El nido de la tradici¨®n se renueva

Por la ma?ana, en la tarima en la que se coloca la modelo desnuda se hab¨ªa situado un televisor que emit¨ªa un v¨ªdeo sobre la entidad. Por la tarde, en cambio, la modelo estaba en su sitio y algunos de los 900 socios del Cercle Art¨ªstic de Sant Lluc pugnaban, con m¨¢s o menos acierto, por plasmar sus carnes en ¨®leo, pastel o carb¨®n. La modelo y el dibujante son la esencia de esta entidad centenaria -la fundaron en 1893 un grupo de artistas muy tradicionales en la moral pero modernistas en la est¨¦tica- que ayer inaugur¨® por todo lo alto su nueva sede, situada en el rehabilitado Palau Mercader.

Era la visualizaci¨®n de que en uno de los emblemas de la tradici¨®n art¨ªstica catalana estaban entrando nuevos aires. En gran parte de la mano de su presidente, el dise?ador Claret Serrahima, que ha conseguido que el Ayuntamiento de Barcelona les cediera este palacete del siglo XVI por un plazo de 50 a?os y que, adem¨¢s, contribuyera a su necesaria rehabilitaci¨®n en unos dificultosos trabajos (no ten¨ªa cimientos y durante las obras se cay¨® el tejado y se abri¨® la fachada) que han durado tres a?os y han costado tres millones de euros. El Departamento de Cultura ha contribuido a la reforma a trav¨¦s de la aportaci¨®n de Caixa Catalunya -en el marco del acuerdo que tienen con las cajas de ahorro- y de una peque?a parte propia. Adem¨¢s, el 20% del coste lo ha asumido el propio Cercle con una hipoteca avalada por el Ayuntamiento.

El cambio fue forzado. La propietaria del edificio que ocupaba la entidad, en la calle del Pi (justo encima de la pasteler¨ªa Fargas), falleci¨® y leg¨® sus propiedades al Hospital de Sant Joan de D¨¦u, que decidi¨® sacar m¨¢s provecho del inmueble y exigi¨®, explica Serrahima, "un alquiler imposible de asumir". "Conseguimos no quedarnos en la calle durante un tiempo con la ayuda de un abogado que alarg¨® los plazos, pero el Cercle estaba en horas muy bajas. Al final, conseguimos la ayuda institucional para salvar a la entidad", explic¨® Serrahima. "Ahora comienza una nueva etapa en la que queremos crecer en socios hasta llegar a los 1.200. Pero el Sant Lluc no puede ser un club endog¨¢mico, sino que tiene que abrirse m¨¢s a la ciudad".

Ha sido una renovaci¨®n en la que incidi¨® Jos¨¦ Montilla, presidente de la Generalitat, que acudi¨® a la inauguraci¨®n junto al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y otras autoridades. Es una apertura que la sala de exposiciones ganada en la planta baja, que se inaugura con una selecci¨®n de los fondos del Museo de Arte Moderno de Ceret, puede ayudar a conseguir.