Ham¨¢s se hace m¨¢s fuerte en Gaza
Los islamistas rechazan un Gobierno de unidad si Abbas no rompe con Israel
La guerra de Israel contra Gaza y Ham¨¢s ha provocado una sacudida en el tablero pol¨ªtico palestino. Ya nada ser¨¢ igual entre los encarnizados rivales. Convencidos de que Fatah conspir¨® con Israel y Egipto para lanzar el ataque contra la franja y de que el objetivo era el desplome del Ejecutivo islamista, los dirigentes de Ham¨¢s se sienten fuertes a la hora de negociar un Gobierno de unidad tras haber resistido la brutal embestida. En las calles de Gaza cosecha simpat¨ªas crecientes, mientras en Cisjordania hablar del prestigio del presidente, Mahmud Abbas, suscita hilaridad.
El respaldo popular al movimiento fundamentalista crece. No lo duda nadie en los territorios palestinos. "No soporto a Ham¨¢s. Ojal¨¢ se murieran cuanto antes. Y no sigo ensuciando mi boca porque voy a rezar. Pero Ham¨¢s saldr¨¢ muy reforzado de esta guerra", dice Munir, due?o de un restaurante de pescado, moviendo los brazos hacia el cielo. Id¨¦ntica opini¨®n a la del empresario Rafik, tampoco admirador de unos islamistas que abanderan la idea de la resistencia, arraigada como ninguna en la psique palestina. "Abbas presion¨® a Israel para que atacara Gaza. Pero Ham¨¢s y su Gobierno son ahora m¨¢s poderosos. Todo est¨¢ m¨¢s claro. Egipto, Jordania, Israel, incluso la UE, saben que no nos vamos a hundir", asegura a este diario Ehab el Gosein, portavoz del Ministerio del Interior en la franja.
El movimiento no acepta al presidente palestino tras el fin oficial de su mandato
Siguieron ayer las eternas negociaciones en El Cairo para pactar una tregua estable, forjar un Gobierno de unidad palestino y para que se reabran las fronteras de Gaza, convertida en un gueto cada d¨ªa m¨¢s deprimente. Tres objetivos dif¨ªciles de lograr, y m¨¢s complicado a¨²n que perduren.
El bloqueo econ¨®mico a este territorio de 367 kil¨®metros cuadrados arranc¨® hace exactamente tres a?os. El 25 de enero de 2006, Ham¨¢s triunf¨® en las elecciones legislativas y el mundo occidental en bloque y la mayor¨ªa de los pa¨ªses ¨¢rabes despreciaron el resultado de las urnas. Aunque ayer sobrevolaron Gaza los cazabombarderos israel¨ªes, despertando de nuevo el temor entre su mill¨®n y medio de habitantes a otra oleada de ataques, el alto el fuego se antoja m¨¢s plausible que los otros dos elementos de la negociaci¨®n. Aunque indirectamente, ya negocian Israel y Ham¨¢s. El representante del Gobierno de Ehud Olmert, Amos Gilad, propuso ayer en El Cairo una tregua de 18 meses. Ham¨¢s replic¨® que la duraci¨®n no debe superar el plazo de un a?o.
El Ejecutivo de unidad, que permitir¨ªa la reconstrucci¨®n de lo devastado, y la apertura de los pasos fronterizos son harina de otro costal. "No aceptaremos paz a cambios de paz. Tienen que abrirse los cruces y podemos arreglarlo con Abbas y con Egipto. Pero, ?c¨®mo podemos hacerlo si la Autoridad Palestina sigue encarcelando a nuestra gente en Cisjordania?", se pregunta el diputado de Ham¨¢s Mohamed Shihab. Los dirigentes islamistas visitados d¨ªas atr¨¢s echan pestes de un presidente del que se mofan. El legislador Yusef Shirafi destaca: "Ex presidente". El mandato de Abbas concluy¨® el 9 de enero y Ham¨¢s ya no le reconoce como tal.
"Hoy es imposible alcanzar un acuerdo con la Autoridad Palestina. No est¨¢n dispuestos a liberar a los cientos de presos de Ham¨¢s en Cisjordania ni a reformar los cuerpos de seguridad que han entrenado en Jordania bajo las ¨®rdenes de un general estadounidense", afirma Masl¨¦ Reqab, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Jan Yunis, que bromea: "Abbas exig¨ªa que se le entregaran los cuarteles de la polic¨ªa en Gaza. Pero Ham¨¢s no puede cumplir. Los cuarteles ya no existen". Las negociaciones prometen ser arduas porque Ham¨¢s reclama tambi¨¦n que Abbas rompa un proceso de paz con Israel que tildan de burla.
El desaf¨ªo que afronta el Gobierno de Ismail Haniya es paliar la calamitosa situaci¨®n de Gaza tras la escabechina israel¨ª. Ahora que el suministro de combustible se ha reanudado y que podr¨ªa funcionar la ¨²nica central el¨¦ctrica, est¨¢n derribados cientos de postes de luz. Lo mismo sucede con la telefon¨ªa; 16 ministerios son escombros; habr¨¢ que derribar el Parlamento; 5.000 casas fueron demolidas por las bombas israel¨ªes; 35 escuelas inservibles; hospitales calcinados...
?Lo soportar¨¢ largo tiempo la poblaci¨®n? La reconstrucci¨®n es esencial. Pero sin Gobierno de unidad, llevar¨¢ tiempo el ingreso en Gaza de la ingente cantidad de materias primas necesarias para rehabilitar lo destruido. Los malabarismos pol¨ªticos ser¨¢n parte del juego macabro. Porque Ham¨¢s no piensa rendirse. "Abbas no ha podido volver a Gaza sobre los tanques israel¨ªes, y no va a regresar en la escalera de la reconstrucci¨®n", ha escrito el profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Nablus Satar Kasem.
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