El esc¨¢ndalo deja nuevas cartas para la sucesi¨®n
Aguirre y Camps, claves para la batalla tras Rajoy, muy tocados - El l¨ªder evita 'mancharse', pero s¨®lo Gallard¨®n sale intacto
El mi¨¦rcoles, en la reuni¨®n interna m¨¢s importante del PP en los ¨²ltimos meses, en la que se decidi¨® cerrar filas ante el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que investiga el juez Garz¨®n, hablaron 17 personas, algo in¨¦dito. Y, sin embargo, en el PP casi est¨¢n recibiendo m¨¢s comentarios los silencios de unos pocos, los que no hablaron, que las palabras de los muchos que s¨ª lo hicieron. Entre ellos, el m¨¢s destacado es Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el alcalde de Madrid, que no dijo ni palabra mientras escuchaba c¨®mo sus compa?eros, uno detr¨¢s de otro, clamaban contra Garz¨®n, la fiscal¨ªa, la polic¨ªa, el Gobierno, los medios. Todos confabulados para acabar con el PP.
?Por qu¨¦ ese inter¨¦s? Porque lo que se estaba jugando en esa reuni¨®n, y sigue todav¨ªa jug¨¢ndose en el PP cada d¨ªa, no es s¨®lo c¨®mo gestionar la peor crisis de imagen del partido en mucho tiempo, con un caso, el G¨¹rtel (correa en alem¨¢n) que crece cada d¨ªa con revelaciones y decisiones judiciales que demuestran la vinculaci¨®n de algunas personas del partido, especialmente en Madrid y la Comunidad Valenciana. Lo que se est¨¢ jugando en el partido, a lo que los dirigentes dedican gran parte de su tiempo, sus conversaciones, sus comidas y sus cenas, son los efectos que esta crisis tiene en cada uno de los personajes que son clave para preparar la sucesi¨®n de Mariano Rajoy, a quien cada vez m¨¢s gente en el partido ve como un improbable candidato en 2012.
Fue con Aznar con quien Francisco Correa lo fue todo en el partido
Moragas tuvo que recolocar al alcalde para acercarlo a Rajoy en la foto
La crisis ha tocado de lleno a Esperanza Aguirre, la gran rival interna de Rajoy. Un consejero, un alto cargo y un alcalde madrile?o han dimitido, y todas las informaciones apuntan a connivencias entre algunos cargos del PP madrile?o y la trama presuntamente corrupta liderada por Francisco Correa. Eso, aunque haya generado un tremendo deterioro de imagen del PP, favorece internamente a Rajoy. "Los que nos daban lecciones de c¨®mo hacer oposici¨®n, ahora ya no pueden hablar mucho", sentencia un marianista. Pero tambi¨¦n ha golpeado de lleno a Francisco Camps, un influyente bar¨®n que apoy¨® a Rajoy pero que se est¨¢ conformando como un poder aut¨®nomo dentro del PP, con capacidad para presionar y complicar las cosas al l¨ªder -por ejemplo con el Estatuto de Castilla-La Mancha-. Camps siempre hab¨ªa estado en la lista de los candidatos a la sucesi¨®n, por lo que este deterioro de imagen que ha sufrido elimina tambi¨¦n otro posible rival de Rajoy.
En la Generalitat valenciana a¨²n no ha dimitido nadie, pero en el partido y en los medios es bien conocida la cercana relaci¨®n de amistad que Camps manten¨ªa con uno de los principales imputados, ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, jefe de Orange Market, la filial valenciana de Special Events, que organizaba pr¨¢cticamente todos los actos del PP local. La mujer de P¨¦rez, una ex Mamachicho (las azafatas que Berlusconi import¨® a Espa?a al llegar las televisiones privadas, en 1990), encontr¨® acomodo en Canal 9, la televisi¨®n controlada f¨¦rreamente por Camps -que durante d¨ªas no inform¨® del esc¨¢ndalo- y fue ella la encargada de dar las campanadas de 2009.
En esta crisis, adem¨¢s, seg¨²n coinciden varios marianistas, ha quedado muy tocado otro de los grandes enemigos internos de Rajoy: el aznarismo. Ha quedado clar¨ªsimo, y el propio l¨ªder se ha encargado de destacarlo al confirmar que fue ¨¦l quien rompi¨® con Correa en 2004, cuando sucedi¨® a Aznar al frente del partido, que el esc¨¢ndalo afecta sobre todo a la gesti¨®n del ex presidente como jefe del PP, porque fue con Aznar y con sus amigos, como su secretario Antonio C¨¢mara, con quien Correa lo fue todo en el PP. "Otro que tampoco puede dar lecciones ahora es Aznar", se?ala el mismo marianista. La propia Ana Botella exigi¨® a Rajoy que defendiera el legado y la imagen de su marido.
Tocados Aguirre -algunos consejeros admiten que la ven realmente preocupada por el deterioro de su imagen- y Camps, s¨®lo queda uno de los candidatos a la sucesi¨®n que, hasta ahora, ha conseguido no mancharse demasiado: Ruiz-Gallard¨®n. El alcalde no habl¨® en el Comit¨¦ Ejecutivo y, aunque no ha expresado su disconformidad con la estrategia de contrataque y de campa?a contra Garz¨®n decidida por Rajoy y todo el partido, ha hecho muchos esfuerzos por no quedar demasiado vinculado a ella. No s¨®lo por ese significativo silencio. Cuando lleg¨® la hora de la gran foto de todo el partido denunciando esa gran conspiraci¨®n contra el PP, Gallard¨®n se coloc¨® en un lado. Fue Jorge Moragas, uno de los hombres m¨¢s cercanos a Rajoy, quien tuvo que recolocarlo para que estuviera cerca del l¨ªder, aunque su cara de incomodidad era evidente. Los esfuerzos de Gallard¨®n por quedar a salvo de esta ola de corrupci¨®n que toca directamente a su gran enemiga, Esperanza Aguirre, han llegado al l¨ªmite de evitar a los periodistas para no hablar sobre el asunto. El alcalde se moj¨® mucho para criticar el espionaje de un funcionario de Aguirre a su mano derecha, Manuel Cobo, pero desde entonces se ha retirado de los focos.
La inaudita estrategia de contrataque y denuncia contra el juez, similar a la que adopt¨® el PSOE de los primeros noventa cuando estall¨® el caso Filesa, un esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal, no ha sido criticada internamente por nadie. "Ten¨ªamos que aprovechar el error del enemigo, Garz¨®n, que se fue a cazar con Bermejo [ministro de Justicia]. No lo pod¨ªamos dejar pasar", se justifica otro marianista. Sin embargo, algunos han dejado clara su distancia. Ni Alberto N¨²?ez Feij¨®o ni Antonio Basagoiti, los candidatos gallego y vasco, estaban en esa reuni¨®n clave del mi¨¦rcoles y, por tanto, tampoco en la foto que ser¨¢ recordada en el PP durante mucho tiempo. Y ninguno de ellos, hartos de que los esc¨¢ndalos nacionales compliquen sus campa?as localistas, ha reivindicado esa estrategia de guerra contra Garz¨®n.
A partir de ahora, y sobre todo despu¨¦s de las elecciones, Rajoy se enfrentar¨¢, seg¨²n gente de su entorno, a la cruda realidad. El partido est¨¢ tocado, y al margen de la estrategia de contrataque a Garz¨®n, que sirve para salir del paso en plena campa?a electoral, el l¨ªder sabe que en el PP hay que hacer limpieza para recuperar la buena imagen. Los marianistas est¨¢n convencidos de que precisamente Rajoy es la persona ideal para hacerlo. Tiene imagen de honrado, fue quien ech¨® a Correa -aunque no intent¨® siquiera impedir que contratara con el PP valenciano, por ejemplo- y ha pasado por todo tipo de puestos en el partido y de Gobierno sin que nunca haya existido ni la m¨¢s leve sospecha de asuntos oscuros. Otros dirigentes, m¨¢s cr¨ªticos, admiten la imagen de honestidad, pero recuerdan la frase que le dedic¨® el locutor Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa: "Mariano, lo bueno es que pasas por los sitios y no manchas. Lo malo es que pasas por los sitios y no limpias".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.