Van Gogh 'la nuit'
?msterdam se rinde a la po¨¦tica nocturna del genio

Seg¨²n la leyenda, Vincent van Gogh (Groot-Zunder, Holanda, 1853; Auvers-sur-Oise, Francia, 1890) se tocaba con un sombrero lleno de velas encendidas para pintar de noche. Tal era su necesidad de captar los tonos cambiantes de la luz, que ni siquiera las tinieblas le obligaban a cerrar su caballete. Vincente Minnelli plasm¨® esa escena m¨ªtica en su pel¨ªcula sobre el pintor (El loco del pelo rojo) poni¨¦ndole al actor Kirk Douglas un gorro chorreante de cera caliente en la cabeza.
El museo que lleva el nombre del artista holand¨¦s en ?msterdam no ha podido comprobar la veracidad de la historia, pero s¨ª que ha conseguido un objetivo largamente acariciado: reunir por vez primera en una exposici¨®n los cuadros nocturnos del genial pintor, con el m¨¢s famoso de todos ellos, Noche estrellada, como absoluto polo de atracci¨®n.
'Noche estrellada' surge como indiscutible eje de la exposici¨®n
La hora crepuscular era un enorme reto para ¨¦l: supon¨ªa reflexi¨®n y lucha
La luz de gas cambia la vida, y el artista quiere captar hasta el ¨²ltimo destello
Apropiadamente titulada Van Gogh y los colores de la noche, la cita cumple otra funci¨®n que permitir¨¢ sonre¨ªr al personal de la sala hasta el pr¨®ximo 7 de junio, fecha de la clausura: el cuadro Noche estrellada ha favorecido toda clase de conjeturas c¨®smicas sobre el d¨ªa en que el artista plant¨® una luna en cuarto creciente sobre un cielo retorcido; pero la obra, acabada en 1889, no est¨¢ en Holanda, sino en Nueva York, en el Museo de Arte Moderno (MOMA).
As¨ª que cuando los visitantes inquieren en ?msterdam por la tela -y es la pregunta m¨¢s repetida- se les dice con resignaci¨®n que cuelga en Estados Unidos. "Por eso es un gozo tenerla ahora aqu¨ª, y haber podido trabajar con el MOMA en esta exposici¨®n, que recoge la fascinaci¨®n de Van Gogh por el crep¨²sculo y los nocturnos", afirma Axel R¨¹ger, director del museo holand¨¦s. La colaboraci¨®n ha sido intensa y con una oferta doble. Los cuadros estuvieron en Nueva York y ahora llegan a ?msterdam como ¨²nica plaza europea para su disfrute.
Hay varias sorpresas para el visitante entre los 32 lienzos, 19 trabajos sobre papel y cinco bocetos reunidos en la muestra. Dividida en cuatro apartados tem¨¢ticos, la exposici¨®n arranca con los atardeceres, recorre luego la vida campesina, la siembra, y se cierra con "la poes¨ªa de la noche". Ya en el primero, destacan dos piezas cedidas por el Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid. Se trata de Paisaje nocturno (1885) y Estibadores de Arl¨¦s (1888), unas escenas con un sosiego que no suele atribuirse al artista. Hijo de un pastor protestante y aspirante ¨¦l mismo a predicador, la noche presentaba un enorme reto para el esp¨ªritu de Vincent Van Gogh. Era el momento del recogimiento, la reflexi¨®n y el descanso. De igual modo, supon¨ªa la lucha contra la tentaci¨®n de pintar, a la que sucumb¨ªa, en lugar de preparar sus sermones.
En el museo holand¨¦s, el paso de la noche oscura a la noche luminosa es bien palpable. Junto a la negrura de iconos holandeses fechados hacia 1885, como la casi m¨ªstica Familia comiendo patatas y Casita de campo, pueden verse crep¨²sculos y trigales franceses arrebatados, de 1888. De La siega, otro tema esencial, hay tres versiones reunidas por primera vez desde 1984.
Para cuando se llega al punto ¨¢lgido de la visita, la mano de Van Gogh revela la intensidad que le ha hecho famoso. Porque no s¨®lo Noche estrellada es un frenes¨ª de pinceladas, empaste y una luna amarilla como un sol. "La fascinaci¨®n de la noche no le abandona nunca, pero en Francia, cuando llega la luz de gas, la vida cambia. Los bares abren todo el d¨ªa y quiere captar hasta el ¨²ltimo destello, a oscuras. Por eso pinta terrazas de caf¨¦s en plena madrugada y monta sus aperos frente al r¨ªo R¨®dano, en Arl¨¦s, buscando reflejos en el agua", afirma Maite van Dijk, investigadora del MOMA, que ha colaborado en el cat¨¢logo de la muestra.
Es posible que Vincent Van Gogh nunca llevara un gorro de velas puesto, pero s¨ª apareci¨® citado en el diario de Arl¨¦s como "el tipo que pinta de noche en la calle".
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