Un barrio humilde desolado por el derrumbe del pabell¨®n
Las ruinas del t¨²nel de bateo del pabell¨®n de b¨¦isbol en el que murieron cuatro ni?os es el rastro m¨¢s visible y doloroso que queda del temporal del s¨¢bado en el barrio de Camps Blancs, en Sant Boi (Baix Llobregat). No es el ¨²nico. A¨²n quedan, en este suburbio de bloques uniformes a la ladera de la monta?a que corona la ermita de Sant Ramon, otros restos del vendaval. Como los cuatro pinos, uno gigante, que siguen tumbados sobre la iglesia de hormig¨®n.
Sant Josep Obrer se llama la parroquia. Un patr¨®n a la medida del arrabal. Fue construido, como otros barrios metropolitanos, a finales de la d¨¦cada de 1960 para alojar a barraquistas, explica el cura, Joan Pe?afiel. El p¨¢rroco, que trabaj¨® en Sant Cosme, en El Prat de Llobregat, a?ade que en Camps Blancs "no hay tantos problemas como en barrios parecidos". En ¨¦ste conviven gitanos y payos. Tambi¨¦n latinoamericanos, desde hace unos a?os, especialmente caribe?os. Les atrae, precisamente, el equipo de b¨¦isbol, un deporte muy popular en Cuba y Venezuela.
"Todos los nenes de por aqu¨ª van al b¨¦isbol", asegura Rosario Heredia, que presenci¨® el accidente. Junto a la verja del complejo deportivo siguen acumul¨¢ndose algunas flores, velas y dedicatorias para las cuatro v¨ªctimas. Una de ellas, Mario, era del barrio.
Una vecina que trae m¨¢s velas explica, llorosa, c¨®mo re?¨ªa a los ni?os bullangueros cuando iba a hacer gimnasia al complejo. "El sitio da vida a la zona", reflexiona. Y advierte: "Siempre es preferible que los ni?os hagan deporte a que se droguen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.