Vinieron a trabajar
Un ejemplo famoso entre economistas es la gran coincidencia entre la actividad de las manchas solares y los ciclos econ¨®micos, insuficiente a todas luces para establecer una relaci¨®n de causa-efecto entre los dos fen¨®menos. Esto viene a cuento del art¨ªculo que publican los profesores Reher y S¨¢nchez Alonso en la edici¨®n de ayer mi¨¦rcoles 18 de febrero de su diario. Aceptar que la pretendida "generosidad social" de la ley de 2000 ha actuado como determinante principal de un fen¨®meno tan complejo como el flujo migratorio de los ¨²ltimos a?os, exigir¨ªa, en mi opini¨®n, algo m¨¢s de lo que ofrece el art¨ªculo. Si hay una excepcionalidad espa?ola clara durante ese periodo es la descomunal burbuja inmobiliaria, con la construcci¨®n, en algunos a?os, de m¨¢s viviendas que en todo el resto de la Uni¨®n Europea. Sin tener que leer el BOE, los extranjeros que aspiraban a emigrar de su pa¨ªs pod¨ªan saber que hab¨ªa trabajo en Espa?a y que era f¨¢cil que los empresarios contrataran a inmigrantes sin papeles, siempre que aceptaran cobrar menos que los aut¨®ctonos. Adem¨¢s, la masiva participaci¨®n de las mujeres en el mercado laboral gener¨® una gran demanda de cuidadoras (de ni?os y de ancianos) en un pa¨ªs con un apoyo a la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar muy inferior al de muchos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
Por otra parte, si la facilidad de acceso a la sanidad y otros servicios sociales hubiese sido determinante, tendr¨ªamos en Espa?a una poblaci¨®n extranjera con un peso mayor de dependientes y de no trabajadores. Esto no es as¨ª. Como es bien sabido, la tasa de ocupaci¨®n de los inmigrantes ha estado siempre por encima de la de los espa?oles (hasta la llegada de la crisis, al menos) y la proporci¨®n de personas mayores, grandes demandantes de servicios sanitarios, es del 6% entre inmigrantes y del 18% entre espa?oles.
Llegaron muchos inmigrantes a Espa?a y una elevada proporci¨®n encontr¨® un puesto de trabajo: en cualquier pa¨ªs, ¨¦stos se beneficiar¨ªan de la protecci¨®n social p¨²blica. Aqu¨ª tambi¨¦n. ?Por qu¨¦ entonces surgen, precisamente ahora, estas interpretaciones? La crisis se ha cebado sobre los m¨¢s d¨¦biles, los inmigrantes, y en estos momentos pueden beneficiarse de la protecci¨®n social (sanidad, prestaciones de desempleo o escuela para sus hijos) sin estar trabajando. Es, efectivamente, el momento de replantearse la generosidad de 2000 y negarles sus derechos. Seguro que una parte de la opini¨®n acoger¨¢ con agrado estas conclusiones cient¨ªficas, de la misma manera que una parte de los trabajadores ingleses hizo huelga para evitar la contrataci¨®n de extranjeros. Est¨¢ visto que los malos tiempos tienden a hacer aflorar lo peor de nosotros.
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