La inquebrantable autoridad de los mitos griegos

Ensayo. El subt¨ªtulo de la edici¨®n de bolsillo: La traves¨ªa de un mito universal por la historia de Occidente me parece menos adecuado que el de la versi¨®n anterior de 1987: Una po¨¦tica y una filosof¨ªa de la lectura. Porque Ant¨ªgona no es un mito universal, sino, m¨¢s bien, un episodio tr¨¢gico de una saga m¨ªtica griega (la de la familia de Edipo), invenci¨®n dram¨¢tica de S¨®focles, integrado en un mito de resonancia universal. Pero, en fin, no seamos puntillosos y felicit¨¦monos de la reedici¨®n de este espl¨¦ndido ensayo, ejemplar y casi cl¨¢sico, que examina y sopesa los ecos del drama sofocleo en la literatura y la filosof¨ªa occidental "en el contexto de una po¨¦tica de la lectura". No es, como Steiner, advierte, un mero recorrido de las numerosas Ant¨ªgonas posteriores -desde la de Eur¨ªpides y Accio a las de Anouilh y Brecht, y algunas m¨¢s-, sino algo mucho m¨¢s interesante, un estudio hermen¨¦utico y de literatura comparada de largo alcance intelectual, con una cuesti¨®n trascendente como tel¨®n de fondo: "?A qu¨¦ se debe la inquebrantable autoridad que los mitos griegos ejercen sobre la imaginaci¨®n de Occidente? ?Por qu¨¦ un pu?ado de mitos griegos, el de Ant¨ªgona entre ellos, reaparece en el arte del siglo XX en un sentido casi obsesivo? ?Por qu¨¦ Edipo, Prometeo, Orestes, Narciso, no quedan relegados a la arqueolog¨ªa?".

Desde el 430 antes de Cristo en que S¨®focles represent¨® su Ant¨ªgona en el teatro de Dioniso, el enfrentamiento entre la hija de Edipo y el tirano Creonte se ha visto multiplicado en dramas y ¨®peras, y, con no menor impacto, en discusiones filos¨®ficas memorables. Hegel, Goethe, Kierkegaard y H?lderlin merecen un lugar de honor que aqu¨ª se les da en la larga lista de int¨¦rpretes del duelo entre la princesa que defiende el honor de la familia y el rey que afirma la ley de la ciudad contra el pr¨ªncipe que intent¨® destruirla. Ardua es la pol¨¦mica sobre qui¨¦n es el verdadero h¨¦roe tr¨¢gico: la joven que trata de enterrar al hermano amado, o el rey implacable en hacer cumplir a toda costa su decreto patri¨®tico. Lo tr¨¢gico, seg¨²n Hegel, es que los dos tienen raz¨®n, y, como uno y otra se empecinan en sus tesis, el ag¨®n desemboca en la mutua destrucci¨®n. En el primer cap¨ªtulo Steiner se ocupa a fondo de esos fil¨®sofos y poetas. En los siguientes resume la larga impronta de la obra en la literatura universal de las numerosas Ant¨ªgonas de los ¨²ltimos siglos, y analiza los dilemas y motivos que dan a su argumento su perenne vivacidad, su impresionante fuerza teatral. En Ant¨ªgona resuenan, subraya Steiner, como en ninguna otra obra, las constantes eternas de conflicto de la condici¨®n humana. "Son cinco: el enfrentamiento entre hombres y mujeres; entre la senectud y la juventud; entre la sociedad y el individuo; entre los vivos y los muertos; entre los hombres y Dios (o los dioses)". En los di¨¢logos y los cantos del coro emergen con inolvidable poes¨ªa.

Los mitos griegos -a diferencia de los dogmas- invitan a renovadas y m¨²ltiples reinterpretaciones, y se enriquecen con ellas. La tradici¨®n literaria recrea una y otra vez los m¨ªticos relatos, herencia com¨²n del imaginario europeo a la par que incesante desaf¨ªo. El autor de Despu¨¦s de Babel insiste de nuevo en los riesgos de sus traducciones, de sus puestas en escena, de sus im¨¢genes po¨¦ticas, y subraya c¨®mo leer a un cl¨¢sico es siempre revivir sus palabras desde nuestro contexto hist¨®rico, entenderlo al socaire de otras lecturas. Leemos a un S¨®focles impregnado de Anouilh y de Brecht y de Hegel. M¨¢s original que esta perspectiva es este fervor por releer a fondo, en una lectura lenta, po¨¦tica y apasionada. "Retornar al mundo griego y a sus mitos significa dar a nuestros recursos de expresi¨®n algo del lustre y el filo cortante de los comienzos... Para nosotros tienen la autoridad de la aurora". El estilo sentencioso, entusiasta y brillante de G. Steiner -m¨¢s en esta etapa que en sus ¨²ltimos escritos- contagia al lector. Releo su texto unos veinte a?os despu¨¦s y me sigue atrapando su apasionante ex¨¦gesis. (Hoy recomendar¨ªa empezar la lectura por el cap¨ªtulo segundo, menos filos¨®fico). Ant¨ªgonas sigue siendo un magistral ensayo sobre el mito y la tragedia y su fecunda estela en la literatura y el pensamiento occidental.