agujeros inmediatos de los bancos, sino para corregir de forma m¨¢s profunda el problema de las hipotecas basura que provocaron toda esta hecatombe.

Obama va a compaginar una bater¨ªa de decisiones en todos esos ¨¢mbitos con alguna iniciativa en relaci¨®n con el conflicto en Gaza. Aunque no se ha filtrado nada hasta el momento, el presidente ha dicho en entrevistas en los ¨²ltimos d¨ªas que su equipo de pol¨ªtica exterior est¨¢ elaborando una propuesta que les permita involucrarse en la b¨²squeda de una soluci¨®n "desde el primer d¨ªa". El ex senador George Mitchel, de 75 a?os, el art¨ªfice del Acuerdo del Viernes Santo de 1998 que supuso el principio del fin del conflicto norirland¨¦s, se perfilaba ayer como el enviado de Obama para Oriente Pr¨®ximo, seg¨²n The Washington Post.

Por las declaraciones que la nueva secretaria de Estado, Hillary Clinton, hizo en el Senado durante el debate para su confirmaci¨®n puede deducirse que esa propuesta incluye en una fase muy temprana el di¨¢logo con Siria e Ir¨¢n. Antes, la nueva Administraci¨®n tendr¨¢ que ofrecer garant¨ªas a Israel de que todo se hace en beneficio de la seguridad de ese Estado, y no ser¨ªa extra?o que Clinton ponga rumbo a la regi¨®n en sus primeros d¨ªas de trabajo.

Obama va a buscar el apoyo de Israel y, en efecto, va a intentar consensos siempre que sea posible. Pero en este periodo de transici¨®n, en el que form¨® su Gabinete en un tiempo r¨¦cord, ha demostrado tambi¨¦n que sabe tomar decisiones con rapidez y que no le gusta que el paso del tiempo termine pudriendo las cosas. Prepar¨¦monos, pues, para cien d¨ªas de v¨¦rtigo.