Obama pone en marcha un gran plan para salvar la econom¨ªa
Geithner presenta el programa de estabilizaci¨®n financiera - El Senado aprueba medidas de est¨ªmulo - El presidente conf¨ªa en obtener resultados en un a?o
El Gobierno de Barack Obama concret¨® ayer una vasta operaci¨®n del salvamento de la econom¨ªa, con acciones simult¨¢neas en varios frentes y el gasto de sumas que pueden superar los dos billones de d¨®lares, dentro de una estrategia que pretende, al mismo tiempo, resucitar la producci¨®n y el consumo para crear empleos, y estabilizar el sistema financiero para que vuelva a ser el motor de la actividad econ¨®mica y del crecimiento. Se trata de un monumental esfuerzo de reconstrucci¨®n, que nace entre las dudas de Wall Street y el rechazo de la oposici¨®n, y que, adem¨¢s de a?adir muchos n¨²meros al d¨¦ficit nacional, debe ser el gran instrumento de Estados Unidos para combatir la crisis.
"Los problemas que nos condujeron a esta crisis son profundos y se han propagado. Necesitamos estabilizar y reparar nuestro sistema financiero. Necesitamos que el cr¨¦dito vuelva a llegar a las familias y a las empresas. Necesitamos detener la ola de embargos que est¨¢ barriendo el pa¨ªs", dijo ayer Obama en Fort Myers (Florida), en la segunda etapa de su gira por el territorio estadounidense en busca del apoyo ciudadano a sus medidas econ¨®micas.
S¨®lo tres senadores republicanos apoyaron el plan del presidente
"Necesitamos detener la ola de embargos que barre el pa¨ªs", dijo Obama
En Washington, a la misma hora, el Senado aprobaba por 61 votos contra 37 (es decir, uno m¨¢s de los que eran necesarios) un plan de est¨ªmulo de 837.000 millones de d¨®lares (641.800 millones de euros), y el secretario del Tesoro, Tim Geithner, anunciaba los detalles de otro plan de intervenci¨®n en la actividad crediticia que incluye un aumento hasta el bill¨®n de d¨®lares de los principales programas de pr¨¦stamos de la Reserva Federal.
Ambos planes son las dos patas de esta espectacular ofensiva legislativa con la que, en pocas palabras, se intenta devolver la vitalidad al capitalismo en un plazo que, sin comprometerse en exceso, Obama calcul¨® en su conferencia de prensa del lunes en un a?o. "?ste va a ser un a?o dif¨ªcil..., pero a comienzos del a?o pr¨®ximo podemos empezar a ver alguna mejora significativa", pronostic¨® el presidente.
Para ello tienen que funcionar los dos planes en marcha. Uno de ellos, el que se conoce como plan de est¨ªmulo (la Ley de Reinversi¨®n y Recuperaci¨®n), est¨¢ pendiente de completar su recorrido en el Congreso. El otro plan, el que se conoc¨ªa como plan de rescate, rebautizado ayer como plan de estabilizaci¨®n financiera y que podr¨ªa pasar a la historia como plan Geithner, es heredero de la Ley de Estabilizaci¨®n Econ¨®mica de Emergencia, aprobada el oto?o pasado para permitir al Gobierno dedicar 700.000 millones de d¨®lares en el reflotamiento de los bancos.
Este ¨²ltimo plan intenta, en primer lugar, una mejor administraci¨®n de los 350.000 millones de d¨®lares que quedan por gastar de la partida aprobada en octubre, evitando que ese dinero sea utilizado, como ha ocurrido hasta ahora, para fines que tienen que ver m¨¢s con los intereses inmediatos de determinada instituci¨®n o de sus ejecutivos que con las necesidades reales del mercado. El segundo objetivo anunciado por el secretario del Tesoro es el de hacer fluir de nuevo el cr¨¦dito. Para ello se pondr¨¢ en marcha un complejo sistema que aporta la originalidad de intentar financiarse en parte con dinero privado. Es decir, se buscar¨¢ que los bancos solventes participen en el socorro de los que no lo son. Todo ello con la garant¨ªa del Estado y la expectativa de rentabilidades futuras.
Esto no significa que el Estado no vaya a tener que aportar una cantidad importante de millones para poner en marcha esos nuevos mecanismos. De momento, la Administraci¨®n no tiene previsto solicitar al Congreso cantidades suplementarias para el plan Geithner. Por ahora, se desarrollar¨¢ con el restante del plan de rescate y los presupuestos de la Reserva Federal. Pero la mayor¨ªa de los expertos creen que, en ¨²ltima instancia, los bancos necesitar¨¢n m¨¢s dinero del Estado.
Antes de que eso se produzca, el Gobierno de Obama prefiere concentrar su pugna con el Congreso en el otro plan, el plan de est¨ªmulo, quiz¨¢ m¨¢s determinante para reactivar la econom¨ªa sobre bases s¨®lidas y, sin duda, m¨¢s arriesgado desde el punto de vista pol¨ªtico. Despu¨¦s de todo, pese a algunas quejas, los republicanos entendieron en su d¨ªa la necesidad de salvar el sistema financiero y, seguramente, lo volver¨ªan a entender hoy. Pero el plan de est¨ªmulo es otra cosa. Es una masiva intervenci¨®n del Estado en toda la actividad econ¨®mica, y la oposici¨®n est¨¢ decidida a resistirse a cualquier precio.
S¨®lo tres senadores republicanos votaron ayer, finalmente, a favor del plan. Probablemente, no muchos m¨¢s republicanos apoyen el proyecto en el que ambas c¨¢maras tienen ahora que ponerse de acuerdo.
Obama denunci¨® en su conferencia de prensa que la resistencia levantada por la oposici¨®n responde a criterios ideol¨®gicos que en estos momentos no sirven. "Es cierto que no podemos depender s¨®lo del Estado para crear empleos o hacer crecer la econom¨ªa. ?se tiene que ser un papel del sector privado. Pero en este momento en particular, con el sector privado debilitado por la recesi¨®n, el Estado es la ¨²nica entidad con recursos para devolver la vida a la econom¨ªa", sostuvo el presidente.
Para Obama es vital en esa dura pugna mantener el respaldo popular. Por esa raz¨®n, ma?ana estar¨¢ en la factor¨ªa de Caterpillar en Peoria (Illinois), una de las afectadas por los dr¨¢sticos recortes de plantillas.
?Cu¨¢nto son 837.000 millones de d¨®lares?
- Plan de est¨ªmulo de Obama. La cifra del plan del presidente Obama equivale al 5,6% del PIB estadounidense, que el a?o pasado fue de 14,3 billones de d¨®lares. El montante es 1,8 veces mayor que el d¨¦ficit p¨²blico m¨¢s alto jam¨¢s alcanzado en la historia (455.000 millones en 2008). Si el dinero se repartiese entre los ciudadanos le tocar¨ªan 2.622 d¨®lares a cada uno.
- La guerra de Irak. Los 837.000 millones de d¨®lares (641.800 millones de euros) para estimular la econom¨ªa representan en torno a 1,3 veces el coste de la guerra de Irak, que ascendi¨® a los 600.000 millones de d¨®lares, seg¨²n el c¨¢lculo de National Priorities Project, un ente sin fines de lucro.
- El Plan Marshall. El plan de Obama es ligeramente superior al plan Marshall de 1947 para reconstruir la Europa de posguerra, cuyo coste fue de 13.000 millones de d¨®lares en cuatro a?os. Este plan fue equivalente al 5,4% del PIB estadounidense, seg¨²n el historiador de Harvard Niall Ferguson.
- El 'New Deal' de Roosevelt. El programa del presidente Franklin D. Roosevelt (1933-1945) para sacar a EE UU de la Gran Depresi¨®n fue superior al de Obama si se tiene en cuenta el presupuesto federal de entonces. El New Deal tuvo un coste de 3.300 millones de d¨®lares, equivalentes en 1933 al 5,9% del PIB, seg¨²n el historiador Jason Scott Smith, de la Universidad de Nuevo M¨¦xico. Roosevelt puso en marcha un segundo plan en 1935 para construir aeropuertos, puentes y edificios p¨²blicos. Si ¨¦ste se suma, lo invertido por el Estado se elev¨® al 6,7% del PIB.
Rescate financiero
El programa de rescate financiero presentado por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, prev¨¦ tres grandes l¨ªneas de acci¨®n:
- Constituci¨®n de un fondo de inversi¨®n p¨²blica y privada que ofrecer¨¢ financiaci¨®n y garant¨ªas para la compra de activos t¨®xicos de los bancos por un valor de 500.000 millones de d¨®lares (380.000 millones de euros). El programa podr¨ªa extender la compra de activos hasta el bill¨®n de d¨®lares si se considerara necesario m¨¢s adelante.
- Inyecci¨®n directa de capital en los bancos por un valor de 350.000 millones de d¨®lares (268.000 millones de euros), aprovechando los fondos inutilizados del plan de rescate elaborado por la Administraci¨®n Bush.
- Apoyo al cr¨¦dito de consumidores, peque?os comercios y estudiantes por un bill¨®n de euros. Este programa pretende financiar pr¨¦stamos para la compra de bienes o la matriculaci¨®n en cursos de estudio.
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