Un caballo gigante de 50 metros 'galopar¨¢' por Kent
La escultura de Mark Wallinger tendr¨¢ el tama?o de la Estatua de la Libertad
La estampa de un caballo en las verdes praderas del sur de Inglaterra se nos antojar¨ªa tan habitual como el t¨¦ de las cinco, si no fuera porque el equino en cuesti¨®n supera, con sus 50 metros de altura, a la mism¨ªsima Estatua de la Libertad. Ese animal de gigantescas proporciones ser¨¢ recreado en una escultura que pretende erigirse en s¨ªmbolo oficial del condado de Kent, una figura que recibir¨¢ a los pasajeros de la nueva terminal del Eurostar -el tren de alta velocidad que une Londres y Par¨ªs- y que podr¨¢ ser avistada desde la autov¨ªa que atraviesa la regi¨®n (A2).
Los 25.000 habitantes de la localidad de Ebbsfleet, sede de la nueva estaci¨®n ferroviaria, se han decantado con un voto popular por la propuesta que firma el brit¨¢nico Mark Wallinger, entre una terna de artistas convocados a concurso p¨²blico. Wallinger, de 49 a?os, es conocido por sus instalaciones conceptuales, que le procuraron el Premio Turner en 2007, pero en esta ocasi¨®n ha optado por un dise?o figurativo, la imagen cl¨¢sica de un caballo blanco. La espectacularidad de la obra, que supondr¨¢ una inversi¨®n de 2 millones de libras, reside en que multiplica 33 veces el tama?o medio de un equino.
Un magn¨ªfico ejemplar de carreras del que el artista es copropietario (Riviera Red) ejerci¨® de inspiraci¨®n para la estatua, cuya plasmaci¨®n est¨¢ prevista para el 2012, a?o en que Londres alojar¨¢ la pr¨®xima edici¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos. Los locales ya han apodado la obra como el ?ngel del Sur, al considerarla una contrarr¨¦plica de la enorme figura de un ¨¢ngel con las alas desplegadas que preside la autopista de entrada al norte de Inglaterra. Esa estatua de 20 metros de altura, concebida por el artista Anthony Gormely, ha conseguido erigirse en toda una atracci¨®n tur¨ªstica para los visitantes de la zona. Los meridionales quieren emular ese ¨¦xito convirtiendo en un emblema de la regeneraci¨®n del sur a su caballo blanco, cuya altura casi alcanza la de la famosa columna de Nelson que se yergue en la londinense Trafalgar Square.
Para el influyente cr¨ªtico David Lee, la propuesta de Wallinger no es una escultura, sino un mero logotipo en el que s¨®lo detecta m¨¦ritos publicitarios. Su colega Rachel Campbell-Johnston le respond¨ªa ayer desde las p¨¢ginas del Times alabando el clasicismo de una obra que puede ser "comprendida inmediatamente por todo el mundo". El caballo, recordaba, ha sido una figura inmortalizada por el arte brit¨¢nico durante siglos, adem¨¢s de objeto predilecto de los autores del siglo XVIII, entre los que destaca el pintor George Stubbs.
A Sheila Harris, una jubilada de 61 a?os que reside en los alrededores de Ebbsfleet, le import¨® poco ese debate a la hora de depositar su voto a favor del ?ngel del Sur: "Me alegro de que no se impusiera una de esas estatuas incomprensibles y horrendas que hoy est¨¢n tan de moda. Al fin y al cabo, cualquier ingl¨¦s puede identificarse con un caballo".
De ruta por el condado de Kent, con EL VIAJERO
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.