Un instituto se hunde en Sada

El suelo se hunde en la recepci¨®n y en uno de los patios y grandes grietas rasgan las paredes del edificio. El Instituto Isaac D¨ªaz Pardo, situado en el centro de la localidad coru?esa de Sada, presenta desperfectos en su estructura desde hace a?os. Una mala construcci¨®n y su ubicaci¨®n sobre una zona de humedales est¨¢n detr¨¢s del problema, que empeora con el paso del tiempo.

Con 23 hect¨¢reas de superficie, las Bra?as de Sada son uno de los espacios ambientales con m¨¢s valor dentro de las Mari?as ?rtabras. El crecimiento urban¨ªstico de la villa coru?esa invadi¨® parte de esos terrenos, entre otros, la parcela en la que se sit¨²a el centro educativo.

"Cuando se edifica en lugares como ¨¦ste hay que sanear o cimentar. Eso no se hizo bien con el instituto, y ahora vienen las consecuencias", explica Vidal Roman¨ª, el director del Instituto de Xeolox¨ªa de la Universidade de A Coru?a. Lo mismo opina Carlos Silvar, el delegado en As Mari?as de la Sociedade Galega de Historia Natural, quien a?ade que una construcci¨®n de calidad en esta zona "ser¨ªa muy costosa" y, como no se hace, hay un deterioro acelerado en los edificios".

El Isaac D¨ªaz Pardo se levant¨® en 1988 con un dise?o vistoso, basado en zonas abiertas y acristaladas que aportan luminosidad al interior. El edificio se levant¨® sobre un sistema de pilotes, pero algunas zonas se quedaron sin cimentaci¨®n, y hoy son ¨¦sos los lugares m¨¢s afectados por la inconsistencia del terreno.

El recibidor, de grandes dimensiones, est¨¢ combado hacia el centro, lo que ha provocado un levantamiento del suelo en los bordes que forma un escal¨®n de unos 10 cent¨ªmetros. La escalera central, que conduce a las aulas desde la recepci¨®n, se ha abierto en dos a causa de una grieta que la recorre de arriba a abajo. Las hendiduras se extienden por paredes, pasillos y columnas. Tambi¨¦n est¨¢ desnivelado uno de los patios, cubierto y ajardinado, que habitualmente no se utiliza. Las aceras que lo bordean se han levantado, sobre todo a la altura de las tuber¨ªas. Y por si fuera poco, la humedad propia de este tipo de terrenos se ha instalado en las paredes, provocando grandes manchas y algunas goteras en el interior.

Pero los desperfectos estructurales no parecen afectar demasiado a la vida diaria de este instituto de 350 alumnos, y las partes implicadas coinciden en sacarle hierro al asunto. La directora del centro, Rosario V¨¢zquez, destaca lo "antiest¨¦tico" que resulta el problema, pero asegura que "no es peligroso". "Ya nos pusimos en contacto con la Delegaci¨®n [de la Conseller¨ªa de Educaci¨®n] y estamos tratando de buscar una soluci¨®n".

Ella misma dice que, de momento, no ha recibido ninguna queja de padres o alumnos. De hecho cuenta con el apoyo del APA, que atribuye el problema a la indiferencia de la Delegaci¨®n.