La guerra por el puerto de Valencia
La pugna por el negocio del sistema portuario de transporte de contenedores y mercanc¨ªas provoca quema de camiones, amenazas y coacciones constantes
Es la ley del silencio. La carga y descarga de mercanc¨ªas en el puerto de Valencia es una actividad de riesgo. Dinero negro, camiones quemados, ruedas pinchadas, amenazas, coacciones y silencio. "Si hablas, te cortan la cabeza. Todo el mundo se hace el loco, porque todo el mundo est¨¢ metido en el fango", afirma Samuel. "Quise ir por mi cuenta. Perd¨ª tres camiones", explica Jorge Javier. Solo el a?o pasado, casi una treintena de camiones fue pasto de las llamas en incendios provocados. Lunas rotas, ruedas destrozadas, mensajes en los cristales y gestos amenazantes describen el d¨ªa a d¨ªa de muchos camioneros. El movimiento de contenedores en el puerto ronda las 4.000 unidades al d¨ªa. La actividad crece, pero eso no se traduce en movimiento de mercanc¨ªa por carretera, porque el puerto de Valencia ha aumentado el negocio que se deriva de su uso no como destino, sino como transbordo. El transporte de contenedores por carretera ha decrecido al menos un 30% en los ¨²ltimos meses.
"Cualquier d¨ªa me encontrar¨¦ el cami¨®n en llamas", afirma un afectado
En teor¨ªa, cualquier camionero puede entrar en el puerto. La pr¨¢ctica es distinta. Un enjambre de asociaciones puja por el negocio. Eltc (Empresas de Log¨ªstica del Transporte de Contenedores) agrupa a flotistas, m¨¢s de 1.400 camiones, que trabajan para navieras. Transconval, escisi¨®n de la anterior, es la asociaci¨®n, tambi¨¦n de flotistas -m¨¢s de 600 veh¨ªculos- que trabaja en exclusiva con MSC (Mediterranean Shipping Company). Transcont tiene un millar de asociados aut¨®nomos. Adem¨¢s, entre otras, est¨¢n ATPE (Asociaci¨®n del Transporte Portuario Europeo), similar a Transcont pero m¨¢s peque?a, unos 200 asociados. Tambi¨¦n AIT (Asociaci¨®n Independiente del Transporte) recoge a transportistas del puerto. La ¨²ltima ha sido Atramed (Asociaci¨®n del Transporte del Mediterr¨¢neo), consecuencia de divergencias con Transcont. Ellas marcan las condiciones de trabajo. "El enfrentamiento entre ellas no tiene que ver con la crisis, sino con la pasta que se maneja. He estado en Transcont tres a?os. Me tuve que meter porque si no no pod¨ªa trabajar. Me rompieron lunas en mi cami¨®n aparcado en un pol¨ªgono de Quart de Poblet en 2005. Gente de esa misma asociaci¨®n me amenaz¨®. O haces las cosas como ellos dicen o no eres nadie", relata Ricardo, de Picanya.
Las asociaciones idearon los "n¨²meros" que identifican los camiones y que en la pr¨¢ctica son imprescindibles para operar en el puerto. La autoridad portuaria est¨¢ en contra. "No queremos un censo cerrado. Queremos un espacio abierto y que sean ellos los que compitan en un mercado libre", dice un portavoz. Pero sin ese n¨²mero, que facilitan las asociaciones, hay poco o nada que hacer: 3.000 euros vale asociarse a Transcont. El n¨²mero se revende hasta por 30.000 euros. Transcont niega su relaci¨®n con esas transacciones. Pero el que paga ese precio quiere recuperar la inversi¨®n. "Mi mujer y yo pagamos 16.500 euros hace a?o y medio. Todo nuestro dinero. Claro que Transcont lo sab¨ªa. Y no solo tuvimos migajas para trabajar, sino que cuando en verano pasado tomamos una posici¨®n contraria a la de ellos respecto a la huelga, vimos venir lo peor. Nos destrozaron el cami¨®n y lo seguimos pagando, pero no vimos qui¨¦n lo hizo", relata Manolo, de Valencia.
Nadie esconde el enfrentamiento. Miembros de todas las asociaciones, excepto de Transcont, han sufrido ataques. Tambi¨¦n socios de Atramed, que proviene en parte de una fracci¨®n de Transcont, han sufrido sabotajes. Ni siquiera exhiben su distintivo. "Les digo a los vigilantes de las empresas que est¨¢n donde aparco que, por favor, lo vigilen. Cualquier d¨ªa me encontrar¨¦ el cami¨®n en llamas", afirma Jos¨¦.
La crisis encarniza el enfrentamiento. Hoy, en Xilxes, la Plataforma del Transporte se re¨²ne para dise?ar un calendario de movilizaciones. Formalmente, Transcont no estar¨¢. Pero el sector m¨¢s radical s¨ª. Que hay un sector radical lo reconoce la propia asociaci¨®n. Algunos que han estado en Transcont temen sus m¨¦todos. De hecho, en relaci¨®n con la quema de camiones ha habido escasas detenciones, ninguna ha llegado a juicio, pero todas han sido de afiliados de Transcont. Y cuatro nombres repiten con insistencia las v¨ªctimas de sabotajes, cuatro nombres que tienen que ver con Transcont.
M¨¢s elementos para la pol¨¦mica
Por si no fuera bastante dura la pelea, en la que para mover un determinado contenedor, para sacarlo de Aduanas o de Sanidad, entra en juego dinero negro y se llegan a pagar hasta 9.000 euros, la competencia va a ser a¨²n m¨¢s feroz. Transcont va a constituir en breve una cooperativa de segundo grado, similar a las cooperativas agr¨ªcolas, con capacidad para acogerse a fondos sociales. Se convierte en una inmensa flotista. Podr¨¢ contratar directamente y distribuir el trabajo entre sus socios. Podr¨¢ marcar precios. ?D¨®nde quedan los que no est¨¦n en Transcont? ?C¨®mo afectar¨¢ a los flotistas de Transconval y de ELTC? La cooperativa, Logiser, tiene en proyecto hacerse con un centro multiservicios propio en Riba-roja, donde no solo haya un inmenso aparcamiento, sino un hotel, una gasolinera, un centro de formaci¨®n, un gimnasio... Atramed tambi¨¦n se propone crear un complejo similar en Silla.
?Qui¨¦n tendr¨¢ un aparcamiento seguro? El que pertenezca a la asociaci¨®n que saque adelante su proyecto. ?Qui¨¦n podr¨¢ trabajar a pesar de que formalmente lo pueda hacer cualquier camionero? Evidentemente, el que pertenezca a la asociaci¨®n que m¨¢s trabajo pueda conquistar. Transconval, seg¨²n fuentes de su directiva, no quiere ni o¨ªr hablar de acuerdos ni convenios con quienes considera "un peligro". Transcont rechaza de plano cualquier acusaci¨®n que ponga en duda su actuaci¨®n y defensa de los socios. Y m¨¢s a¨²n, denuncia desde Asnepa el abuso de las navieras, por ejemplo, respecto a contenedores en condiciones imposibles de transportar cuyo perjuicio revierte en el transportista sin amparo alguno.
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