Bancos (in¨²tiles) de c¨¦lulas
Tras los bancos privados de cord¨®n umbilical llegan otros que almacenan c¨¦lulas obtenidas de los dientes de leche, de la sangre menstrual y de la grasa corporal del cliente, o del beb¨¦ del cliente, por cuotas que van de los 400 a los 1.000 euros y con anzuelos que oscilan entre el futuro alivio del p¨¢rkinson y la remota cura del c¨¢ncer. La mayor¨ªa de estas iniciativas son hasta ahora norteamericanas. Pero el canto de las sirenas es transatl¨¢ntico, como demuestra la experiencia de los cordones umbilicales.
De las 25.600 familias espa?olas que han guardado el cord¨®n umbilical de sus beb¨¦s en un banco privado, 25.000 han acudido a una empresa extranjera. Algunas lo hicieron antes de que hubiera bancos privados en Espa?a, pero la mayor¨ªa lo han hecho para eludir los nexos con el sistema p¨²blico impuestos por la ley espa?ola. Estos nexos obligan a la familia a donar las c¨¦lulas en el (muy improbable) caso de que aparezca en el futuro un enfermo compatible.
Las evidencias de que las c¨¦lulas madre obtenidas de dientes de leche, sangre menstrual o grasa corporal sirvan para curar el p¨¢rkinson, la diabetes o el c¨¢ncer son nulas. Las c¨¦lulas madre de cord¨®n umbilical s¨ª son un recurso esencial contra la leucemia, y de importancia creciente, pero no cuando provienen del propio enfermo, que es el escenario con el que tratan los bancos privados. La raz¨®n es que las enfermedades curables con c¨¦lulas de cord¨®n son leucemias infantiles que tienen casi siempre una componente gen¨¦tica, y el cord¨®n del beb¨¦ tiene el mismo defecto gen¨¦tico que el propio beb¨¦. Las c¨¦lulas madre de cord¨®n ya resuelven la mitad de los casos de leucemia aguda, pero esos trasplantes provienen de otro donante: ¨¦sa es la raz¨®n de ser de los bancos p¨²blicos (y de la ley espa?ola sobre bancos privados).
Puesto que las c¨¦lulas madre de la grasa corporal o de la sangre menstrual no tienen utilidad m¨¦dica en la actualidad, los empresarios apelan a la investigaci¨®n futura para que pasen a tener alguna. Pero nada garantiza que las cosas vayan a ir por ese camino. Los prometedores resultados con otro tipo distinto de c¨¦lulas madre -las iPS, reprogramadas a partir de un cabello- sugieren m¨¢s bien lo contrario.
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