Obama entra en juego
Las primeras decisiones sobre Palestina revelan que EE UU quiere asumir un papel m¨¢s activo
La extrema prudencia del presidente norteamericano Barack Obama en sus contadas declaraciones sobre el conflicto de Palestina muestra hasta qu¨¦ punto ¨¦ste preocupa a Washington; pero tambi¨¦n la celeridad con que la Casa Blanca ha empezado a jugar sus cartas con el env¨ªo de George Mitchell el pasado fin de semana a la zona revela c¨®mo, a diferencia de la Administraci¨®n de George Bush, s¨ª hay decisi¨®n de tomar el toro por los cuernos. Una cautela similar en Israel, que celebrar¨¢ elecciones legislativas el pr¨®ximo d¨ªa 10, revela, en cambio, la aprensi¨®n con que el Gobierno encara una nueva ronda diplom¨¢tica con un presidente que tiene parientes musulmanes y ha declarado a medios ¨¢rabes que aspira a la mejor relaci¨®n con el mundo isl¨¢mico.
El hecho de que sea Mitchell, cat¨®lico maronita, el elegido para esta primera gira, que le ha llevado a Egipto, Israel, Cisjordania, Jordania y culminar¨¢ esta semana en Arabia Saud¨ª, subraya la intenci¨®n de arrojar una mirada diferente sobre el conflicto. Entre los diplom¨¢ticos cuyos nombres se barajaron para cubrir ese puesto estaban Dennis Ross y Martin Indyk, ambos sionistas moderados, cuya elecci¨®n habr¨ªa agradado a Jerusal¨¦n.
Mitchell ya presidi¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n en la zona, tras el estallido de la segunda Intifada palestina en septiembre de 2000, y present¨® un informe en el que junto al fin de la violencia terrorista ped¨ªa el congelamiento de la expansi¨®n de las colonias israel¨ªes en territorio palestino, donde hoy viven 300.000 ocupantes en 120 asentamientos autorizados, y varias docenas de fortuna, junto a un n¨²mero similar de colonos en la Jerusal¨¦n ¨¢rabe; todo ello en violaci¨®n de la cuarta convenci¨®n de Ginebra sobre las obligaciones de las potencias ocupantes.
El negociador norteamericano tiene como objetivo inicial consolidar el alto el fuego en Gaza, pasablemente observado por Israel y el movimiento palestino Ham¨¢s, tras la ofensiva militar sionista que dur¨® tres semanas y concluy¨® el pasado d¨ªa 18, en la que murieron m¨¢s de 1.300 palestinos, casi todos civiles y muchos de ellos mujeres y ni?os. Pero nadie duda de que, al mismo tiempo, Mitchell le ha tomado el pulso a una situaci¨®n envenenada, dilatada, y de posiciones tercamente incompatibles que ensangrienta Palestina desde comienzos del siglo XX. La paz habr¨¢ de ser, por ello, la gran apuesta exterior de la presidencia de Obama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.